El sector financiero es el que mejor evidencia el techo de cristal que sufren todas las mujeres trabajadoras. Las entidades financieras y las aseguradoras presentan la mayor brecha salarial en España en términos absolutos. La diferencia entre lo que cobran los hombres y lo que cobran las mujeres asciende a la friolera de 15.913 euros al año. Aunque entre las trabajadoras mayores, entre 56 y 65 años, alcanza su máximo: 22.906 euros.
La brecha salarial media entre hombres y mujeres está en 5.000 euros en todos los sectores. Una brecha que aumenta con la edad, castigando en mayor medida a las trabajadoras mayores. Así, oscila desde los 619 euros en las trabajadoras menores de 18 años, hasta los 10.442 euros en las de más de 65 años.
Son algunas de las conclusiones del VIII informe ‘Brecha salarial, suelo pegajoso y techo de cristal’ publicado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha (@GESTHAsindicato).
El informe de Gestha revela que el sector de las entidades financieras y las aseguradoras presenta la mayor brecha salarial, de 15.913 euros anuales, siendo también el sector donde mejor se aprecia el techo de cristal de la mujer. La brecha va aumentando con la edad, y alcanza su máximo entre 56 y 65 años, con 22.906 euros. Entre 56 y 65 años, la brecha baja ligeramente, hasta 19.046 euros.
La brecha salarial, no es la única discriminación que sufren las mujeres en el sector financiero. Además de cobrar menos, a las mujeres les cuesta más que a los hombres llegar a los Consejos de Administración y, cuando lo hacen, permanecen menos tiempo. Según el informe EY European Financial Services Boardroom Monitor, en cuanto a la edad de los consejos de administración, los consejeros hombres tienen una edad media de 65,9 años, muy por encima de la edad media de las consejeras mujer, de 60,3 años.
A las mujeres les cuesta más que a los hombres alcanzar los Consejos de Administración de las empresas del sector financiero. Cuando llegan, ellas permanecen menos tiempo que sus pares masculinos. Y, además, las sénior sufren más el edadismo, porque los consejeros son notablemente mayores que las consejeras. Respecto al tiempo promedio que permanecen los miembros en el consejo, el informe también refleja una notable diferencia atendiendo al género. En 2023, las consejeras mantuvieron su puesto una media de 73 meses, algo menos que los 75,3 meses del año anterior. Por su parte, los consejeros promediaron 87 meses en sus puestos, un incremento en comparación con los 85,6 meses en 2022.
Quizá la brecha en el sector financiero no desaparezca inmediatamente, pero al menos quedará evidenciada a partir de ahora. La banca está obligada desde este año a rendir cuentas ante el Banco de España sobre las diferencias salariales de sus trabajadores hombres y mujeres.
Bancos y entidades de crédito tendrán que aportar datos sobre la proporción de hombres y mujeres empleados, su reparto según niveles de sueldo, así como la propia brecha salarial de género. La fecha límite para comunicar al Banco de España los datos sobre la brecha salarial a cierra de 2023 será el próximo día 15 de junio.
Con esta nueva normativa, España busca adaptar una directiva europea de 2013 y las directrices de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), revisadas en junio de 2022.
Después del financiero, se sitúa el sector de información y comunicaciones, con una brecha de 8.096 euros, pero es en el sector de servicios a las empresas donde la brecha de 6.940 euros se agranda más, en términos relativos, con la edad.
Entre las actividades con menor brecha salarial, los técnicos de Hacienda destacan al sector de construcción y actividades inmobiliarias, con solo 983 euros anuales de diferencia, llegando a una igualdad entre los 26 y 35 años --incluso cobrando ellas 90 euros anuales más, un 0,5% más-- fruto de la intensa preparación de estas generaciones de mujeres jóvenes.
Así, las mujeres de esta rama de actividad apenas notan la brecha hasta llegar a entre los 56 y 65 años (un -10,7% de su sueldo) y más de 65 años (-22,1%); si bien, la escasa participación de las mujeres en este sector (21,3%) hace que su impacto beneficioso sea menor del deseado.
