Motivos por los que tienes que volver a usar el bidé del baño

Cuando se reforma un cuarto de baño hay que elegir entre hacer un baño clásico o moderno, siguiendo las últimas tendencias en cuanto a alicatado, colores, poner ducha o bañera, tipo de grifería y modelos de sanitarios, entre otros. Es en este último punto, la elección de los sanitarios, donde puede haber más controversia, y no precisamente al elegir el modelo, sino al decidir si hay que poner o no bidé.

Los defensores consideran que es un elemento imprescindible en el baño para la higiene íntima. Por su parte, los detractores creen que es un sanitario obsoleto con el que solo se consigue perder un espacio muy valioso en el baño, más si se tiene en cuenta que los cuartos de baño no suelen ser demasiado grandes.

La polémica está servida. Te contamos algunos pros y contras del uso del bidé y alguna alternativa a su uso si consideras que es imprescindible.

Motivos por los que tener un bidé​

• El bidé permite hacer la higiene íntima de manera más rápida y accesible.

• El gasto de agua se reduce considerablemente, pues con una ducha sencilla, de menos de 5 minutos, se gastan más de 95 litros de agua.

• Al gastar menos litros de agua, también reducimos el importe de la factura.

Además de estas ventajas, también podemos considerar el bidé como un complemento más para facilitarnos la vida. Si bien el bidé de suelo es clásico y para muchos completamente obsoleto, de la misma manera que los elementos del cuarto de baño se han ido modernizando, el bidé también lo ha hecho, presentando modelos que siguen las líneas más actuales y de formas más ergonómicas, como son el bidé compacto o el suspendido, que permiten ganar espacio en el cuarto de baño.

De todas maneras, optar por colocar o no un bidé está sujeto al espacio del que dispongamos en nuestro cuarto de baño y por supuesto a una cuestión de gustos personales.

Razones por las que prescindir del bidé

Un cuarto de baño pequeño es el principal motivo para prescindir del bidé y así disponer de un poco más de espacio para colocar un armario, mueble auxiliar o unas estanterías donde almacenar toallas y productos de higiene personal.

La decoración también influye a la hora de elegir o no el bidé. Hay quien prefiere tener un baño minimalista, más diáfano y libre de obstáculos, donde solo se vea lo imprescindible junto con algún elemento decorativo o donde destaque algún elemento sanitario, por ejemplo, una encimera grande o una ducha con mampara. De hecho, hay quien incluso sustituye el taburete por una pequeña butaca.

También cuando se tiene un baño grande, puede preferirse sacrificar el bidé en beneficio de una bañera o hidromasaje.

Alternativas al bidé

En el caso de querer aprovechar las ventajas del bidé, pero no se disponga de suficiente espacio para colocar este sanitario, existen alternativas que, por poco dinero, nos permiten realizar una higiene íntima similar, por ejemplo, las duchas higiénicas para el inodoro.

Estas duchas se encuentran fácilmente en tiendas de bricolaje y sanitarios, ferreterías o por internet y pueden ser la solución para sustituir el bidé sin renunciar a sus ventajas y la clave para tener más espacio en el cuarto de baño.

Estas duchas se pueden fijar en la pared si se está renovando el baño y tenerla al lado del inodoro. También sustituir la llave de paso que tienen todas las cisternas por una doble llave de paso a la que iría conectado el manguito de la cisterna y la manguera de la ducha.

Además, esta ducha también permite limpiar de manera más práctica el inodoro. Todo es probar.