Paula Peñaranda
Alimentación
Alimentos tóxicos para perros y gatos: lo que nunca debes dar de comer a tu mascota
Chocolate, uvas, cebolla o xilitol pueden causar graves intoxicaciones

La alimentación adecuada de perros y gatos es esencial para su salud y bienestar. Además del pienso específico, las dietas crudas tipo BARF o los alimentos húmedos formulados para ellos, también pueden consumir ciertas frutas y verduras como plátano, sandía, guisantes, calabacín, zanahoria, patata cocida (nunca cruda) o manzana sin corazón, ya que esta parte es altamente tóxica. Incluso se les pueden ofrecer cubitos de caldo congelados como un premio ocasional.
Sin embargo, existen alimentos comunes que pueden resultar peligrosos para su salud. La ingesta de algunos productos puede causar efectos graves, por lo que es crucial conocer cuáles deben evitarse. La toxicidad varía según el tipo de alimento, la cantidad consumida y la especie del animal, ya que perros y gatos metabolizan de forma diferente a los humanos. Estar bien informado ayuda a prevenir accidentes y permite actuar con rapidez si se sospecha una intoxicación.
El Servicio de Información Toxicológica (SIT) también atiende consultas veterinarias relacionadas con intoxicaciones en animales, muchas de ellas derivadas del consumo de alimentos no aptos. Esto subraya la importancia de difundir qué productos deben mantenerse fuera del alcance de nuestras mascotas.
Para cualquier emergencia o consulta relacionada con intoxicaciones, puedes contactar con el SIT las 24 horas del día en el teléfono 915 620 420.
Alimentos tóxicos para los perros
Chocolate y cafeína: Contienen teobromina y cafeína, lo que provoca una toxicidad acumulativa que afecta el sistema nervioso y cardiovascular. Los sintómas son vómitos, diarreas, hiperactividad, taquicardia, temblores y, en casos severos, convulsiones y fallo cardíaco.
Uvas y pasas: Pueden causar insuficiencia renal aguda en perros. Los signos incluyen vómitos, letargo, pérdida de apetito, diarrea y signos de dolor abdominal, y más adelante deshidratación severa y disminución de la producción de orina.
Cebolla, ajo y puerro: Contienen compuestos sulfurosos y disulfuro de N-propil que dañan los glóbulos rojos, causando anemia hemolítica en perros. Los síntomas pueden tardar en aparecer y se manifiestan como letargo, debilidad, encías pálidas (debido a la anemia), aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca.

Xilitol (edulcorante): Provoca una rápida liberación de insulina en los perros, lo que genera hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en la sangre). Los síntomas incluyen vómitos, letargo, pérdida de coordinación, convulsiones y, en casos agudos, colapso súbito.
Alcohol: El sistema de los perros no está preparado para metabolizarlo, lo que puede provocar una intoxicación etílica severa. Se pueden observar vómitos, diarrea, desorientación, letargo, dificultad para coordinar movimientos, depresión del sistema nervioso central y, en casos extremos, coma y fallecimiento.
Aguacate: Contiene una sustancia llamada persina, la cual, en grandes cantidades, puede inducir problemas gastrointestinales e incluso afectar el sistema cardiovascular de los perros. Pueden experimentar vómitos, diarrea y en ocasiones, dificultades respiratorias leves.
Nueces de Macadamia: Contienen compuestos tóxicos que afectan el sistema nervioso y muscular del perro. La ingestión de entre 6 y 40 nueces puede provocar un envenenamiento grave. Pueden presentar dolores abdominales, vómitos, palidez de las mucosas, debilidad en las extremidades inferiores, temblores, debilidad.

Huesos cocidos: Se astillan fácilmente y pueden causar obstrucciones o perforaciones en el tracto digestivo de los perros. Los signos incluyen dolor abdominal, vómitos, estreñimiento, sangre en las heces o signos de peritonitis en casos de perforación.
Alimentos tóxicos para gatos
Chocolate y cafeína: Los gatos son sensibles a la teobromina y la cafeína, que pueden causarles alteraciones neurológicas y cardiovasculares. Los síntomas son vómitos, diarrea, hiperactividad, temblores, convulsiones e incluso la muerte en casos extremos.
Cebolla y ajo: Daña los glóbulos rojos y provoca anemia. Los gatos pueden presentar letargo, debilidad, encías pálidas, pérdida de apetito y malestar general.
Uvas y pasas: Pueden causar insuficiencia renal aguda en los felinos. Los signos a observar incluyen vómitos, letargo, diarrea y, en fases avanzadas, una notable disminución en la producción de orina.