Gestha señala que la brecha salarial se incrementa conforme aumenta la edad, de manera que la diferencia de los salarios entre hombres y mujeres oscila entre los 619 euros anuales en las trabajadoras menores de 18 años y los 10.442 euros anuales en las de más de 65 años.
La brecha salarial en España se observa en las franjas de edad en las que se concentra la crianza de hijos y el cuidado de mayores. De esta manera, es mínima entre los 26 y 35 años (-13,1%), pero la tendencia de la brecha relativa se rompe entre los 36 y 45 años (-23,8%) y sigue aumentando con la edad hasta que se dispara, singularmente, a partir de los 65 años (-61,6%), confluyendo en estas edades varias circunstancias explicativas, entre ellas, haber subordinado su carrera profesional a los cuidados de hijos y mayores. Desde Gestha, sostienen en dicho informe que el peso de los cuidados lastra la promoción profesional de las mujeres, a pesar de la mejora de su preparación y cualificación.
La brecha salarial no es abultada en sectores muy feminizados, como el de servicios sociales -incluye a la educación, actividades sanitarias y servicios sociales o administración pública-, donde ellas son mayoría, siendo de práctica igualdad entre los 18 y 25 años.
Contrariamente a lo que podría parecer, en torno a la brecha de 3.702 euros en el sector de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, los bajos salarios de la mujer en jornadas parciales hacen que la brecha relativa sea alta, particularmente a partir de los 36 años, donde la mujer tendría que cobrar más de la mitad para igualar al hombre, llegando incluso a tener una diferencia salarial del 82,3% entre los 56 y 65 años.
Acabar con la brecha salarial requerirá de 25 años, aseguran los Técnicos de Hacienda, de continuar con el ritmo de avance que se ha dado entre 1999 y 2022 No obstante, reconocen que la reducción de esta brecha se está intensificando en los últimos años. El aumento del Salario Mínimo Interprofesional está contribuyendo a disminuir la brecha salarial entre los dos géneros, se precisarían todavía esos 25 años para acabar con ella. En esta vía, los técnicos consideran que los aumentos del salario mínimo en 2022 y 2023 seguirán contribuyendo a mejorar el ritmo de cara a reducir la brecha salarial.
De esta forma, los técnicos señalan que la brecha salarial ha aumentado en 286 euros anuales durante el último año. Así, las mujeres estarían cobrando 5.000 euros menos al año que los hombres. En términos porcentuales, las mujeres tendrían que cobrar un 24,8% más para igualar el sueldo de los hombres, la misma diferencia relativa que se produjo en el año precedente, tal y como demuestran los últimos datos de la Agencia Tributaria.
Por comunidades autónomas, las brechas salariales mínimas entre los 26 y 35 años están en Canarias (-2,7%) y Baleares (-6,3%). En el lado contrario, las brechas mínimas más elevadas se encuentran en Asturias (-19,8%) y Aragón (-17,4%).
Por su parte, los mayores aumentos de la brecha salarial entre los 36 y 55 años se producen en Madrid -que también aumenta sustancialmente entre los 46 y 55 años-, Asturias y Aragón, registrando menores aumentos en Canarias, Baleares y Murcia.
Las mayores brechas salariales a partir de los 65 años se producen en Madrid (-15.491 euros), Cataluña (-14.077) y Comunidad Valenciana (-9.596); y las menores brechas están en Castilla-la Mancha (-5.425 euros), Extremadura (-6.163) y Castilla y León (-6.978).
Gestha reitera la necesidad de alcanzar un Pacto de Estado que tenga como objetivo poner fin a las desigualdades económicas y sociales, agotar la brecha salarial y romper el techo de cristal, todo ello enfocado a partir de una promoción profesional basada en la igualdad. Para ello, sería necesario seguir promoviendo una mayor participación de la mujer en el trabajo, así como también un cambio cultural para que ambos progenitores se impliquen en la conciliación y no sean las mujeres quienes principalmente padezcan las consecuencias derivadas de ella al postergar su desarrollo profesional, lo que afecta directamente a sus sueldos y a sus futuras pensiones de jubilación.
