¿Cuándo puede embargar el banco el dinero de una cuenta bancaria?

Según el portal Cliente Bancario del Banco de España, como regla general los bancos solo pueden realizar cargos o disponer del dinero de tu cuenta si tú les has dado autorización. Como excepción, pueden actuar por mandato legal o por orden judicial.

El embargo bancario es un mecanismo frecuentemente usado por la Administración para cobrar deudas (tributarias, con la Seguridad Social o multas), tanto de personas físicas como jurídicas. También puede ocurrir mediante una resolución judicial. En este tipo de casos, el banco no decide, sino que cumple una orden externa.

Para que ese embargo se ejecute de forma conforme a buenas prácticas bancarias, deben cumplirse diversos criterios:

• La entidad bancaria debe informarte inmediatamente tras recibir la orden –aun cuando la notificación principal provenga de la Administración o del órgano judicial–  para que puedas presentar los recursos pertinentes.

• El embargo no puede dejar la cuenta en descubierto: la orden actúa sobre el saldo existente a la fecha de recepción, pero no puede generar un saldo negativo.

• Aunque haya embargo, la cuenta debe seguir operando con normalidad para el saldo no embargado; es decir, el titular puede seguir usando el dinero que quede libre.

• En ciertos casos hay límites legales sobre lo que puede embargarse, especialmente cuando se trata de salarios, pensiones u otros ingresos mínimos. Por ejemplo, como regla general no puede embargarse más allá de lo que exceda del Salario Mínimo Interprofesional, salvo en situaciones especiales como deudas por alimentos.

¿Qué ocurre con las cuentas conjuntas?

• Puedes oponerte al embargo del dinero que te pertenece ante el órgano competente, demostrando que eres el único titular de esos fondos.

• Desde 2024, el Banco de España considera buena práctica que si una cuenta conjunta está embargada y se usa para atender otros compromisos compartidos (por ejemplo, el pago de un préstamo conjunto), el banco debe ofrecer a los cotitulares no afectados alguna alternativa de pago. Esto tiene como fin asegurar que el dinero para saldar la deuda provenga efectivamente del titular responsable, sin perjudicar a los demás.