Practicopedia

Calefacción: ¿es más barato tenerla apagada o al mínimo?

Carlos Blanco Cocho

Lunes 31 de octubre de 2022

3 minutos

Un uso inteligente se traduce en ahorro a final de mes

Reforma PVPC: comunidades de vecinos podrán tener la nueva tarifa regulada en 2024
Carlos Blanco Cocho

Lunes 31 de octubre de 2022

3 minutos

Muchas son las causas que se han invocado para explicar por qué los precios de casi todos los productos están al alza. A día de hoy, parece que hay una sola cosa clara y esa es precisamente que, durante este otoño, las cosas van a estar muy caras. Entre ellas, la energía, clave para mantener el hogar caliente durante los meses fríos que, aunque parece que este año está costando, comienzan ya a llegar. 

Por ello, es importante saber exactamente cómo ahorrar en la factura de la calefacción ¿Realmente merece la pena mantener el sistema apagado todo el rato? ¿Es mejor encenderlo poco tiempo, aprovechando las horas más baratas? La solución a estos interrogantes no es sencilla. Algunos consejos, ya muy conocidos, pasan por cerrar todas esas ventanas para aclimatar bien o por un uso responsable del termostato. 

Dejar la calefacción encendida durante todo el día, aunque esté a una temperatura baja, puede ser cómodo pero, a efectos del precio a final de mes, no resulta muy buena idea. Ciertamente, a todos nos gusta llegar a casa y que esté aclimatada o que, al despertar, sintamos un poco de calor, pero hay un número de razones por las que esto es altamente desaconsejable

bigstock Fresh Air From Window Side Vi 461643903
Abrir las ventanas con la calefacción encendida es una práctica nada recomendable
 

Durante el día, se abren las puertas y las ventanas continuamente y eso hace que el calor producido por el sistema escape hacia el exterior. La casa, con el movimiento, se enfría inevitablemente. Es por ello que la calefacción asume un trabajo mucho mayor para mantener la casa a la temperatura deseada, incluso aunque esta sea más baja de lo normal. 

Por otro lado, tampoco resulta buena idea dejarla encendida en las horas nocturnas. Durante el invierno, sacamos las mantas y los edredones más pesados. Los hay incluso que duermen con manga larga. Recibimos el calor de estos objetos y, en consecuencia, no es necesario poner la calefacción. Es cierto que es muy agradable levantarse y que no haga frío, pero el coste que asumimos con ello no merece la pena. 

La conclusión, por tanto, es que no merece la pena mantener encendida la calefacción durante todo el día, incluso aunque pongamos el termostato a una temperatura no demasiado alta. El consumo global que implica esta práctica no se puede comparar con ese pequeño esfuerzo extra que tiene que asumir el sistema cada vez que se enciende. A ello también hay que unir el exceso de emisiones que genera un uso continuado de la calefacción. 

Sobre el autor:

Carlos Blanco Cocho

… saber más sobre el autor