Recupera tus prendas y bolsos de cuero con este truco definitivo

Las prendas de cuero suelen durar años siempre y cuando les demos los cuidados apropiados. El cuero es una piel de animal tratada mediante curtido en el que se elimina todo aquello que pueda descomponerse, a la vez que se tiñe y se trata dependiendo del uso que se le vaya a dar. Pero, como cualquier piel, es necesario hidratarla y protegerla de la humedad para que no aparezcan manchas, moho o se resquebraje.

De esta manera, estos son los cuidados básicos si queremos que nuestras prendas de piel no noten en exceso el paso del tiempo:

• Como hemos comentado, el cuero necesita que esté hidratado y por ello existen muchos productos específicos para este tipo de piel, pero siempre se puede echar mano de una crema de manos sin loción para mantener el cuero con un buen nivel de hidratación. 
• Por otra parte, también es necesario limpiar regularmente el cuero para retirar el polvo y la suciedad que pueda haber acumulado. Para ello, utilizaremos un paño húmero (no es recomendable usar agua en exceso).   
• Si el problema es que nuestros zapatos o bolso de cuero se han mojado, la manera correcta de proceder es ponerlos a secar en un lugar a temperatura ambiente, nunca al sol o cerca de una fuente de calor en el que se incluye los secadores. Y es que hay que tener en cuenta que un cambio fuerte de temperatura puede afectar a la estructura química del cuero y cambiar su forma.
• Y a la hora de guardarlo, no es buena idea hacerlo en bolsas de plástico porque el plástico no permite que la piel respire y puede generar moho. Mejor si reservamos en nuestro armario un espacio ventilado, oscuro y seco para las prendas de cuero.

Pero ¿qué sucede si ya es tarde y el cuero tiene moho o está resquebrajado? Entonces ha llegado el momento de aplicar este truco sencillo y ecológico para recuperar la vida de nuestras prendas de cuero. Necesitaremos bicarbonato, vinagre blanco de manzana, agua y crema hidratante. Para empezar, mezclaremos el agua y el vinagre en un recipiente a partes iguales. Mojaremos un trapo en la mezcla y limpiaremos toda la prenda de cuero con él. Esperaremos a que se seque completamente y, a continuación, mojaremos el trapo con una mezcla de agua y bicarbonato y frotaremos toda la superficie de cuero para hacer desaparecer los pequeños rasguños. Y, una vez que la piel esté completamente seca, aplicaremos la crema hidratante por toda la prenda y dejaremos que se absorba.