Las confesiones del Rey emérito antes de sus memorias: "El 23F hubo 3 golpes y Armada me traicionó"
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Miércoles 29 de octubre de 2025
ACTUALIZADO : Miércoles 29 de octubre de 2025 a las 12:31 H
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En la primera entrevista que concede desde su exilio en 2020 habla de la Transición y su exilio
El Rey emérito ha querido reivindicar su papel en la llegada de la democracia a España en vísperas del 50 aniversario de su llegada al trono y lo ha hecho en una entrevista en el diario francés Le Figaro en la que subraya que ésta "no cayó del cielo" y lamenta que en la política actual no reine el "espíritu de la Transición".
"La democracia no cayó del cielo", ha sostenido Juan Carlos I en su primera entrevista desde que se marchó al exilio en agosto de 2020 y se instaló en Abu Dabi, donde se ha llevado a cabo como preludio de la publicación el próximo 5 de noviembre de sus memorias en Francia.
Según ha explicado, tuvo dudas de si escribir el libro, para el que ha contado con la ayuda de la escritora francesa Laurece Debray y que bajo el título 'Reconciliación' publicará la editorial Stock. "Pero he visto que poco a poco los hijos y los nietos de mis amigos no tenían la menor idea sobre Franco ni sobre la Transición democrática que siguió".
Sin embargo, "los años 1970 no están tan lejos", ha subrayado, en vísperas de que el próximo 20 de noviembre se cumplan 50 años de la muerte de Franco y el 22 medio siglo de su llegada al trono. "Pensé que hacía falta dar el testimonio directo de lo que viví durante 39 años de servicio al país", ha añadido.
Con todo, tiene claro que su libro, que será publicado en España dentro de unas semanas por Planeta, va a generar revuelo. "Voy a ser atacado, habrá que comprarse un escudo", ha bromeado el emérito, quien confía que sus memorias sirvan para exorcizar "nuestros demonios, que están regresando".
En las páginas del libro, que según apunta 'Le Figaro' el actual monarca trató de convencer a su padre de no publicar, Don Juan Carlos repasa su vida, empezando por su llegada a España, su relación con Franco y la Transición, así como el golpe de Estado del 23-F, y otros pasajes de su vida.

Franco y el 23F
Respecto a Franco, ha subrayado que fue quien le hizo Rey "para crear un régimen más abierto". "Durante dos años tuve todos los poderes. El poder de indultar o de refrendar la pena de muerte. No tuve que hacerlo, gracias a Dios, ya que si hubiera dicho que no entonces, los generales me habrían derrocado", ha apuntado en la entrevista.
Y en lo que se refiere al golpe de Estado de 1981, no duda en reconocer que le dolió la implicación de Alfonso Armada. "No hubo un golpe, sino tres. El golpe de (Antonio) Tejero, el de Armada y el de los diputados próximos al franquismo. Alfonso Armada estuvo 17 años a mi lado. Le quería mucho y me traicionó. Convenció a los generales de que hablaba en mi nombre", ha denunciado.
Quien fuera Rey durante casi cuatro décadas explica que su padre, Don Juan, le enseñó que debía "hablar y escuchar a aquellos" que no estaban de acuerdo con él y defiende que su carácter le permitió "ver a las personas de forma humana, no solo desde el punto de vista político". "Era útil para mi país ser siempre un canal de comunicación y de intercambio", ha destacado.
En este sentido, en la entrevista habla de cómo se gestó la legalización del PCE y de su relación con Santiago Carrillo. Según ha relatado, utilizó como canal para contactar con el líder comunista al entonces presidente de Rumanía, Nicolae Ceacescu, quien le comentó que este veraneaba en su país. El mensaje era "no desatéis una guerra civil tras la muerte de Franco, dadme tiempo para legalizaros", algo que ocurrió en abril de 1977.
"Era una época en la que izquierda, y especialmente el Partido Comunista, respetaba las instituciones del Estado", ha valorado Don Juan Carlos. "Lamento que un cierto espíritu político, que denominamos el 'espíritu de la Transición' se haya perdido en detrimento de España y de sus intereses", ha reconocido.

Lamenta que él nunca ha sido libre
Juan Carlos I también ha comentado en su entrevista el motivo de su exilio en Emiratos Árabes Unidos, explicando que si se marchó tan lejos de España fue "para ayudar a mi hijo". "Busqué un lugar donde los periodistas de mi país no pudieran venir a encontrarme fácilmente", ha añadido.
El Rey emérito no oculta su nostalgia de España y su deseo de poder regresar del exilio en Abu Dabi, donde pensó que solo estaría unas semanas pero ya lleva cinco años. Pero sobre todo se lamenta de que, después de haber dado la libertad a los españoles tras instaurar la democracia, él nunca ha podido ser libre y su futuro depende ahora de lo que decida su hijo, Felipe VI, y el Gobierno de Pedro Sánchez.
En un adelanto de sus memorias al semanario galo 'Le Point', ha declarado que "desde mi nacimiento, no soy dueño de mi destino", se queja amargamente Don Juan Carlos, que en sus memorias repasa entre otros su primer viaje a España en tren después del acuerdo alcanzado entre su padre, Don Juan, y Franco, y también su primer encuentro con el caudillo y su relación casi paterno-filial.
Aún ahora, añade el que fuera Rey durante casi cuatro décadas, "debo conformarme con los deseos de la Casa Real y el Gobierno actual". En última instancia, "mi vida habrá sido dictada por las exigencias de España y del trono", subraya.
"Di la libertad a los españoles instaurando la democracia pero nunca he podido beneficiarme yo mismo de esta libertad. Ahora que mi hijo me ha dado la espalda por deber, que quienes se dicen mis amigos me han dado la espalda, me doy cuenta de que nunca he sido libre", se lamenta.

