Los 5 alimentos que más inflaman tu cuerpo, según la Universidad de Harvard

Nuestro cuerpo reacciona de maneras muy distintas y, entre las respuestas más violentas, seguramente una de las más molestas sea la inflamación. Se trata de un complejo proceso fisiológico que se materializa en una defensa por parte de nuestro organismo contra lo que considera una amenaza. En el caso de los alérgicos, su sistema inmune responde de esta manera cuando ingieren alguno de los alimentos que no pueden tolerar. 

Lo que no se conocía hasta ahora -y ha sido revelado por parte de un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard- es que hay algunos alimentos que promueven una especie de inflamación indetectable. Si se abusa de ellos, la inflamación puede convertirse en un problema crónico y nuestro organismo puede pasar a estar permanentemente hinchado. La propia institución ha elaborado una breve lista con los cinco tipos de comida que más peligro representan en este sentido

1.- Hidratos de carbono refinados

 

Casi todos los cereales que consumimos en nuestro día a día han sido refinados, es decir, han sufrido un proceso previo de preparación en el que muchos de sus componentes más beneficiosos se desprenden del grano. De esta manera, durante la refinación, el salvado y el germen -ricos en fibra- son eliminados y el endospermo -básicamente almidón- es lo único que permanece. Desde al arroz hasta el maíz, todos los cereales refinados cuentan con un valor nutricional ciertamente pobre y, a efectos de nuestra salud, su versión integral resulta mucho más beneficiosa. 

Tal y como declara la dietista y nutricionista Rosa López en informaciones de El Español, "lo más idóneo es sustituir todos estos alimentos por cereales integrales, que no se diferencian demasiado ni en sabor ni en textura. Asimismo, señala la bollería industrial y el pan blanco como los principales portadores de hidratos de carbono refinados. 

2.- Alimentos fritos 

 

El problema con este tipo de preparaciones no viene tanto por el hecho de que estén fritos, sino porque las más de las veces, se fríen en aceites o mantequillas nada saludables. Convierten una comida rica en nutrientes como la patata en un aperitivo muy goloso pero poco recomendable. En primer lugar, pasan a contar con un alto grado de grasas saturadas que aumentan el nivel de colesterol en sangre y contribuyen a la aparición de enfermedades cardiovasculares. 

En este sentido, siempre hay que recordar que, cuando preparemos una guarnición a base de fritos, tal vez es mejor pensarlo dos veces y ver si no podemos sustituirla por algún acompañamiento igualmente delicioso y mucho más saludable, como las verduras horneadas. De todas formas, en caso de que estemos decididos a preparar unas buenas patatas fritas, mejor con aceite de oliva virgen extra. 

3.- Bebidas azucaradas

 

Dos son los mecanismos a través de los que las bebidas azucaradas desencadenan procesos de inflamación en nuestro cuerpo. Por un lado, estimulan la creación de ácidos grasos en el hígado, lo cual puede desembocar en un órgano graso que requiera una intervención quirúrgica de urgencia. La dolencia característica se denomina esteatosis hepática no alcohólica.

De la misma manera, el consumo de estos productos hace que nuestro sistema hormonal facture insulina en cantidades ingentes. Tan grandes que nuestro propio cuerpo puede comenzar a desarrollar resistencia a sus efectos, dando paso a lo que se conoce como diabetes tipo 2. Como siempre, la mejor opción, un vaso de agua. 

4.- Carne roja y/o procesada

 

Hace unos años, numerosas voces del ámbito científico comenzaron a alertar sobre los peligros que escondían las carnes rojas, sobre todo si eran procesadas. Y no es para menos. Varios estudios académicos han demostrado que su consumo continuado lleva aparejado un riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, así como diabetes o problemas cardiovasculares. Así lo aseguró el presidente del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard, Frank Hu, en The New York Times.

Deliciosas como son, las carnes rojas contienen un elemento -el ácido N-glicolilneuramínico- que el cuerpo humano no es capaz ni de digerir ni de reconocer. Y, por ello, su entrada en el sistema digestivo provoca inflamación. 

5.- Grasas trans

 

Las grasas trans están formadas por los hidrogenados de las grasas insaturadas, el resultado de un proceso que convierte las grasas líquidas en sólidas. Son muy dañinas y se encuentran en comida rápida y productos como las palomitas de microondas. 

Entre sus efectos se encuentra la eliminación de colesterol bueno, la afectación de la función de las células que recubren las paredes interiores de las arterias y, en consecuencia, favorecen la aparición de enfermedades cardiovasculares. Además, han sido relacionadas con problemas de inflamación en mujeres posmenopaúsicas.