Sociedad

Detrás de la obesidad en mayores puede haber pacientes desnutridos con una pensión muy baja

María Bonillo

Foto: Bigstock

Viernes 3 de marzo de 2023

7 minutos

Algunos no pueden adquirir determinados alimentos o valerse para ir a comprar y cocinar

La obesidad
María Bonillo

Foto: Bigstock

Viernes 3 de marzo de 2023

7 minutos

Detrás de un mayor con obesidad puede haber un paciente desnutrido con una pensión baja. Así lo han advertido expertos participantes en una jornada organizada por el Consejo General de Enfermería, de la mano de su Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS), y que tuvo lugar este miércoles 1 de marzo.

"Se habla mucho de la elevada prevalencia del sobrepeso y la obesidad en nuestra sociedad actual, pero poco de otro gran problema, el que se encuentra en el polo opuesto: la desnutrición. Esta afecta a muchos pacientes y aunque se tiende a pensar que las personas malnutridas son extremadamente delgadas, esto no siempre es así. Como tampoco lo es que la desnutrición se asocie solo a patologías graves y estos casos se encuentren exclusivamente en el ámbito hospitalario", han señalado. 

Por tanto, la desnutrición puede afectar también a personas que "aparentemente" están bien nutridas, teniendo en cuenta su exceso de peso, sin embargo, advierten que el peso "no es directamente proporcional al estado nutricional de una persona". En este sentido, han encontrado que "no pocos mayores, por no poder adquirir determinados alimentos, dada su baja pensión, o no valerse para ir a comprar y cocinar, presentan desnutrición y exceso de peso al mismo tiempo". 

"Lejos de encontrarnos pacientes con bajo peso, podemos encontrarnos lo contrario: sobrepeso e incluso obesidad. El motivo reside en que se alimentan de productos dulces, fáciles de comer como natillas, bollos…". Esto, según explican, se debe a que a este tipo de personas les resulta mucho más fácil recurrir a alimentos dulces que les sacien rápidamente y que "erróneamente creen que también les alimentan". 

Este ha sido uno de los temas que se han tratado en la jornada, en la que han participado también la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (UESCE), la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (AdENyD) y FontActiv, la gama de suplementos para adultos y mayores de Laboratorios Ordesa. El objetivo principal ha sido "potencia y actualizar la formación enfermera en el ámbito de la nutrición", según han explicado en una nota. 

"Tener un paciente desnutrido sale muy caro"

"Un estudio realizado en 2013 en Estados Unidos sobre una población de 724.000 pacientes con desnutrición o en riesgo de padecerla puso de manifiesto la importancia de intervenir en estos casos tanto desde un punto de vista económico como de calidad de vida para el paciente. Y es que se vio que la intervención mediante la mejora de la alimentación y el uso de suplementos nutricionales era coste efectiva: por cada dólar invertido obtenían 52 dólares de beneficio", explicó la enfermera Mari Lourdes de Torres, vocal de Nutrición del Consejo General de Enfermería y coordinadora científica de esta jornada.

Esto es estancias hospitalarias más cortas, que llevaban a una mejor respuesta a los tratamientos y un menor consumo de fármacos, ya que el organismo respondía mejor y el paciente se recuperaba antes. "Tener un paciente desnutrido sale muy caro. Cuesta el doble recuperar a uno de estos pacientes que conseguir que una persona con obesidad pierda peso", señaló Mari Lourdes de Torres en relación a este estudio, tras el cual, distintos países, entre los que se incluye España, comenzaron a trabajar en la prevención y la recuperación de estos pacientes. 

El proyecto europeo ONCA (The Optimal Nutrition Care for All) ha supuesto "un antes y un después" en este sentido, ya que "antes se operaba a estos pacientes y luego se recurría a la nutrición artificial. Hoy, se ha visto que es preferible intervenir antes para conseguir que el estado nutricional del paciente sea el adecuado y luego operar. Con esto conseguimos que las estancias en el hospital sean más cortas, que las heridas cicatricen antes… y esto influye en el coste, pero también en la calidad de vida del paciente, cuya recuperación es mucho mejor". 

