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La prueba española que predice qué pacientes con cáncer no responderán a la quimioterapia

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Lunes 23 de junio de 2025

ACTUALIZADO : Lunes 23 de junio de 2025 a las 15:46 H

11 minutos

Es del CNIO y evitará efectos adversos y ofrecerá una terapia más eficaz. Hablamos con su coautora

La prueba española que predice qué pacientes con cáncer no responderán a la quimioterapia
Patricia Matey

Foto: Bigstock

Lunes 23 de junio de 2025

11 minutos

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El descubrimiento de la estructura del ADN abrió la puerta a la personalización de los tratamientos médicos. Esto es especialmente relevante hoy en el tratamiento del cáncer, pues permite individualizar las terapias, obteniendo más eficacia y menor toxicidad.

Fue en 1953 cuándo se descubrió la estructura de la doble hélice de ADN (ácido desoxirribonucleico) cuyos autores fueron los científicos James Watson y Francis Crick. Al develar la estructura molecular del ADN, este hallazgo abrió la puerta a la comprensión de cómo se transmite la información genética, que es la que contiene todo los datos que se necesitan para que un organismo se origine, crezca, se especialice y funcione. Asimismo, conocer esta información contenida en el material genético ha tomado particular relevancia en el tratamiento de algunas enfermedades, como por ejemplo el cáncer, donde ha favorecido la personalización de los tratamientos, documenta Roche. Es lo que hoy en día denominamos medicina personalizada o medicina de presión en le cáncer, documenta Roche

Las quimioterapias citotóxicas explotan las propiedades defectuosas de una célula cancerosa, como los mecanismos de reparación del ADN deteriorados, para conducir preferentemente a las células cancerosas a la muerte celular programada, como se documenta un estudio de ‘Nature Molecukar Systems Biology’. 

Las quimioterapias también tienen efectos perjudiciales en las células sanas, causando potencialmente efectos secundarios graves a pesar de la administración junto con la atención de apoyo moderna, como se documenta en ‘Nature Review Clinical Oncology’. Muchos de estos agentes fueron aprobados para uso clínico antes de la adopción de biomarcadores de selección de terapia, lo que contrasta con las nuevas terapias dirigidas que requieren cada vez más la presencia de pruebas diagnósticas complementarias para guiar la selección del tratamiento. 

Identificar la resistencia inherente a estos agentes podría permitir a los pacientes evitar efectos secundarios innecesarios y recibir una terapia alternativa, mejorando en última instancia los resultados generales de salud. Además, el uso preciso de citotóxicos podría reducir los costos de atención médica al disminuir el gasto en terapias ineficaces contra el cáncer e intervenciones médicas adicionales para complicaciones relacionadas con el tratamiento.

El hallazgo del CNIO 

Pues bien, llegan muy buenas noticias de la mano de científicos españoles del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Sabemos que la quimioterapia busca destruir las células tumorales y ha sido un tratamiento estándar contra el cáncer durante décadas. Sin embargo, no siempre funciona. "La ‘quimio’ es beneficiosa para algunos pacientes, pero no es efectiva en todos los casos. Entre el 20 % y el 50% de ellos no responden a estos fármacos», explica Geoff Macintyre, jefe del Grupo de Oncología Computacional del CNIO. 

El equipo dirigido por Macintyre, en colaboración con la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y la empresa emergente Tailor Bio, con sede en el mismo Cambridge, ha desarrollado un método que predice qué pacientes no responderán a los medicamentos de quimioterapia comúnmente utilizados, como las quimioterapias basadas en platino, taxanos y antraciclinas.

 

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Bárbara Hernando, Geoff Macintyre y Joe Sneath Thompson. (Comunicación CNIO).

 

En declaraciones a este diario, Bárbara Hernando, del Grupo de Oncología Computacional del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y primera co-autora del estudio, puntualiza.."Nuestro trabajo propone un cambio significativo en la forma de utilizar las quimioterapias convencionales en la práctica clínica, permitiendo identificar qué pacientes se beneficiarán realmente de estos tratamientos. Esto podría evitar la administración innecesaria de quimioterapia en pacientes que no van a responder, reduciendo así efectos secundarios innecesarios. Dado que la quimioterapia sigue siendo el tratamiento estándar para muchos tumores agresivos y/o avanzados, esta mejora a la hora de seleccionar el tratamiento podría beneficiar cada año a cientos de miles de pacientes oncológicos. Además estos biomarcadores se pueden aplicar a distintos tipos de tumores.

"Hemos encontrado una manera de convertir las quimioterapias convencionales en medicina de precisión", recuerda Macintyre. De hecho, "nuestro test abre la puerta a personalizar el uso de la quimioterapia", apostilla Hernando.

