El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha publicado su informe sobre vigilancia conjunta en España de la gripe, la COVID-19 y la infección causada por el virus respiratorio sincitial (VRS) durante la temporada 2021-2022, que muestra que en la pasada temporada la gripe circuló todo el verano.
Así, se han observado dos epidemias de gripe, una en su periodo habitual y la segunda más tardía y prolongada que en temporadas previas, con un predominio de A(H3N2). La mayor afectación en Atención Primaria se ha producido en menores de 15 años y en 65 o más años en hospitales. Los indicadores PISA sugieren una transmisibilidad media y moderada-alta en el pico de actividad gripal, una gravedad clínica baja y un impacto bajo en la población.
La primera epidemia gripal se presentó en noviembre-diciembre de 2021 y poco después inició un descenso precoz, coincidiendo con la expansión de la variante Ómicron, que llegó a circular de forma casi absoluta en enero de 2022. Cuando el sexto periodo pandémico de COVID-19 comenzó a disminuir, la circulación gripal se intensificó de nuevo dando lugar a una segunda onda gripal, más tardía que todas las epidemias gripales previas desde 2009 (marzo-junio 2022) y de mayor y duración, así como de mayor intensidad que la primera onda gripal de la temporada 2021-22.
En cuanto al virus SARS-CoV-2, el informe muestra que esta temporada se caracterizaron los periodos pandémicos sexto y séptimo de COVID-19, con menores tasas de hospitalización en el séptimo periodo. La gravedad de la pandemia de COVID-19 disminuyó a lo largo de la temporada, en términos de admisión en UCI y letalidad entre los pacientes hospitalizados. Las personas de 80 y más años fueron las que experimentaron mayor gravedad.
En términos de letalidad entre hospitalizados, la COVID-19 fue más grave que la gripe, y ésta que el VRS. En términos de admisión en UCI, el VRS produjo la mayor proporción de admisiones en UCI entre los hospitalizados.
En la segunda temporada de funcionamiento de los sistemas de vigilancia de infección respiratoria aguda (SiVIRA), con la vigilancia centinela de IRAs en Atención Primaria y de IRAG en hospitales, han demostrado cumplir con los objetivos propuestos de la vigilancia integral de infección respiratoria, proporcionando una información oportuna para guiar la toma de decisiones en la vigilancia y control de enfermedades víricas respiratorias. Se vislumbran como una realidad en la transición de la vigilancia universal de COVID-19 hacia sistemas que permitan vigilar a la vez gripe, SARS-CoV-2, VRS y cualquier otro virus respiratorio circulante o emergente.
