¿Qué es una ducha Vichy? ¿Qué puede aportarte?

La ducha Vichy es una técnica hidrotermal que debe su nombre a su origen, en la ciudad francesa de Vichy, conocida por sus balnearios y por la calidad de sus aguas termales.

La Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL) explica que la ducha Vichy consiste en aplicar aguas minero-medicinales a una temperatura determinada y con un grado de presión también específico según las necesidades que presente la persona que recibe el tratamiento. Hay que matizar que esta ducha también puede realizarse con aguas sin propiedades específicas, en cuyo caso proporcionaría igualmente una gran sensación de bienestar, pero la técnica carecería de los beneficios que proporcionan las aguas minero-medicinales, las que se aplican en los tratamientos que se realizan en balnearios.

¿Qué características tiene una ducha Vichy?

Bien en un balneario o en un spa que ofrezca tratamientos de hidroterapia, la ducha Vichy consiste en tumbarte, generalmente boca abajo, en una camilla impermeabilizada para recibir el agua que cae de una ducha horizontal suspendida y de la que surge, de manera constante, agua por los distintos conductos, que suelen ser entre cuatro y ocho. Estos micro chorros, sueltan el agua en finísimos hilos (de ahí que la ducha Vichy sea un tipo de ducha filiforme) que recorren el cuerpo desde la nuca hasta la punta de los pies.

La ducha resulta relajante gracias a la acción mecánica que ejerce el agua al caer y que proporciona un suave y constante masaje. La temperatura también juega un papel importante. Generalmente, se utiliza agua templada, aunque si se desea conseguir un efecto estimulante o tonificante, también es habitual la ducha Vichy de contrastes, en la que se alterna agua fría y caliente. La duración de este tipo de tratamientos de hidroterapia suele rondar entre los 8 y los 10 minutos y admite distintas modalidades que combinan salud y belleza.

Modalidades y beneficios de la ducha Vichy

Es frecuente tomar una ducha de estas características acompañada de un masaje Vichy. Se trata un masaje profundo, que siempre realizarán profesionales especializados, y que resulta especialmente eficaz a la hora de aliviar contracturas musculares y también tensiones acumuladas a causa del estrés.

Además, la ducha Vichy también se puede combinar con la aromaterapia, incorporando aceites esenciales determinados al agua, y con otros tratamientos estéticos como las envolturas de algas o las mascarillas corporales de arcilla aplicados antes de la ducha.

En general, la ducha Vichy tiene efectos relajantes y también puede dar buenos resultados a la hora de aliviar patologías relacionadas con el sistema circulatorio, por ejemplo las piernas pesadas, aunque si se padece alguna dolencia cardiovascular, la consulta previa con el médico especialista es importante.