Te contamos cómo puedes preparar tu pan de pita casero

Seguro que este pan lo has probado alguna vez, ya sea en algún restaurante o has comprado unos panes para preparar una cena en casa. Pero, si te gusta el pan de pita, puedes probar a elaborarlo tú mismo en casa, ya que es una receta muy sencilla. Te contamos cómo prepararlo.

Vamos a comenzar por la lista de la compra. Para preparar ocho unidades de pan de pita, necesitamos 400 gramos de harina de fuerza, 220 mililitros de agua, 15 gramos de levadura fresca de panadería, una cucharada de azúcar y una pizca de sal.

Comenzaremos disolviendo en el agua el trocito de levadura. Si usas levadura en polvo, la equivalencia es de 3-4 gramos y te puedes saltar este paso ya que se mezcla directamente con la harina.

Una vez que has disuelto la levadura, añade la harina, el azúcar y la sal y mezcla todo bien. Podrás empezar a hacerlo con una cuchara de madera, pero llegará un punto en que tendrás que amasar con las manos. Una vez que están todos los ingredientes bien mezclados, dejamos reposar la masa tapada con un trapo durante 15 minutos.

Pasado ese tiempo, debes volver a amasar la masa, bien a manos sobre la encimera o bien con una amasadora. Si es a mano, estira la masa y dóblala sobre sí misma, una y otra vez. La intención es que quede una masa suave y manejable.  

Coloca la masa en un bol, tápala con film transparente y déjala reposar unos 30 o 40 minutos. Si el ambiente es frío, puedes ponerla junto a un radiador.

Pasado ese tiempo, la masa habrá doblado su volumen. Divide la masa en porciones, forma una bola con ellas y estíralas, primero con la mano y después con un rodillo para conseguir que queden finas.

Colócalas en una bandeja forrada con papel de horno y déjalas reposar unos 15 minutos, tapadas con un paño. Es el tiempo que puedes aprovechar para calentar el horno a la máxima temperatura que sea posible, con calor arriba y abajo y ventilador. Es muy importante que el horno esté muy caliente. Se hornean en cuatro, dándolos la vuelta a la mitad de tiempo, cuando se hayan hinchado.

Cuando los saques, tápalos con un paño de cocina limpio para que se mantengan templados y blanditos. Ya tienes tus panes caseros de pita. Ahora puedes rellenarlos con la combinación de ingredientes que más te guste o emplearlos para acompañar los aperitivos. Además, se pueden congelar para disfrutarlos en otro momento.