La forma en la que este abuelo despide cada día a su nieta se hace viral

Lo que hacen los abuelos por los nietos es infinito, y no importa la edad que tengan, ninguno de los dos. Los recuerdos que tienen aquellos que han tenido la suerte de poder crecer rodeados de sus abuelos y abuelas se atesoran con gran valor, y los buenos momentos que todavía pueden vivir con ellos se comparten con gran entusiasmo. Así lo ha hecho una usuaria en las redes sociales, quien ha querido mostrar la enternecedora tradición que tiene su abuelo con ella.

El abuelo de Haley tiene 89 años, así lo explicaba ella en los vídeos que ella misma ha publicado en sus redes sociales, donde cuenta que cada vez que va a visitarlo a su casa, su abuelo no pierde nunca la oportunidad de hacer algo que ha enternecido a miles de usuarios en Internet. Es más, cada uno de los vídeos que Haley ha compartido mostrando este bonito momento, se ha viralizado rápidamente. 

Tal y como Haley cuenta, cada vez que ella se marcha, su abuelo sale fuera con ella y corre junto a su coche para despedirla. "Lo hace siempre", asegura, mostrando diferentes vídeos en los que, efectivamente, se puede ver a su abuelo corriendo, con una gran sonrisa, para despedir a su nieta, mientras ella le dice: "Te quiero". Incluso en la oscuridad, aunque necesite ayuda para correr, nada lo detiene. 

Este encantador gesto ha motivado a muchos usuarios en las redes a compartir algunos momentos parecidos que han vivido con sus abuelos y abuelas: "Mis abuelos y mi tía se despedían de nosotros hasta que nuestro autobús estaba completamente fuera de su vista. Mi abuelo se molestaba por unas horas y lloraba todo el viaje a casa (4 horas seguidas). Son mis personas favoritas en todo el mundo y doy gracias a Dios por ellos. Verdaderamente son ángeles en la tierra", escribía una usuaria. 

"Mi padre hacía esto con mis hijos siempre. ¡Lo hecho de menos!", "Mi abuelo hacía lo mismo y luego gritaba... Oye, para, como si algo fuese mal... y luego procedía a decir Tus ruedas se están moviendo", comentaban algunos más, coincidiendo todos en que, definitivamente, tener un abuelo o abuela "es un regalo".