Parece increíble, pero podemos garantizar que es cierto. Hasta la fecha, ningún político nos había contestado algo tan de sentido común como que en el diseño de las políticas públicas hay que segmentar qué se quiere decir cuando se habla de personas mayores, "porque las necesidades de una persona de 65 a 75 años con un buen estado de salud, no son las mismas de una persona de 75 a 85 años y por tanto, hemos de pensar políticas diferentes para cada segmento de edad". Y ha tenido que ser un político de 76 años el que lo diga.
Xavier Trias, candidato de Junts per Catalunya a la alcaldía de Barcelona en las próximas elecciones del 28 de mayo, se presenta con la convicción de que se hará con la victoria, recuperará el puesto y le arrebatará a Ada Colau (Barcelona en Comú) las llaves de la Ciudad Condal.
65YMÁS ha enviado un cuestionario a todos los candidatos de los partidos con representación en el consistorio para conocer las medidas que plantean para un colectivo formado por 349.615 personas, el 21% de la población de la ciudad. El exalcalde de Barcelona propone, entre otras medidas, la elaboración de un censo de mayores que viven solos, mejorar la participación del colectivo y crear una línea de subvenciones para adecuar viviendas y hacerlas accesibles.
- PREGUNTA: ¿Cuáles son los problemas de los mayores en su ciudad?
- RESPUESTA: La realidad es que en el 2030, una de cada tres personas de nuestra ciudad tendrá 60 años o más, por tanto, las políticas públicas que diseñemos a largo plazo, a 10 años vista, han de responder a esta realidad demográfica. La ciudad ha de dar respuesta y ser amigable con todas las edades; tenemos también que aprovechar el saber y la experiencia de las personas mayores, que son un activo social imprescindible.
En el diseño de las políticas públicas hemos de ser capaces de segmentar qué queremos decir cuando hablamos de personas mayores, porque las necesidades de una persona de 65 a 75 años con un buen estado de salud, no son las mismas de una persona de 75 a 85 años y por tanto, hemos de pensar políticas diferentes para cada segmento de edad.
A nivel de transporte, Barcelona es una ciudad muy accesible, que no quiere decir que no haya aspectos que mejorar, pero es una ciudad donde se puede acceder bastante bien al transporte público. Otro aspecto diferente es el de la brecha digital. Las personas mayores actualmente, no solo en Barcelona, se enfrentan a los problemas de accesibilidad derivados de la tecnología. La relación con las entidades bancarias, con el centro de salud, con la administración, todo pasa por la tecnología y no podemos permitir que este hecho deje a nadie atrás, hay que garantizar mecanismos, desde el municipio, para dar soporte físico a las personas que ya no puedan aprender a manejarse con la tecnología, o bien que necesiten más ayuda para aprender.
- P.: ¿Cuenta en su programa con medidas enfocadas a los mayores? ¿Cuáles?
- R.: Estamos en fase de elaboración de nuestro programa electoral que, por supuesto, tendrá, como ya sucedió en el 2019, un apartado específico para personas mayores.
Algunas de las medidas que proponemos serán:
- Elaborar un censo de personas mayores de 65 que vivan solas y que no sean usuarias de ningún servicio municipal i establecer comunicación periódica.
- Mejorar la participación de las personas mayores en la vida asociativa de la ciudad y en gestión de los equipamientos de gente mayor
- Fomentar un estilo de vida saludable y la práctica del ejercicio físico; luchar contra los problemas de accesibilidad derivados de la tecnología.
- Fomentar el buen trato y la lucha contra el edadismo con acciones concretas
- Mejorar el programa de atención domiciliaria de la ciudad, y también el sistema de tele-asistencia.
- Crear una línea de subvenciones para poder adecuar las viviendas y hacerlas accesibles.
- P.: ¿Proponen alguna política o actuación concreta destinada a combatir la soledad no deseada de los mayores? ¿Cuál?
- R.: Creemos que no sólo hay que incidir en las personas solas que son usuarias de tele-asistencia, también proponemos mejorar e impulsar herramientas tecnológicas para poder llegar a personas que están solas, bien porque aún no son tan mayores o porque creen que no lo necesitan, y que no son usuarias de ningún servicio municipal como la tele-asistencia o la atención domiciliaria. Proponemos tener un censo de personas de más de 65 años que viven solas y establecer un contacto periódico para poder saber cómo están y ofrecer los diferentes servicios existentes en la cartera de servicios municipal, así como informar de las actividades comunitarias del barrio donde viven. Queremos también potenciar la creación de redes solidarias contra la soledad no deseada con el fin de que los mayores se sientan útiles, con mayor calidad de vida; hay que combatir la soledad no deseada porque abre la puerta al aislamiento, la disminución de expectativas y reduce la oportunidad de disfrutar de un envejecimiento activo y saludable.
- P.: Sobre el modelo de envejecimiento activo (centros de mayores, actividades, participación, etc.), ¿qué modelo defienden?
- R.: Defendemos la participación activa de las personas mayores en la gestión de los centros de mayores o “casals”, que es como los llamamos en Barcelona, para realizar actividades las personas mayores de 65 años. De un tiempo hemos observado y también nos lo han manifestado diversas asociaciones de personas mayores, de la perdida de participación y de gobierno de estos centros por parte de la gente mayor. Se relega a la gente mayor usuaria a ser receptora de las actividades, sujetos pasivos sin poder participar en la toma de decisiones, cuando en Barcelona venimos de un modelo de gestión de los “casales” donde la gestora de los propios centros estaba participada de manera relevante por una junta gestora formada por los mismos usuarios.
También hay que potenciar que las personas mayores no solo hagan actividades específicas para gente mayor, sino que generemos espacios vecinales y cívicos intergeneracionales. En este sentido, las fiestas populares, la cultura popular, la participación vecinal… son espacios idóneos para fomentar que gente de todas las edades confluya para trabajar por un objetivo común.
- P.: ¿Qué proponen hacer para que su ciudad sea amigable con las personas mayores?
- R.: Anteriormente he ido respondiendo, lo más relevante es tener en cuenta a las personas mayores cuando se diseñan las políticas de la ciudad, todas, las de salud, las de urbanismo; en todo aquello que realizamos hay que tener en cuenta a todos los colectivos, pero en especial los colectivos que presentan más dificultades.
- P.: ¿Descuentos para los mayores en su ciudad? ¿Se plantean algunos?
- R.: En Barcelona contamos con la llamada ‘tarjeta rosa’, que da derecho a las personas beneficiarias de disfrutar de una infinidad de ventajas en diversos establecimientos y ámbitos tan variados como: la cultura y el ocio (teatros, cines, museos, librerías...); la salud (odontología, fisioterapia, óptica, audiología...); la belleza (peluquería y estética); los deportes (centros deportivos públicos y privados), entre muchos otros.
También permite tener descuentos en cursos y talleres. Se pueden beneficiar las personas mayores de 60 años o con una discapacidad igual o superior del 33% acreditada y con pocos recursos económicos. En estos momentos disponen de tarjeta rosa más de 245.000 ciudadanos y ciudadanas de Barcelona.
- P.: ¿Cree que son necesarias políticas municipales para combatir el edadismo?
- R.: Son muy necesarias; el edadismo es una lacra de nuestra sociedad y hemos de fomentar y defender las políticas que favorecen el buen trato y la no discriminación por razón de edad. Yo tengo 76 años y voy a ganar las elecciones en Barcelona.