Exilio en Abu Dabi
En cuanto a su exilio en Abu Dabi, donde fue acogido por el ahora presidente de Emiratos, Mohamed bin Zayed, Don Juan Carlos asegura que su hijo no sabía su destino y admite que pensó que solo sería durante unas semanas.
"Ninguna guerra, ninguna investigación judicial me obligaba a ello. Frente a la presión de los medios y del Gobierno, tras la revelación de la existencia de una cuenta bancaria que tenía en Suiza y acusaciones totalmente infundadas de comisiones, decidí partir para no lastrar el buen funcionamiento de la Corona, ni perjudicar a mi hijo en el ejercicio de sus funciones de soberano", explica en otro pasaje.
El Rey emérito, al que según señala 'Le Point' no le gusta este apelativo y preferiría que le llamaran "rey padre", admite que su desarraigo y aislamiento actual en el ocaso de su vida "no es fácil". "Estoy resignado, herido por un sentimiento de abandono", reconoce.
Según explica, no consigue contener la emoción cuando piensa en ciertos miembros de su familia para los que ya no cuenta "y sobre todo en España", que echa tanto de menos, en aparente referencia tanto a su hijo como a su nieta y futura reina, la Princesa Leonor.

Consejo para la princesa Leonor
Preguntado por el autor del artículo en 'Le Point' sobre si tiene algún consejo que dar a la Princesa de Asturias, Don Juan Carlos le recomienda que "sea segura de sí misma, que cumpla con su deber con simpatía y bondad y que sea la garante del respeto de la Constitución española".
"Vivo sin perspectiva, sin ninguna certidumbre de poder regresar a vivir a mi país, incluso si todos los asuntos jurídicos han sido cerrados y no hay nada en mi contra", se queja, subrayando que sigue "en pie frente a todo, por instinto de supervivencia, por fuerza de carácter".
En los extractos adelantados por 'Le Point', el antiguo monarca también aborda su muerte y su funeral. Cuando llegue el momento "podrán hacer lo que quieran conmigo", sostiene, asegurando desconocer si hay planes ya previstos para su funeral.
Su futuro, en manos del Gobierno
Según recuerda, el panteón real en el Monasterio del Escorial está lleno pero hay espacio para construir otro. "¿Qué decidirá el Gobierno? Todo está en sus manos, es una cuestión de presupuesto y voluntad", opina el emérito, de 87 años. "En estos momentos, me parece que no hay nada decidido ni organizado", apunta.
"La única certidumbre", añade, es que el cuerpo reposa durante 25 años en el "pudridero" antes de que finalmente los monjes del monasterio rompan los huesos y los introduzcan en una urna para su traslado al panteón real. Don Juan Carlos reconoce que no le gusta mucho la idea pero es una tradición que se remonta a la época de los Habsburgo.
"No sé si escaparé a ello, pero poco me importa", asegura. "Sobre todo, lo que espero mientras esté vivo es tener una jubilación tranquila, renovar la relación armoniosa con mi hijo y, sobre todo, regresar a España, a casa", remata.
En sus declaraciones a 'Le Point', Don Juan Carlos defiende su decisión de publicar ahora sus memorias, en vísperas de que se cumplan 50 años de su llegada al trono y de la restauración de la monarquía. "Tengo la sensación de que me roban el relato de mi vida", se queja.
"Ha habido muchas mentiras y exageraciones en lo que se ha dicho de mí, entonces he querido contar mi historia, mi versión, a corazón abierto, y hablar de todos los temas con sinceridad", se justifica.

La relación con Corina, un error
Entre los temas que aborda en sus memorias está también su relación con Corina Larssen. "Esta relación fue un error que lamento amargamente", admite, subrayando que "aunque parezca banal" en ocasiones los hombres y las mujeres se ven "cegados hasta tal punto que no ven la evidencia".
"Tuvo un impacto nocivo en mi reinado y en mi vida familiar, erosionó la armonía y la estabilidad de estos dos aspectos esenciales de mi existencia, llevándome finalmente a tomar la difícil decisión de abandonar España", reconoce.
Según el emérito, empañó su "reputación a ojos de los españoles". "En esta caza al hombre, he resultado ser una presa fácil, pero esa debilidad es la de un hombre, ella nunca interfirió en mis preocupaciones de rey por mi país", recalca.