Lácteos: La ingesta de productos lácteos puede provocar problemas digestivos, ya que el sistema digestivo de los felinos no produce suficientes enzimas para metabolizarla adecuadamente. Entre los síntomas se encuentran vómitos, diarrea y malestar abdominal, que en algunos casos se combinan con letargo y deshidratación.
Pescado crudo: El consumo de pescado crudo puede conllevar riesgos porque contiene parásitos, bacterias o enzimas como la tiaminasa que pueden destruir la tiamina (vitamina B1), vital para el sistema nervioso. Pueden mostrar convulsiones, ataxia (pérdida de coordinación) y otros trastornos neurológicos.

Alcohol: Les sucede lo mismo que a los perros, aunque es menos frecuente que se presenten casos en felinos. Vómitos, desorientación y depresión del sistema nervioso pueden presentarse tras la ingestión de incluso pequeñas cantidades de alcohol.
Alimentos poco recomendables
Productos lácteos: Los perros pero sobre todo los gatos pueden ser intolerantes a la lactosa, y les puede generar trastornos digestivos (diarrea, vómitos y malestar estomacal). Mejor ofrecer alternativas sin lactosa o productos específicos para mascotas.
Alimentos con alto contenido en grasas: Un consumo elevado de estos puede llevar a pancreatitis, obesidad y problemas cardiovasculares. Que las mascotas mantengan una dieta equilibrada.
Excesos de sal y azúcar: La sal en exceso puede causar deshidratación y problemas renales, mientras que el azúcar puede contribuir a la obesidad y a problemas dentales. Limitar alimentos procesados y evitar condimentar la comida de tus mascotas con sal o azúcares añadidos.

Alimentos altamente procesados: Estos productos suelen tener aditivos, colorantes y conservantes que podrían desencadenar alergias o problemas gastrointestinales en algunas mascotas. Mejor optar por alimentos naturales o de calidad comprobada, y consultar con un veterinario sobre la mejor dieta para tu mascota.
Huesos crudos y otros restos de comidas: Hay que tener cuidado con huesos demasiado duros que pueden causar fracturas dentales o fragmentarse y dañar el sistema digestivo. Siempre asesorarse con el veterinario para identificar qué tipo de huesos son seguros y en qué cantidad se pueden incluir en la dieta.
Cómo actuar ante una intoxicación
- Identificar el alimento ingerido. Es fundamental conocer qué sustancia pudo haber sido ingerida para informar correctamente al veterinario. Revisa los ingredientes de productos potencialmente peligrosos en el hogar.
- No inducir el vómito sin asesoramiento profesional. Aunque en algunos casos se recomienda inducir el vómito, esto solo debe hacerse bajo indicación del veterinario, ya que en ciertos tóxicos (como el alcohol o productos corrosivos) podría empeorar la situación.
- Contactar de inmediato al veterinario. Si observas síntomas de intoxicación (vómitos recurrentes, diarrea severa, letargo, convulsiones o dificultad respiratoria), llama a tu clínica veterinaria o a un centro de emergencias veterinarias. Informar sobre la cantidad y el tipo de alimento ingerido es esencial.
- Mantener la calma y registrar los síntomas. Anota todos los signos observados, la hora de aparición y cualquier cambio en el comportamiento de tu mascota. Esta información será vital para el equipo veterinario.

Si se ha confirmado o se sospecha que la mascota ha consumido alguno de los alimentos tóxicos, acude a consulta inmediatamente, incluso si aún no se observan síntomas.
Si el animal muestra signos como vómitos continuos, debilidad extrema, cambios en el ritmo cardíaco o respiratorio, es imprescindible acudir de urgencia. Algunas situaciones pueden permitir una intervención preventiva, como mantener al animal en observación bajo una dieta blanda o administrarle líquidos en casa (bajo indicación del veterinario). Sin embargo, la supervisión profesional es recomendada.
La prevención de intoxicaciones en mascotas es la mejor estrategia para evitar emergencias. Apunta estos principios.
- Almacenamiento seguro. Guarda todos los alimentos potencialmente peligrosos (chocolate, edulcorantes, alcohol y productos envasados que contengan xilitol) fuera del alcance de tus mascotas. Utiliza para ello armarios o contenedores cerrados para evitar el acceso accidental.
- Concienciación. Infórmate y educa a todos los miembros de la familia sobre qué alimentos son perjudiciales para perros y gatos. Comparte esta información con amigos y familiares que tengan mascotas.
- Revisión de etiquetas y productos. Al comprar alimentos o golosinas para humanos, revisa los ingredientes y evita aquellos que contengan componentes tóxicos para mascotas. Consulta información especializada de veterinarios o nutricionistas.
- Atento en reuniones y eventos. Durante celebraciones o reuniones en las que se sirvan alimentos, ten especial cuidado de que ningún alimento tóxico sea accesible a las mascotas, y mantenlas en un lugar seguro.