Cuídate

Kobido, el masaje japonés para tener un rostro firme

Teresa Rey

Viernes 15 de noviembre de 2019

ACTUALIZADO : Viernes 15 de noviembre de 2019 a las 6:14 H

2 minutos

Es una técnica milenaria que antaño estaba reservada al emperador y su familia

Kobido, masaje japonés para un rostro firme (Creative commons)
Teresa Rey

Viernes 15 de noviembre de 2019

2 minutos

La sabiduría oriental está presente en muchos campos y uno de ellos tiene que ver con la apariencia estética. Algunos de los masajes que provienen de Japón se han diseñado desde épocas ancestrales con esta finalidad. En el campo de la estética facial destaca el Kobido, un masaje japonés cuyo principal objetivo es devolver la firmeza a los rostros flácidos.

Orígenes del masaje

Como muchos de los secretos de esta cultura, este masaje japonés tiene un origen milenario. De hecho, era una técnica que en un principio solo estaba reservada para los emperadores y su corte. Luego con el tiempo se fue transmitiendo de generación en generación y su aplicación se fue generalizando, de modo que hoy podemos disfrutarlo como una opción más de tratamiento antienvejecimiento dentro de centros de estética especializados.

Técnica del Kobido

El Kobido incluye varias técnicas de masajes. Incorpora movimientos de los masajes faciales tradicionales, digitopresión, Shiatsu y drenaje linfático. Las sensaciones que percibimos cuando las manos expertas se posan sobre nuestro rostro son únicas. Empezaremos a sentir una relajación profunda y una sensación de bienestar. No debemos asustarnos porque los movimientos son suaves, rítmicos y acompasados. Además, se suele aplicar en una atmósfera preparada explícitamente para potenciar todas estas sensaciones agradables.

Los movimientos manuales del kobido sobre la cara estimulan la circulación sanguínea de las células de la piel. La tensión muscular del óvalo facial y del cuello comienzan a desaparecer lentamente mientras mantenemos los ojos cerrados y disfrutamos de las distintas presiones efectuadas sobre puntos estratégicos. Así estaremos tumbados sobre la camilla, hasta que sin casi darnos cuenta abramos los ojos y nos miremos en el espejo para comprobar que hay algo diferente en nuestro rostro.

Resultados del masaje japonés

Desde la primera sesión ya se empieza a ver una mejoría. ¿Qué es lo que notarás? Lo primero de todo es que tu piel lucirá más radiante. Este el efecto tras la primera vez. Después, el experto determinará cuántas sesiones necesitas en función de cuáles sean tus objetivos.

Aplicado varias veces a lo largo de varias sesiones, el masaje facial japonés ayuda a reducir arrugas finas y a disminuir la flacidez del rostro. En definitiva, el Kobido es un tratamiento que nos ayuda a mantener un rostro más juvenil de una forma natural usando únicamente la sabiduría de unas manos expertas.

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Teresa Rey

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