El huevo y sus derivados (huevo crudo, poco cocinado y ovoproductos) son el alimento que produce mayor número de brotes de salmonelosis (47,2% de los casos), según datos de la Comisión Europea citados por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid (@ComunidadMadrid). La salmonelosis es una infección transmitida por alimentos en mal estado, contaminados por heces. Aunque en la mayoría de los casos provoca síntomas leves y los pacientes sanan, los niños y las personas mayores deben tener especial cuidado con ella por la deshidratación que puede causar, que en algunos casos deriva en complicaciones más graves.
La Salmonella es un conjunto de bacilos que se encuentra entre las cuatro principales causas desencadenantes de trastornos en el aparato digestivo, especialmente diarreas, explican desde la Organización Mundial de la Salud (OMS @WHO). Entre otras medidas preventivas, para evitar la infección por salmonelosis debemos cocinar completamente los alimentos elaborados con huevo, consumirlos inmediatamente o guardarlos en el frigorífico hasta que vayamos a consumirlos.
En esta línea, desde la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad hacen estas recomendaciones para evitar la salmonelosis en el hogar debido al consumo o manipulación de los huevos:
Si somos de los que nos gusta la tortilla poco hecha, entonces se recomienda emplear huevo pasteurizado. Por otra parte, también conviene mantener en el frigorífico hasta su consumo otros alimentos elaborados con huevo crudo que no vayamos a cocinar, como tiramisú, alioli, batidos a los que se añada huevo crudo, etc. Con todo, es igualmente recomendable elaborar estos productos con huevo pasteurizado, así como utilizar mayonesa y salsas comerciales elaborados también con huevo pasteurizado.