Las mejores razas de perros para guardia y protección

El perro es una de las mascotas, junto con los gatos, más habituales en los hogares españoles. En especial a las personas de cierta edad, hacen compañía, pero también, y no menos importante, ayudan en el cuidado, guardia y protección de nuestras casas y de nosotros mismos.

Con múltiples las razas y mestizos de perro que podemos encontrar, pero por su carácter y constitución física hay una serie de razas que se consideran como las mejores de perros guardianes.

 

Mastín napolitano

Su aspecto ya infunde mucho respeto y puede llegar a pesar 100 kilos. Tiene su origen, como su nombre indica, en la zona italiana en torno a la ciudad de Nápoles, y sus antepasados ya eran utilizados en combate por las legiones romanas. En familia es un animal muy inteligente, noble, bondadoso y no agresivo sin razón. El único inconveniente es que, debido a su tamaño, necesita de muy espacio y un patio o jardín amplio.

Bóxer

Esta raza de perro es ideal si queremos hacer ejercicio. Es muy alegre y ágil, con mucha inteligencia, y leal a las personas que conoce, incluso con niños. Por ello no dudará en proteger de una amenaza a la familia que le acoge.

Shar-Pei

Estos perros de origen chino ofrecen un aspecto que puede dar lugar a engaño. A pesar de su cara afable son muy territoriales y defenderán su territorio, el hogar, de forma muy agresiva. Es un animal bastante independiente pero muy afable con la familia. Como ocurre con otras razas de perro guardián, debemos educarlo desde pequeño, con ayuda profesional, si es necesario.

Dóberman

Un clásico entre los clásicos, el dóberman es una de las razas más conocidas del mundo por su figura estilizada y agilidad, además de ser una de las más inteligentes entre los canes. Ha sido muy utilizado por policías y ejércitos de todo el mundo como perro guardián, pero también es un excelente candidato para proteger nuestra casa y familia, ya que es muy fiel y aprende rápidamente.

Pitbull Terrier

Esta raza de perro cuenta con una mala fama al haber sido utilizado como animal en peleas clandestinas. Sin embargo, con una educación adecuada, es una raza que no es violenta por naturaleza. Debemos enseñarles a socializar desde pequeños, así como modales ya que al tener un fuerte temperamento tienden a hacerse los ‘dueños’ de la casa. Tiene un hándicap, y es su extremada actividad, que les hace ser muy juguetones y no parar ni un momento del día, algo que nos será muy útil para estar nosotros mismos en forma.

Gran Danés

Este gigantón, si tenemos espacio suficiente en casa, es el perro guardián por mayúsculas. Su carácter es cariñoso, juguetón a pesar de su tamaño y cuentan con una paciencia infinita hacia los niños, algo muy útil cuando nos visiten los nietos. Con los extraños y en situaciones de peligro no dudarán en marcar territorio y ayudar a sus dueños.

Pastor Alemán

Junto con el dóberman, el pastor alemán es la raza por excelencia más conocida de perros de vigilancia y guardia. Como animales de trabajo se les puede encontrar tanto en policía como en ámbito militar, de lazarillos, en aeropuertos detectando drogas o incluso siendo pastores de ovejas. Aprenden muy deprisa y son muy leales.

Akita

Como ocurre con los shar-pei, esta raza asiática, originaria del Japón, es muy territorial y bastante desconfiada con los extraños. Es, quizás, junto con el pitbull terrier, la raza de guardia de tamaño más moderado. Su carácter le hace ser uno de los más fieles con las personas, de hecho, se hizo famosa esta raza gracias a la película Siempre a tu lado. Hachiko, protagonizada por Richard Gere. Sin embargo, deberemos educarlo firmemente en lo que respecta a su relación con otros perros, ya que suelen ser muy dominantes y territoriales, por lo que se recomienda la ayuda de profesionales en su entrenamiento.

Rottweiler

De origen alemán, por su aspecto ya es temido en cualquier parte del mundo. Su gran tamaño e inteligencia lo hace uno de los mejores perros guardianes. Sorprende a quien no lo conoce su trato con la familia que lo cuida, al ser muy afable, aunque nunca faldero y prefiera estar descansando en un rincón.