'El arte de la caligrafía', un libro para relajarse mediante la creación de letras
El autor Iván Caíña, considerado un artesano de la letra, enseña a ser creativo con la escritura
A Iván Caíña se le define como un artesano de la letra, ya que su pasión y trabajo es la escritura manuscrita. Se dedica a realizar proyectos en los que la letra es siempre la protagonista, de modo que ha sido y es capaz de crear todo tipo de creaciones para marcas nacionales e internacionales como logotipos, murales, carteles publicitarios… Además de tener un estudio en Madrid, imparte talleres en escuelas, universidades y festivales de diseño. Ahora, ha escrito El arte de la caligrafía (Ed. Zenith) con el objeto de acercar este sistema de escritura a todo aquel quiera conocerlo mejor.
Una forma de relajarse
Estamos, por tanto, ante un manual práctico para que las personas que deseen aprender caligrafía se detengan en el tiempo y empiecen a conocer este método. Se adentra en distintos estilos y ofrece pautas para comenzar a escribir con pincel desde cero, partiendo de la base y de este modo entender la construcción de la letra con el objeto de lograr una técnica más personal y expresiva.
El artista transmite su pasión y es capaz de trasladarla al lector, que al final de la obra será capaz de escribir texto de forma fluida, a la vez que diseñar sus propias piezas.
El autor define su cariño por su profesión así: “La caligrafía tiene algo de hipnótico, de abstractivo, me hace estar pegado a la silla durante espacios infinitos de tiempo en los que solo existen letras y más letras. […] porque, amigos, la caligrafía es el nuevo yoga, vuestro espacio de meditación, vuestro momento de desconexión, vuestro momento de conexión con el papel en blanco que tenéis delante, ese papel que está a segundos de expresar lo que tenéis dentro”.
Expresión a través de la letra
En su opinión con la práctica de la caligrafía se puede cubrir esa necesidad que tenemos de expresarnos y que a veces no sabemos cómo soltar. Es una manera de crear algo propio desde el principio hasta el fin, a la par que se consigue transmitir todo lo que uno tiene en la cabeza y que no sabe cómo soltar. Su intención es despertar la creatividad que todos llevamos dentro, porque Caíña considera que todos tenemos un artista en nuestro interior, y es por ello que nos propone descubrir ese lado más imaginativo que poseemos a través de las letras, porque “la caligrafía no es para unos pocos, ¡es para todos!”.
El libro no es solo teoría, incluye además cinco proyectos prácticos para poder aplicar todo lo aprendido de manera sencilla, y comprobar que la escritura es también un arte a través del cual manifestarnos y al que podemos acercarnos sin temor.
