Ángel Bernaldo de Quirós
Opinión

Cuaderno de a bordo días 35 y 36: Llegada a Avilés. No me rindo, en un año lo vuelvo a intentar

Ángel Bernaldo de Quirós

Martes 12 de septiembre de 2023

ACTUALIZADO : Martes 12 de septiembre de 2023 a las 14:33 H

10 minutos

Cuaderno de a bordo días 35 y 36: Llegada a Avilés. No me rindo, en un año lo vuelvo a intentar

Martes 12 de septiembre de 2023

10 minutos

Cuaderno de bitácora. Miércoles 6 de septiembre de 2023. Ribadeo-Aviles

Tengo que reconocer que el mar Cantabrico me ha tratado con dulzura. El último momento, un poco fuerte fueron los 32 nudos de viento racheado en cabo Ortegal. Conozco bien la zona ya que mi puerto base ha sido Gijón durante un año y os aseguro que si se pone chungo… ufff, pero no ha sido así.

Si que es verdad que he llevado tormentas de verano a mi espalda varios días, y hoy, al llegar a Avilés, cayeron rayos y tronaba de lo lindo, pero os cuento como fue…

Me levanté muy temprano, en la marina de Ribadeo, dentro de su ría, no se movía ni un ápice de brisa. Aún era de noche, así que encendí lo más tarde posible el motor para no molestar a mi vecino: Un belga con un trinarán del 28 pies de eslora precioso.

Desconecto la luz del pantalán y recojo la manguera, suelto amarras y doy atrás con el mando del motor. Alicia se desliza de popa muy despacio. Enderezo el timón y doy avante… salimos como de puntillas junto a la luz roja de la bocana. Al entrar en un puerto siempre verás una luz verde que debes de dejar a estribor (derecha) y una roja a babor (izquierda). Es como un semáforo de la náutica. Con esta norma siempre entrarás a puerto pegado a la derecha de la luz verde y saldrás justo al revés, pegado a la luz roja. Así no abordarás a nadie.

En toda la salida de la ría solo tengo que ir pegado a la luz roja para llegar a alta mar. Como veis en pasos angostos, rías, canales, etc… la norma de las luces es igual y a cada paso complicado están las luces para guiarte. Paso por debajo de la autovía y da la sensación de que rozaré con la punta del mástil… pero no, libro de sobra.

La sonda me va diciendo las profundidades, 7, 10 y finalmente 25 metros, ya estoy fuera. Siempre miro la predicción antes de salir… Más de lo mismo, muy poco viento y de dirección variable. No me molesto en izar las velas y le doy chicha al motor.

Cuando amanece veo un cielo rojo que me llama la atención y le hago una foto.

Ayer la electrónica me dio la tabarra, aunque parezca imposible, era solo un contacto suelto. Así que salgo confiado en haber solucionado el problema. Pero ahora las cosas van por otro derrotero… sobre las 12:30 de la mañana tras 5:30 horas encendido el motor fueraborda que tiene Alicia… se para. Creo que lo llevaba un poco alto de vueltas… Lo intento arrancar y nada.

Bueno, hora del almuerzo. Le dejo en el agua que se enfríe y mientras, me tomo un  tentempié. Tras 20 minutos lo intentó de nuevo y arranca a duras penas… le pongo a muy pocas vueltas y vamos haciendo 3 nudos de velocidad. Media hora más tarde se vuelve a parar. Y no arranca ni de coña….

Hay como 2-4 nudos de viento, saco todo él velamen. Estoy haciendo medio nudo de velocidad, pero menos es nada, el mar está como un espejo. Unas veces viene del norte, otras del sur… me tiene loco y al piloto más. Al final deja de funcionar. Da un error de que no reconoce no sé qué… Lo apago y a mano de nuevo… se me está haciendo habitual.

Tras cuatro horas de tedio moviéndome a un nudo como máximo, lo intento de nuevo con el motor. Tras un buen rato, se pone en marcha por fin… Estoy a unas 10 millas de Avilés…y ya no se parará hasta que atraque.

De nuevo, tengo una tormenta de verano a mi espalda. No tiene nada que ver con las que me encontré en la travesía del Atlántico, aunque el aspecto es muy similar: Nubes negras muy altas, caída de rayos al agua, una cortina de agua que se acerca y unos truenos, sobre todo en la costa, que  asustan al más pintado. La tormenta me acompañará hasta la entrada de la ría de Avilés y me lloverá de lo lindo durante la travesía hasta la marina, que está bien al fondo…

Continuará….

 

Cuaderno de bitácora. Jueves 7 de Septiembre de 2023.

Me adentro en la ría de Avilés y el agua se vuelve más turbia por momentos, llueve, pero no hace nada de frío. Al llegar al primer recodo la ría gira a la derecha y veo los cargueros situados a ambos lados de las orillas.

Sin querer, me pongo a pensar en mi viaje, todo lo que ha pasado… y que se acabará en el momento que atraque en unos minutos. Ya diviso la marina. Está a estribor y mi plaza en el pantalán es al fondo del todo.

A Alicia le cuesta mucho maniobrar sin arrancada y su motor central tampoco ayuda a la maniobrabilidad. Me dirijo hacia mi plaza muy lentamente, salto por proa e impido que Alicia roce con el pantalán. El motor está en punto muerto pero aún llevo inercia. Ato la amarra a la bita y freno el cata.  Alicia se detiene, hago firme la amarra, voy a popa, firme la amarra también…

Todo ha acabado, han sido dos meses intensos de navegación y no puedo dejar de pensar en todo lo que he vivido. Miro el plotter y veo las millas realizadas: 3.359 Mn, unos  6.200 km.

¡Madre mía, no me lo puedo creer!. Me parecía muy complicado volver desde Canarias y he tardado menos que en ir… en días efectivos de navegación.

Ahora me alegro de la decisión tomada en Canarias de cancelar el viaje… los problemas de piloto automático que en las anteriores travesías del Atlántico jamás tuve, me hubieran hecho parar, si o si, más temprano que tarde.

He encontrado algunos problemas de estanqueidad, que aunque no importantes, también me hubieran incordiado durante el viaje… He aprendido de mis errores y sé que debo preparar a Alicia mejor.

Las placas solares han sido fundamentales para la energía eléctrica y han funcionado a la perfección.

En cambio, el hidrogenerador ha fallado estrepitosamente y me dio problemas desde la primera semana. Habrá que preparar mejor a Alicia para el próximo intento.

Porque yo no me rindo, y lo voy a intentar de nuevo el año que viene, si mi hombro me lo permite. Voy a prepararme físicamente mucho mejor, para estar al 200%  de mi rendimiento.

Bueno, como veis, acabo de terminar esta travesía y ya estoy preparando el siguiente intento.

Quiero agradecer a todos los que me siguen el haber estado ahí, sus preguntas, sus muestras de apoyo y también sus dudas que me han hecho motivarme más y querer hacerlo mejor…

!A todos mil gracias!

Me habéis hecho llegar vuestra satisfacción con mi cuaderno de bitácora. Lo que he pretendido siempre es que estéis conmigo en Alicia y viváis lo que yo vivo en todo momento… compartir es lo mejor y poco sentido tendría hacer este viaje si no lo disfrutabais vosotros también.

Empieza la cuenta atrás para el siguiente intento…

Continuará…

Sobre el autor:

Ángel Bernaldo de Quirós

Ángel Bernaldo de Quirós

Ángel Bernaldo de Quirós es un empresario jubilado de 62 años que ha decidido dar la vuelta al mundo en solitario a bordo de su catamarán.

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