Mari Lourdes de Torres explicaba que un caso claro de la relación entre desnutrición y estado de salud son las úlceras por presión. "Fuimos las enfermeras las que nos dimos cuenta de que los pacientes desnutridos presentaban más úlceras por presión, los tratamientos eran más largos y la cicatrización más lenta. El manejo de estas lesiones es carísimo, pero es que además son procesos muy dolorosos para el paciente", afirmaba. 

Detrás de la obesidad en mayores puede haber pacientes desnutridos con una pensión muy baja. Foto: Bigstock

La importancia de la formación 

Para evitar estas situaciones, según Mari Lourdes de Torres, es "esencial" que las enfermeras de Atención Primaria presten especial atención al estado nutricional de sus pacientes, sobre todo cuando se trata de personas mayores. "Muchas de estas personas pueden llegar a la consulta por otro motivo, pero debemos estar alerta para detectar a aquellos que presentan desnutrición. A veces, un simple gesto como pasar la mano por la cabeza del paciente y observar una caída anormal del cabello puede ser la señal de alerta de que ese paciente no está bien nutrido. A partir de ahí, debe realizarse un test de cribado nutricional y cuantificar resultados. También debemos aprovechar las visitas domiciliarias para ver qué tipo de alimentos tienen nuestros pacientes en la nevera, si está vacía o si solo tiene productos poco nutritivos. Las enfermeras debemos actuar de forma integral, prestando atención al conjunto bio-psico-social del paciente, educándole y acompañándole en su proceso de recuperación", explicó.

Del mismo modo, en las residencias de mayores consideran que "es preciso que al menos haya una enfermera por planta y que esta preste atención al estado nutricional de sus pacientes". 

Hacer frente a la desnutrición en mayores

En estos casos, han explicado que existen dos opciones para tratar a un paciente desnutrido. La intervención a través de la alimentación fortificada es una de ellas, en concreto, la introducción de proteínas de calidad resulta esencial. "Podemos recurrir a los purés altamente proteicos. Basta hacer un puré de patatas con verduras al que añadiremos la clara de un huevo o un huevo cocido y la clara de otro y un muslo de pollo o conejo, muy fácil de triturar", señala Carmen Martín Salinas, presidenta de AdENyD.

El puré es "especialmente útil en el caso de los pacientes con disfagia, es decir, aquellos que tienen dificultades al tragar los alimentos", añadía Idoia Sáez de Argandoña, enfermera de la Unidad de Nutrición del Hospital de Txagorritxu en Vitoria. En caso de que el paciente no quisiese tomarlos, aconsejan "empezar las comidas por el segundo plato: un filete de ternera con un huevo puede ser un buen ejemplo de un plato altamente proteico y eficaz en estos casos. Si a continuación el paciente aún tiene hambre, puede pasar al primer plato. Así nos aseguramos de que ha ingerido la proteína. Las enfermeras debemos trabajar con ellos en la elaboración de menús semanales en los que variemos los alimentos para evitar que el paciente se canse y acabe abandonando la dieta". 

"Vitaminas y minerales son el coadyuvante necesario para que las proteínas se fijen mejor", por lo que es importante no olvidar complementar los alimentos ricos en proteínas con frutas, verduras y hortalizas

Si esto no es suficiente, la segunda opción es la introducción de suplementos nutricionales orales (SNO). "Gracias a ellos conseguimos que los pacientes se recuperen antes. Estos productos consiguen texturas y sabores agradables que facilitan al paciente la alimentación y evitan, en muchos casos, que tengamos que recurrir a la nutrición enteral, con lo que ello supone para el paciente en su calidad de vida", explicó de Torres.

Ante esto, la directora de ISFOS, Pilar Fernández, subrayaba que "las enfermeras somos esenciales en la educación del paciente en todo lo que se refiere a prevención y promoción de la salud. En este caso, hemos querido centrarnos en la desnutrición, un problema importante que tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas que lo padecen y representa un elevado coste para el sistema de salud. Con esta formación queremos sensibilizar y formar a nuestras enfermeras en la prevención, pero también en el diagnóstico, en saber dónde debemos mirar para detectar estos casos, y en la intervención, una intervención en la que participamos distintos profesionales y en la que enfermería es fundamental".

Sobre el autor:

María Bonillo

María Bonillo

María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.

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