Ruta de fin de semana por El Berguedà, en el Prepirineo catalán

La comarca de El Berguedà es uno de los mayores reclamos turísticos de la provincia de Barcelona, que incluye también el municipio leridano de Gósol. Forma parte tanto del Prepirineo catalán como de los Pirineos y de la llanura de la depresión central catalana.

La belleza y diversidad de los paisajes de El Berguedà no dejan de sorprender a los visitantes, que se ven sumergidos en un medio natural de ensueño. La época románica dejó su huella en la zona del Pirineo catalán y prueba de ello son las iglesias románicas distribuidas por el territorio.

Descubramos el sinfín de atractivos que tiene que ofrecernos El Berguedà, desde excursiones en la naturaleza hasta visitas culturales:

Castellar de n’Hug y fuentes del Llobregat

En la comarca de El Berguedà, podremos encontrar el nacimiento del río Llobregat, una de las visitas imprescindibles en el territorio. Para ello, debemos iniciar nuestra excursión en el aparcamiento de Castellar de n’Hug.

Las fuentes del Llobregat, cuando tienen agua, resultan espectaculares. El pueblo de Castellar de n’Hug también cuenta con su propia belleza, ya que se trata de un pueblecito precioso, con calles empedradas y vistas espectaculares.

Pedraforca y Gósol

Una de las montañas más emblemáticas de El Berguedà es el Massís de Pedraforca, con su característica forma de U. Se ha convertido en una especie de lugar de culto para los visitantes y existen leyendas que explican que su peculiar forma se debe a brujería. Para poder disfrutar de las vistas, deberemos acercarnos hasta el Parque Natural del Cadí-Moixeró.

Una vez en la zona del Massís de Pedraforca, resulta imprescindible visitar los pueblos cercanos. Entre ellos, destaca Gósol por su interés artístico y cultural. Se trata de una villa rodeada por la Sierra del Cadí y que todavía conserva la fortaleza del Castillo de Gósol, que data del siglo X. Además, en este pueblo se instaló Picasso durante un tiempo.

Berga y el santuario de Queralt

Berga, la capital de la comarca de El Berguedà, es conocida por su famosa fiesta de “La Patum”, declarada Patrimonio de la Humanidad y que se celebra cada año entre finales de mayo y finales de junio. Además, cuenta con un casco antiguo repleto de callejones, pasadizos, antiguos portones de madera, lavaderos y hasta un castillo, lo que nos traslada a la época medieval.

Otro de los motivos principales para visitar Berga es el Santuario de Queralt, ubicado a 1.200 metros de altura. Se trata de una iglesia barroca del siglo XVIII desde donde podremos disfrutar de unas preciosas vistas del resto de la comarca. En los alrededores del santuario parten varios senderos por la zona para llegar a fuentes como la Font Negre o a pequeñas ermitas escondidas en el bosque. ¡Toda una aventura!

Gironella

Gironella es otro de los pueblos de El Berguedà que merece una visita. Está atravesado por el río Llobregat, que podemos cruzar desde el precioso Pont de les Eres. Vale la pena pasear por su casco antiguo y también visitar la iglesia parroquial de Santa Eulàlia, el Pont Vell (s. XIV), la colonia Cal Metre o la Torre del Reloj.

Colonia Vidal

La riqueza patrimonial de El Berguedà se basa en gran parte en sus colonias textiles, construidas en su mayoría a mediados del siglo XIX en los márgenes del río Llobregat. En la zona de Puig-reig y Gironella se encuentran vestigios de 15 antiguas colonias, entre las que destaca la Colonia Vidal o Cal Vidal.

Cal Vidal fue la última colonia textil construida en la zona, en 1901, y la primera en cerrar en 1980. Allí podremos acceder a un museo que ofrece visitas guiadas con actores que interpretan cómo era la vida de la colonia. Se trata de un plan maravilloso para hacer en familia.

Jardines Artigas

Las afueras de La Pobla de Lillet albergan una de las obras menos conocidas de Antoni Gaudí: los Jardines de Can Artigas. En 1905, Gaudí visitó esta localidad para realizar un encargo de Eusebi Güell y pasó dos días en casa la familia Artigas, que le pidieron ideas para construir un jardín frente a su finca.

Como agradecimiento a su hospitalidad, el arquitecto modernista elaboró un diseño para estos maravillosos jardines, inspirados en una de las obras que estaba llevando a cabo en aquel momento: el Parque Güell. Se trata de una visita emocionante donde encontraremos fuentes con cabezas de animales, una cascada, puentes con arcos de piedra, una gruta o una glorieta encaramada sobre un risco, perfectamente mimetizados con la naturaleza.