El trabajo se publica en 'Nature Genetics', con los investigadores del CNIO Joe Sneath Thompson Bary, Laura Madrid (de Tailor Bio), como primeros autores, al giual que la doctora Bernardo. 

"Es importante destacar que nuestro estudio introduce biomarcadores para la estratificación de pacientes para múltiples medicamentos que originalmente no fueron desarrollados como terapias dirigidas", afirman los autores en su ensayo.

Uso específico para tres terapias

"Nuestra prueba genómica cuantifica biomarcadores para el uso específico de tres quimioterapias. Esta prueba puede aplicarse a muchos tipos de cáncer y, por lo tanto, nuestros resultados podrían beneficiar a cientos de miles de pacientes cada año", explica Thompson.

El método desarrollado por el equipo del CNIO se basa en que muchos tumores acumulan cambios en el número de cromosomas en sus células. Una consecuencia, explica Laura Madrid, es que "las células cancerosas no tienen la cantidad adecuada de material genético".

Estos cambios cromosómicos varían en cada tumor, pero juntos forman patrones característicos o indicadores de inestabilidad cromosómica. El estudio publicado ahora desarrolla biomarcadores basados ​​en estos indicadores de inestabilidad cromosómica.

Estos permiten "detectar de antemano qué pacientes son resistentes a estos tratamientos para poder evitar efectos secundarios innecesarios", agrega Macintyre.

El uso preciso de la quimioterapia beneficia no sólo a los pacientes sino también al sistema de salud al evitar el costo de tratamientos innecesarios y complicaciones relacionadas con los efectos secundarios de la terapia.

Validado con datos de más de 800 pacientes

Una vez desarrollados los biomarcadores, el equipo del CNIO los probó de forma innovadora: mediante un ensayo simulado, es decir, con datos de pacientes ya existentes. Los autores se basaron en una gran cantidad de datos de pacientes con cáncer que ya habían recibido quimioterapia.

En concreto, el grupo trabajó con datos de 840 pacientes con diferentes tipos de cáncer. "Utilizamos datos de pacientes con cáncer de mama, próstata, ovario y sarcoma", dociumenta Hernando. Agrega, también: "Logramos demostrar la eficacia de nuestros biomarcadores de resistencia para tres tipos de quimioterapia: compuestos de platino, taxanos y antraciclinas". Tras el éxito de este estudio, ya se ha comenzado a trabajar en el desarrollo de nuevas pruebas para terapias dirigidas para determinar la amplitud de la aplicación de esta tecnología.

Este estudio ha sido posible gracias al apoyo del Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia e Innovación, Cancer Research UK y la Fundación “la Caixa”.

El camino hacia la clínica

Para llevar este conocimiento a la clínica, la tecnología ahora debe validarse en un entorno hospitalario. "Hemos recibido financiación del programa NextGenerationEU para validar nuestro test en un entorno hospitalario. Concretamente se validará en el Hospital 12 de Octubre, y este proceso nos permitirá demostrar que la tecnología está lista para ser utilizada en ensayos clínicos a partir de 2026. El siguiente paso será contactar con las agencias reguladoras para definir el proceso de implementación del test en la práctica clínica, pero esperamos que los tiempos se acorten significativamente gracias a el método innovador que hemos aplicado para validar el test en este estudio: utilizar datos ya existentes de pacientes para emular un ensayo clínico", adelanta Bernardo. 

"Llevar un biomarcador de la fase de descubrimiento a la práctica clínica no suele ser tarea fácil. Pero con perseverancia y colaboración, es posible convertir un proyecto de investigación en una tecnología verdaderamente prometedora", afirma Macintyre.

La especialista Bernardo esponde a cuáles son as alternativas que tienen los pacientes que no responden a la quimioterapia: "La mayoría de pacientes responden a algún tipo de quimioterapia, pero no a todas. Lo que hacemos es evitar tratar a un paciente con la "quimio' a la que no va a responder para poder elegir otra".

Agregaa tanibén: "Nuestro test está diseñado para que se pueda aplicar a todos los tipos de tumores, pero en el trabajo publicado lo hemos validado en pacientes con cáncer de ovario, mama, próstata y sarcoma, como se señala anteriormente. Nuestra objetivo es extenderlo a todos los pacientes con tumores agresivos y/o avanzados como pulmón, vejiga, páncreas, cérvix y gástricos.

Finalmente reconoce que "el test parte de una muestra biológica y/o datos de secuenciación que se recogen de forma rutinaria en los hospitales, como por ejemplo las biopsias que se almacenan en parafina para su evaluación patológica. Esto facilita su implantación en el entorno hospitalario".

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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