Asociaciones de mayores

Microedadismos: "Déjame a mí que tú no sabes"

65ymás

Domingo 17 de octubre de 2021

7 minutos

UDP recopila testimonios de mayores que han sufrido discriminación por edad

Microedadismos: "Déjame a mí que tú no sabes"
65ymás

Domingo 17 de octubre de 2021

7 minutos

Hablar en voz alta a una persona mayor por el único hecho de ser mayor; resoplar por lo que va a tardar, hablar de forma despectiva sobre el lío y descuadre que origina cuando hay un grupo de mayores eligiendo una papeleta electoral; relacionar la imagen de un bastón con las personas mayores; dar por sentado que una persona mayor no es capaz de realizar una gestión en la administración o utilizar un ordenador, móvil, etc.

Estos sólo son unos pocos ejemplos de microedadismos que muchas personas mayores sufren a diario y que la Unión Democrática de Pensionistas (@MayoresUDP) quiere visibilizar para combatir el estigma y discriminación por razón de edad. 

Y para ello, UDP ha colgado en su portal un formulario en el cual todas las personas mayores que así lo deseen pueden contar su experiencia.

 

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Estos son algunos de los testimonios de mayores que han sufrido edadismo: 

Maite: "Me sentí humillada y maltratada"

"Llevo audífonos desde hace años.

Tuve que enviar un paquete en correos y la funcionaria que me atendió tenía dos mascarillas, además estaban haciendo obras en la misma oficina y no entendía lo que me decía la funcionaria. 

Me acerqué un poco para oírla mejor y me dio un grito pidiéndome que no me acercara y diciéndome con mala uva '¿está sorda?'

Esto sí lo entendí bien, me sentí humillada y maltratada y le dije que sí, que estaba sorda, pero con el ruido y con dos mascarillas me era imposible oírla. Que no era indicado atender a las personas de esa manera. Acabé mi gestión y me fui muy indignada".

Paloma: "Era normal por su edad"

"Gracias por la oportunidad de compartir lo que nos ocurrió hace 6 años. Mi padre tenía entonces 84 años. Ahora tiene 90 y es gran dependiente.

Fuimos juntos a su otorrino de confianza. Le comentó que había perdido totalmente la audición en el oído izquierdo. A mí me extrañó y le pregunté '¿Cómo es posible?' Su respuesta fue que era normal por su edad.

Pocos días después le acompañé a su cardiólogo. Y al ser de confianza le pregunté:

-¿No crees Ramón que es extraño que mi padre haya perdido totalmente la audición en un oído y además tenga problemas de inestabilidad?

Nos contestó:

-Yo soy cardiólogo.

En fin…Nos dio el nombre de un neurólogo. Acudimos a éste y le hicieron un escáner en el cerebro. Resultado: Nuerinoma de acústico.

Acudimos luego a un neurocirujano y al ver el tamaño le dijo que tranquilo, que a su edad no se preocupara. 'Que volviéramos el próximo año'. Dijo que lo normal, a su edad, es que no creciera. Pero sí que creció…demasiado.

Volvimos al año siguiente. Mi padre le pidió un Informe y de mala gana se lo escribió. Gracias a otros conocidos médicos acudimos a radioterapia durante muchísimos días y con ello el neurinoma quedó estabilizado.

Hace 4 años mi padre se cayó por la noche en su dormitorio. Perdió el equilibrio y desde entonces tiene una dependencia III".

Pepita: "Me sentí indignada y humillada por el trato que estaba recibiendo"

"En primer lugar quiero indicar que soy una persona jubilada de 71 años. Hace cuatro me detectaron un cáncer de laringe y después de los tratamientos correspondientes, mi voz ha quedado afectada, pero sigo haciendo mi vida social y manejo las redes sociales, sigo activa. Y me sentí indignada y humillada por el trato que estaba recibiendo y que paso a contarlo:

A continuación quiero denunciar y compartir con las personas que lean esta página, lo que me sucedió el lunes, día 20 de mayo en una oficina de la Tesorería de la Seguridad Social.

Tuve que acudir a esa oficina ubicada por la Plaza de Castilla, para solicitar registrarme en el sistema “Clave” y así poder hacer la declaración de la renta, ya que no tenía una copia de la del año anterior y después de solicitarla por dos veces a la agencia tributaria no llegó el envío por el correo ordinario, y ante mi insistencia en la petición me indicaron finalmente, que podía hacer la gestión en la oficina más cercana a mi domicilio, la que refiero más arriba, donde hacía falta pedir día y hora.

En esa oficina me dieron el número 40 y cuando me correspondió, me acerqué a la mesa que marcaba, la número 6. Me atendió una persona joven y que al parecer hacia poco que se había incorporado y no estaba familiarizada con el sistema. Le indiqué lo que solicitaba y me dijo que él no podía hacerlo. Entonces acudió una compañera de dos mesas más distantes. Me dijo que nos trasladásemos a su mesa y que desde su ordenador lo hacía.

Hasta aquí todo bien, yo me quedé con ella y la otra persona se fue.

Cuando termina me dice que ahora para conseguir el código,  tengo  que entrar en un ordenador de los que hay allí y hacerlo yo porque ella no puede, (efectivamente había otras personas intentando conseguir vida laboral, etc., que aún seguían cuando yo me fui porque no podían hacerlo o no sabían)

Sorprendida porque pensaba que como funcionaria sería quien tramitaría mi solicitud, la dije que bien pero que me tenía que abrir la aplicación para poder entrar y  aquí ya es cuando se puso desagradable indicándome que ella tenía mucho trabajo y sin más me dejo delante del ordenador sin darme entrada o clave de acceso y sin hacerme más caso poniéndose a atender a otras personas.

Me sentí marginada e indignada por aquella persona y por las que me miraban y al preguntar a otra de sus compañeras si ella por favor me podía ayudar, me dijo que no que ya estaba su compañera.

Humillada y avergonzada por el trato que me estaban dando dije que quería al responsable de dicha agencia y fui a buscarle, a la vez que indignadísima decía que no me iba de allí sin arreglarlo. Y ah¡ sorpresa entonces la persona que había provocado este episodio, se levantó de su mesa y me dijo que ella me ayudaría, y me abrió la aplicación demostrándola que yo sí sé utilizar un ordenador.

Fue una experiencia horrible y un trato discriminatorio hacia los mayores. Esos mayores a los cuales acuden los políticos cuando les interesa y a los que después discriminan con sus leyes, porque ¿cuantas personas mayores habrá que no sepan usar un pc? y si van a realizar una gestión en la Administración ¿qué hacen, qué ocurre?.

Eso es lo que se preocupan por nosotros, solo cuando nos necesitan para acudir a una manifestación que les interesa a ellos, después ni caso.

Donde están nuestros diputados/as haciendo leyes o decretos también para nosotros, porque la Administración es de todos y con nuestras retenciones e impuestos colaboramos.

Fue una mala mañana y dos horas y media horribles.

Creo que debemos dar a conocer este tipo de cosas y no dejarnos avasallar por nadie.

Yo lo pasé mal porque al tener dificultades para hablar, me miraban como si fuese algo raro, me sentí mayor y tonta.

He necesitado un tiempo para calmarme y recapacitar pero aquí está mi historia y deciros que no podemos consentir este trato que nos dan desde la Administración. ¿Han pensado en  los mayores que no saben usar las nuevas tecnologías?, ¿que se hace con ellos?"

Descubre más testimonios en: https://www.mayoresudp.org/

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