Gastronomía

Prepara tu propio aceite picante para pizzas y ensaladas

Rosa Roch

Foto: BigStock

Sábado 19 de noviembre de 2022

5 minutos

Podemos preparar aceite picante con guindillas frescas solas o combinadas con hierbas aromáticas

Prepara tu propio aceite picante para pizzas y ensaladas
Rosa Roch

Foto: BigStock

Sábado 19 de noviembre de 2022

5 minutos

Las guindillas, en sus diferentes variedades chile, cayena, piparra, ají, entraron en España de la mano de Cristóbal Colón procedentes de Sudamérica. Es el fruto de la planta Capsicum y con el tiempo se han convertido en un producto muy apreciado por los grandes chefs del país y, poco a poco, también van ocupando un lugar destacado como condimento en las nuestras cocinas.

Se trata de un fruto de color lucido, rojo, amarillo o verde, y de sabor picante, que nos permite preparar un sinfín de platos con su toque especial de sabor. Potajes, cocidos, carnes, pescados, salsas y ensaladas pueden ser la cuna de unas rodajas de chile fresco o bien salteadas previamente en la sartén.

 

Prepara tu propio aceite picante para pizzas y ensaladas

Pero más allá de integrarlas en nuestras elaboraciones, también podemos sacarle un gran partido preparando un aceite de oliva aromatizado para tenerlo siempre a mano y utilizarlo a demanda. En muchos restaurantes, especialmente italianos, suelen ofrecer un cuenco con este tipo de aceite para aliñar los platos de pasta, las ensaladas o las pizzas y lo cierto es que quien lo prueba no queda indiferente.

Este es nuestro reto de hoy: preparar un aceite de oliva picante para que ningún plato nos deje indiferente. Además, si compras las guindillas en temporada puedes preparar una buena cantidad de aceite de oliva picante y ofrecerlo como regalo a tus amigos o familiares “más picantes”, seguro que lo apreciarán.

 

Prepara tu propio aceite picante para pizzas y ensaladas

 

Para preparar un litro de aceite picante necesitas:

  • Aceite de oliva virgen extra
  • 4 guindillas
  • 1 hojas de laurel
  • 2 dientes de ajo
  • Bote de cristal con tapa
  • Guantes de látex
  • Diferentes frascos de cristal

Opcional

  • Pimienta negra en grano
  • Tomillo
  • Pimentón picante

 

Manos a la obra

El proceso es simple, empezaremos esterilizando el tarro de cristal hirviéndolo durante 45 minutos para los tarros grandes y 25 minutos si son pequeños.

A la hora de manipular los ingredientes mi recomendación es utilizar unos guantes de látex para evitar que, aunque nos lavemos las manos, nos queden impregnados los dedos de sustancias picantes que acaben contaminando otros alimentos o los ojos, en el caso de tocárnoslos.

  • Lava las guindillas y sécalas. Como que la parte más picante de la guindilla o chile está en su interior -la pulpa, las semillas y la venas-, haremos un corte longitudinal para retirar las semillas. En función de la intensidad de picante que queramos obtener dejaremos más o menos semillas.
  • Lavaremos el laurel para quitar restos de polvo y pelaremos los ajos.
  • Introduciremos las guindillas, el laurel y los ajos en el tarro de cristal. Si queremos para darle otros aromas y color también podemos añadir otras hierbas aromáticas como el tomillo, unos granos de pimienta negra o una cucharadita pequeña de pimentón picante.
  • A continuación, rellenaremos el tarro con aceite de oliva Virgen Extra de manera que queden los ingredientes bien cubiertos. Yo suelo utilizar un monovarietal, en concreto el Picual, pero también se puede hacer con Hojiblanca, Cornicabra o Arbequina.
  • Cerraremos el tarro y lo guardaremos unos 40 días en una lugar seco y oscuro para que todos los ingredientes vayan macerando.
  • Pasada la cuarentena ya lo podemos utilizar directamente del tarro, manteniendo en su interior los ingredientes, o traspasar a diferentes botellitas, previamente esterilizadas.

Importante: antes de añadirlo a una receta prueba primero la intensidad de su picor. Para ello vierte un par de gotas en la palma de la mano, mantenlas uno segundo sobre la piel para que cojan temperatura y a continuación sórbelas.

 

En la cocina y en la mesa

Ya solo queda disfrutar de este aceite en tus ensaladas y pizzas; en carnes y pescados a la brasa. Recetas como unos mejillones (llamados mejillosnes cabreados si son picantes), unas gambas a la plancha, un salteado de verduras o los típicos callos a la madrileña admiten muy bien un chorrito de aceite picante.

 

Prepara tu propio aceite picante para pizzas y ensaladas

Otra opción es servir en el centro de la mesa una bandeja con diferentes tipos de pan (blanco, integral, con semillas, con queso) y tres o cuatro cuencos pequeños con diferentes aceites de oliva Virgen Extra. Puedes poner las variedades anteriormente mencionadas u otras menos conocidas, como son la Blanqueta, Zarza, Frantojo o Nabali, aunque estas son más difíciles de encontrar; también aceites aromatizados con ingredientes como la trufa, boletus o albahaca, por poner unos ejemplos, y por supuesto nuestro aceite picante.

Es una manera de “improvisar” una cata de aceites mientras esperas el plato principal, una idea diferente y muy original de disfrutar de nuestro preciado oro líquido.

 

 

Sobre el autor:

Rosa Roch

Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.

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