Debes plantar un árbol, al menos una vez en la vida

Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Dicen que estas son las tres cosas que debemos hacer en la vida. La de plantar un árbol puede parecer la más sencilla (o, al menos, la más rápida de hacer), pero lo complicado es conseguir dónde plantarlo y cómo hacerlo.

Dónde podemos plantar un árbol

La opción más fácil para plantar un árbol sin duda sería hacerlo en casa, si tenemos la suerte de contar con un jardín, o si tenemos acceso a terrenos donde podamos plantarlo. Sin embargo esto se presta bastante complicado para la mayoría. El deseo de muchos por cumplir esta acción unido a las iniciativas ecologístas, permiten hoy en día otras opciones más viables para todos.

Una posibilidad interesante y asequible es preguntar en tu Ayuntamiento, ya que muchas veces desde allí se organizan actividades relacionadas con la plantación de árboles. Es el ejemplo de El Bosque de los Ciudadanos en Madrid, dentro del Parque Forestal de Valdebebas, donde se permite conocer mejor la naturaleza, plantar un árbol y cuidarlo. La zona de plantación está localizada a unos 300 metros de la puerta de acceso al lugar y en todo momento estarás acompañado por un profesional del recinto, que te ayudará y te guiará durante el proceso. Allí mismo te darán todas las herramientas necesarias. Recuerda que es una actividad para la que necesitas solicitar cita previa en su página web. Cada persona dispondrá de una hora para llevar a cabo la plantación.

También ciertas organizaciones y asociaciones ecologistas, desde su voluntariado,pueden ser las responsables de esta convocatoria. Es el ejemplo de WWF (@WWFespana), que cada cierto tiempo organiza convocatorias de plantaciones en diferentes puntos de España para recuperar los bosques autóctonos. Romero, Espino, Olmo, Almendro o Enebro, son algunas de las especies ibéricas que desde esta ONG se plantan con la ayuda de sus voluntarios.

Consejos básicos para plantar un árbol

Si realizamos la plantación dentro de una actividad organizada, como los ejemplos que acabamos de mencionar, los profesionales al cargo de ella te guiarán en el proceso. Pero si decides hacerlo por ti mismo, ya sea en tu terreno o en el de algún amigo o familiar, existen una serie de consejos prácticos a tener en cuenta para que tu decisión llegue a buen puerto.

Elige una especie autóctona. Las exóticas son muy llamativas, pero si no están en su clima idóneo no sobrevivirán facilmente. Haz un hoyo del doble del tamaño del árbol en el momento actual, tanto de ancho como de profundo. Si ya tienes las raíces del árbol, intenta no romperlas respecto a la tierra que las contiene. Cuando procedas a la plantación, deja a ras de suelo la parte del cuello del árbol y vigila que esté lo más recto posible. La raíz sí debe quedar enterrada. Rellena con tierra o abono el sobrante del hueco y sobre todo evita poner piedras. Una vez que esté tapado, compacta la tierra con una pequeña pala, creando una especie de desnivel cóncavo para que retenga mejor el agua de la lluvia o del riego.

No olvides que plantarlo puede ser sencillo, pero regarlo y cuidarlo (protegerlo de hormigas y retirar maleza, por ejemplo) son las claves para que veas crecer tu árbol.