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Carlos San Juan, el jubilado que plantó cara a la banca por un trato más humano a los mayores

Beatriz Torija

Martes 20 de febrero de 2024

ACTUALIZADO : Martes 2 de abril de 2024 a las 10:49 H

9 minutos

INFLUYENTE 65YMÁS en la categoría de Tecnología

Carlos San Juan influyentes
Beatriz Torija

Martes 20 de febrero de 2024

9 minutos

 

Cintillo Diccionario Médico

 

La redacción de 65YMÁS elige a las 65 personas mayores de 65 años más influyentes de España en 2024. Un total de 65 sénior, verdaderos influencers que no se limitan a un éxito pasajero en redes sociales, sino cuyo ámbito de influencia ha traspasado y sigue traspasando fronteras físicas y generacionales. Y es que para alcanzar el éxito hace falta tiempo, perseverancia y continuo crecimiento, valores todos ellos que vienen de la mano de la experiencia con la que cuentan de sobra los representantes de nuestra lista de mayores de 65 años más influyentes.  

Carlos San Juan (1943) era hasta hace dos años un ciudadano anónimo, un médico jubilado que, harto de sentirse ninguneado y ver mayores vulnerables sufrir frente a un cajero automático, incapaces de usarlo mientras en la oficina bancaria les negaban la atención, dijo basta y lanzó la campaña de recogida de firmas en Change.org ‘Soy mayor, no idiota’ para reclamar un trato humano y personalizado en la banca. Apenas dos meses después, acaparó la atención mundial, puso en jaque al Banco de España y al Gobierno que dio un ultimátum a la banca para actuar. Y logró arrancar un código de buenas prácticas con medidas concretas para mejorar la atención de las personas mayores, así como impulsar la figura del Defensor del Cliente Financiero, que aún no visto la luz pero que, según el propio San Juan, sería la guinda del pastel de su lucha.

Pero, ¿quién es Carlos San Juan? Lo cierto es que hay muchas maneras de definir a este jubilado… como un David frente a Goliat, un ciudadano anónimo que ha logrado doblegar, él solo, al sector económico más poderoso e influyente del Ibex 35, el financiero. Pero también se puede definir a este valenciano como un Robin Hood que no lucha para él, que aegura manejarse bien con las nuevas tecnologías y no tiene problemas con la banca digital. Su lucha ha sido siempre por los más desfavorecidos y débiles, aquellos mayores que no tienen habilidades digitales ni recursos económicos para sumarse a la digitalización. Hay quien lo define, también, como un Ghandi español, un activista y luchador, convencido de que con educación, respeto y sin violencia, se puede conseguir cualquier cosa, incluso doblegar a un imperio, como hizo mahatma, y como él mismo consiguió aquí frente al imperio financiero.

En definitiva, Carlos San Juan no es más que un héroe sin capa que ha sido incapaz de mirar para otro lado cuando ha visto una persona mayor sufrir, en una sucursal bancaria, a la que le negaban la atención, por no ser capaz de usar el cajero automático.

Vulnerabilidad de los mayores

El Parlamento Europeo le declaró Ciudadano del Año, ha sido nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad de Valencia... Asegura tener ganas de querer volver a su vida tranquila y anónima y dejar atrás estos dos años de infarto. Con jornadas maratonianas de entrevistas con medios de comunicación de todo el mundo, reuniones con el Gobierno, viajes, conferencias... Sin embargo, sigue atento a todo lo que pasa, a cualquier paso en falso o incumplimiento de la banca para denunciarlo, pero también a muchos otros asuntos que afectan a los mayores y que no considera justos. “Cuando se trata de dar voz a los mayores, tantas veces silenciados, no puedo decir que no”. Dos años después de su campaña ‘Soy Mayor, no idiota’ Carlos San Juan, a punto de cumplir 81 años, se siente fuerte y animado para seguir luchando, porque no se conforma con una victoria a medias.

Por su especialidad médica, la urología, ha estado muy en contacto con pacientes mayores, lo que le ha permitido ver su vulnerabilidad y eso le despertó una sensibilidad especial. “Algunos pacientes me han pedido que no les diera el alta, porque fuera del Hospital no tenían a nadie con quien hablar. Tuve un paciente gravísimo, pensábamos que no iba a salir adelante, y las hijas le sacaron una firma y vendieron su casa. Se recuperó y se encontró con que no tenía donde ir. Emprendí una lucha administrativa para enviarle a un hospital de crónicos, que había muy pocos, para que se recuperara bien, y así tuviera más margen de tiempo” nos cuenta.

Confiesa que en su estapa laboral ha sido muy reivindicativo. "Sí, he sido un poco dolor de cabeza para mis superiores. Con reivindicaciones de todo tipo, de cara a los pacientes, pero también de cara a la defensa de los derechos de algunos compañeros… y eso que, lamentablemente, en todos los años de profesión no he visto corporativismo, sino todo lo contrario", lamenta.

