En un restaurante, después de pagar la comida con la tarjeta; en la charcutería, después de comprar jamón, queso y embutidos para toda la semana; en un bar, tras pagar con tarjeta una consumición; incluso en la cafetería con pides un café y un croissant para llevar antes de entrar en el trabajo y pagas con tu tarjeta contactless… suele ser habitual que se repita una situación. El camarero o dependiente, con la terminal de punto de venta (TPV) en la mano, te pregunta: “¿quieres copia?”. En muchas ocasiones no sabemos qué responder, y decimos que no por evitar imprimir un papel más, porque parece que nos lo preguntan precisamente para evitarlo o porque, al fin y al cabo, ya nos van a dar el ticket de compra.
Ahora bien, ¿es lo correcto?, ¿para qué sirve exactamente esa copia? ¿en qué se diferencia del ticket de compra? ¿debemos pedirla? ¿qué puede ocurrir si no lo hacemos?
“La ‘copia’ es el resguardo del terminal de punto de venta (TPV) con los detalles del pago”, explica el Banco de España (BdE). “Tal vez digas que no y probablemente esta es una buena decisión, no lo necesitas y, además, así proteges el medio ambiente”, añade el BdE en su blog.
Aunque cada vez son menos frecuentes, en este tipo de operaciones se pueden dar diversos problemas, algunos son errores humanos y otros, problemas técnicos. Puede que el dependiente se equivoque al introducir el importe y cobre una cantidad diferente a la que corresponde, en alguna ocasión se han dado casos en los que el cobro se realiza dos veces. El comprobante de pago puede ser la mejor prueba si tenemos que realizar una reclamación. Por eso puede ser buena idea guardar el comprobante, si es posible, junto al ticket o factura de compra.
Ahora bien, tanto si pides la copia como si no lo haces, y especialmente en este último caso, “asegúrate de que te han cobrado la cantidad adecuada y que figura así en la pantalla del TPV”. Es más, siempre es preferible comprobarlo en el momento antes incluso de realizar el pago.
Se trata de mirar lo que pagamos realmente, y aunque parece algo obvio, en muchas ocasiones no lo hacemos. Con la generalización del uso de los pagos contactless para pequeños importes, en los que basta con acercar la tarjeta al TPV y automáticamente te hacen el cargo sin necesidad de introducir el PIN, puede que a veces actúes de forma automática y ni mires lo que te cobran” dice el BdE.
“Los pagos contactless en los que no se solicita el PIN están limitados actualmente hasta 50 euros, de manera que si teclean un importe superior necesariamente te pedirán la clave y tendrás que mirar el terminal. En todo caso, hasta esa cantidad, puede producirse un error que siempre es pesado resolver” a posteriori, de manera que mejor asegurarse antes del pago.
Estas son las recomendaciones que nos da el Banco de España en relación a los resguardos de los terminales de punto de venta y, en general, a los pagos con tarjeta:
