Anna Blanco
Practicopedia
Consejos para entablar conversaciones con éxito
No siempre es fácil encontrar los temas adecuados para que las conversaciones no se acaben rápido
Para muchas personas empezar y mantener viva una conversación con alguien a quien apenas conoce puede ser un trance difícil de superar con éxito. Y, a nadie le gustan esos momentos incómodos en los que coincides con alguien y no sabes qué decir o preguntar. Si, además, somos tímidos, la situación puede repetirse a menudo y conseguir superarlo puede ser todo un reto.
Para aquellas ocasiones en las que queremos causar una buena impresión, no aburrir a la otra persona o evitar por todos los medios quedarnos sin temas, hagamos un repaso de cosas que pueden funcionar para que la conversación pueda transcurrir con fluidez.
Para empezar, siempre nos ayudará sonreír para dar una buena primera impresión. Nuestro interlocutor estará más receptivo a aquello que le digamos si lo hacemos con una sonrisa.
Hablar del tiempo siempre es una opción, pero mejor intentar subir el nivel para que la conversación no acabe a los pocos segundos así que mejor si estamos al tanto de los temas de actualidadpara echar mano de alguno de ellos. Ojo con sacar temas que pueden ser conflictivos por tener disparidad de opiniones como hablar de política. No hay que dar por hecho que la otra persona será de nuestro mismo parecer así que temas de actualidad, pero no conflictivos.
Por otra parte, mientras hablamos siempre es adecuado fijarnos en la otra persona y en la situacióndonde se produce la conversación para intentar averiguar cosas de ellos que puedan facilitarnos temas de conversación. Por ejemplo, si lleva una camiseta de un grupo de música o de un lugar puede darnos pie a hablar al respecto o si nos los encontramos en un autobús preguntar dónde van o si hacen siempre ese trayecto.
Además, si por ejemplo nos hablan de un viaje que han hecho recientemente, no nos limitemos a preguntar qué tal fue. Valdrá la pena esforzarnos en ampliar la batería de preguntascomo las de cómo viajaron hasta ahí, cuándo fueron, porqué eligieron ese lugar, si lo recomendarían, etc.
Hacer preguntas nos puede ayudar para cumplir con otra recomendación a tener en cuenta a la hora de mantener una conversación y es la de mostrar interés por lo que nos están diciendo. Por mucho que lancemos una pregunta, si luego no hacemos caso de la respuesta, estamos mirando hacia otro lado o al móvil, la conversación morirá rápido. Además, a todos nos gusta que la otra persona muestre interés por lo que estamos explicando.
Encontrar puntos en común con nuestro interlocutor también puede ser una buena ocasión para alargar la conversación y que se vuelva interesante. En este caso, los hijos o el fútbol suelen ser temas muy recurrentes y prácticos a utilizar.
Pero, a la vez, no tener temas en común también puede ser una oportunidad a explotar. Así, si nos hablan de un tema del que no sabemos nada, aprovechemos para preguntar sobre él y mostremos curiosidad.
Y, por último, un recurso que suele funcionar muy bien es pedir consejo u opinión sobre un tema que nos afecta porque mostrará que tenemos en consideración el parecer del otro y que valoramos su aportación.