Reivindicativo desde niño

Carlos San Juan nació en Zamora, donde vivió hasta los diez años. “Uno de esos años lo pasé entero con mi abuela paterna porque mi madre enfermó gravemente de tubercuolisis y estuvo ingresada”. Después se mudaron a Ávila, donde destinaron a mi padre que era funcionario del Ministerio de Agricultura, allí estuvimos hasta que hice cuarto y reválida. Luego nos fuimos a Tenerife, donde terminé el bachillerato”, nos cuenta. Asegura que siempre ha sido reivindicativo, ya desde niño. “Me contaban mis padres que a mí me tenían que explicar las cosas porque yo no aceptaba el ‘no, porque lo digo yo’. Y les pedía que me explicarán la razón de por qué no…”, dice entre risas.

A Valencia fue para estudiar la carrera de Medicina. Llegó a Monteolivete, que se ha convertido en su barrio de siempre. La especialidad de urología la hizo en Barcelona, junto al prestigioso doctor Puigvert. “Hice un examen y me dieron una plaza de médico residente interno en el Instituto de Urología. Era uno de los médicos más prestigiosos, era un referente mundial”. En esa época, como médico, conoció a María Callas, a Perón, al marqués Ramón de Carranza, al hermano de Franco, a Montserrat Caballé”.

Pero volvió a Valencia, para establecerse ya definitivamente en su barrio de siempre, Monteolivete. Trabajó en primer lugar en el hospital La Fe. Luego sacó una oposición y obtuvo plaza en el hospital Doctor Pesest (entonces, el Hospital Sanjurjo), donde “llegué a ser jefe de servicio y donde terminé mis días laborales. En los últimos años fue profesor de prácticas en el hospital para los estudiantes de último año de carrera. Fui también vicepresidente de la Asociación de Urología de la Comunidad Valenciana y Región de Murcia”.

Carlos San Juan: “La banca no ha mejorado como quisiéramos, porque las medidas son voluntarias” Foto: Europa Press

Abuelo orgulloso

En el hospital Doctor Peset conoció a María José, su mujer. ”La vi el mismo día que tomé posesión de mi plaza y fue un flechazo. Luego la volví a ver en el quirófano, era enfermera, empezamos a salir enseguida y en seis meses nos casamos”. Hasta hoy, “que vamos a hacer 50 años de casados”, nos cuenta emocionado. Han tenido una hija, Carola, y tres nietas. “De 17, 16 y la pequeña, que va a cumplir 10 años”.

Con este tema, también se revela. Cuando se habla de los abuelos esclavos, él niega la mayor. “La verdad es que no me he sentido nunca así, mi jubilación coincidió con un momento en que mi hija y su marido necesitaban mucha ayuda, porque estaban los dos en un momento laboral de mucha responsabilidad. He tenido una participación enorme en su infancia, las llevaba y traía del colegio, en verano las llevaba a clases de natación, de tenis, las he enseñado a nadar, he montado en bicicleta con ellas, hasta estuve en la sala de partos… he sido casi un segundo padre para ellas”.

“Los mejores momentos de mi vida, los mejores recuerdos, no son laborales, son afectivos”, asegura.

Historias de la mili

“El servicio miliar lo hice en Paterna, en el regimiento 20 de Guadalajara, hasta la jura de bandera, tres meses. Luego pasé 11 meses como urólogo en el hospital militar”, nos cuenta Carlos San Juan. “No guardo un buen recuerdo porque me rompió el ritmo de vida”, asegura, aunque al mismo tiempo reconoce que también guarda “recuerdos emocionantes”, porque yo daba clases al resto de compañeros de primeros auxilios, de enfermedades sexuales, que entonces era tabú, tratamiento de quemaduras, de ampollas... Y el día de la jura de bandera, entre todos me regalaron una pulsera de plata con mi nombre grabado. Fue muy bonito”.

Reconoce que su espíritu reivindicativo nunca casó bien con la disciplina militar. “La única vez que me revelé contra una norma con la que no estaba de acuerdo me enviaron a cocinas, a pelar patatas un día entero. Pero el resto de compañeros se colaron en las cocinas hasta por las ventanas para ayudarme”, dice con satisfacción. Pese a esto, reconoce que, en el hospital, al ir con bata y ropa de médico, y no con el uniforme… no sufrió demasiado los rigores de esa disciplina.

Parkinson

Con 64 años Carlos San Juan recibió el diagnóstico de que padecía la enfermedad de Parkinson, noticia que le cayó como una bomba. “El día que me dieron el diagnóstico, lo recuerdo muy bien, me fue al campo, al río, que aquí es un paseo delicioso, y estuve caminando durante horas. Me quedé muy, muy, muy hundido. "Marañón decía que la medicina es el demonio para los médicos, y tenía razón”, nos cuenta. Asegura que, al escuchar el diagnóstico, enseguida se dibujó en su cabeza el peor pronóstico. “Pensé en silla de ruedas y estado cognitivo deteriorado inmediatamente. No ha sido así. Pero la verdad es que lo encajé muy mal y pasé por un cuadro depresivo durante casi un año”.

“De querer seguir trabajando hasta los 70 años a verme jubilado, de pasar de una tremenda actividad, a quedar apartado, y solo porque mi mujer seguía trabajando” … nos cuenta Carlos San Juan. Quién iba a decirle entonces que, con 80 años, y pese a su Parkinson, iba a dar un discurso en Bruselas, en el Parlamento Europeo, que la ministra de Economía le llamaría personalmente al móvil y a que sus días le faltan horas con todos los compromisos que tiene.

 

Cintillo Diccionario Médico

 

Sobre el autor:

Beatriz Torija

Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.

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