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Conocimos este caso en septiembre. Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Granada a un varón español de 76 años y sin antecedentes penales, como presunto responsable de la regularización fraudulenta de no menos de 140 extranjeros, para lo que se habría servido de la concertación de matrimonios y parejas de hecho para conseguir finalmente permisos de residencia. En esta esta operación también fueron detenidas otras cuatro personas, dos varones y dos mujeres, que habrían participado como contrayentes y testigos en uno de estos enlaces.
El diario El Español ha dado ahora detalles de cómo era el modus operandi. Contactaban con un extranjero sin papeles, le pedían 8.000 euros y convencían a un ciudadano español, de origen marginal y con deudas de juego, a cambio de una comisión para que se casase con el primero y consiguiese regularizar su situación en España. Para conseguir a los testigos del enlace hacían lo mismo, los convencían a golpe de talonario e incluso en ocasiones eran familia de los propios contrayentes. Así, durante más de diez años, es como un falso abogado, al que todos conocen como El Zamorano y su hija, Vanesa, han logrado hacer caja nacionalizando ilegalmente a 140 extranjeros.
La investigación se remonta a varios años atrás, cuando los agentes tuvieron conocimiento a través de distintos colectivos, entre ellos letrados profesionales, que apuntaban el posible intrusismo de un hombre de edad avanzada que se hacía pasar por abogado y que se dedicaba a concertar matrimonios y parejas de hecho. Dichos enlaces tenían lugar entre españoles de origen o nacionalizados y un extranjero o extranjera en situación irregular, bajo la apariencia de matrimonio o análoga relación de afectividad, siendo la finalidad última la obtención de un ventajoso permiso de residencia como familiar de un ciudadano de la Unión Europea y, consecuentemente, beneficiario del derecho comunitario.
La actividad de este individuo, muy conocido en los registros de la administración central y autonómica, llegando incluso a desplazarse hasta el Registro Civil Central de Madrid para inscribir matrimonios de españoles celebrados en el extranjero y nacimientos de hijos de españoles, tuvo su desarrollo entre los años 2010 y 2020.
El presunto autor, siempre bien vestido y sirviéndose de una buena dosis de labia y habilidad para las relaciones sociales, concertaba entrevistas con sus potenciales representados, siempre extranjeros en situación irregular, en sitios que no llamaban la atención como cafeterías o plazas públicas, para evitar ser localizado y señalado por la utilización de una oficina física. No obstante, este hecho no fue obstáculo para que en el período de diez años consiguiera dar trámite al menos a 140 expedientes de regularización, llegando incluso a participar en algunos enlaces como falso testigo. Esta documentación fue hallada durante el registro judicial llevado a cabo en su domicilio, ubicado en una barriada acomodada de la zona sur de la capital.
Los agentes de policía, en relación con la actividad de este falso abogado, detuvieron a los participantes en uno de los últimos enlaces concertado por el mencionado individuo. Se trata de los contrayentes y los testigos de una boda civil celebrada en diciembre de 2019. La pareja estaba constituida por una mujer de nacionalidad dominicana y 52 años de edad, sin antecedentes policiales previos y un nacional español de 60 años con antecedentes policiales. Por su parte, los testigos fueron un nacional español, de 39 años, con antecedentes policiales y sobrino del contrayente, junto con una dominicana de 55 años, naturalizada española y hermana de la mujer que contrajo nupcias.