

Generación 45+: talento con experiencia que el mercado no puede permitirse perder
Raúl AriasMartes 3 de junio de 2025
4 minutos

Martes 3 de junio de 2025
4 minutos
En un mercado laboral en constante evolución, marcado por la aceleración de la transformación digital, la transición hacia modelos más sostenibles y los profundos cambios sociales, las personas mayores de 45 años enfrentan uno de los desafíos más complejos de su trayectoria profesional: lograr una reinserción laboral efectiva.
Según el informe de Adecco sobre Empleo y Orientación Laboral, las personas mayores de 50 años constituyen el 30% del total de desempleados en España, pero lo más llamativo es que representan el 45% del paro de larga duración, con un 56% de este grupo de edad buscando empleo desde hace más de un año. En términos absolutos, hablamos de 447.600 personas en búsqueda activa y sostenida de empleo, de un total de 800.000 demandantes de trabajo en este rango de edad. No es una cifra menor: es una llamada a la acción.
Frente a esta realidad, iniciativas como el Programa Talento 45+, impulsado por la Cámara de Comercio de España, buscan revertir esta situación mediante orientación personalizada, formación en competencias digitales y acompañamiento hacia la inserción laboral. Estas iniciativas no solo tienen un carácter social; tienen un valor estratégico: el talento 45+ no es una carga, sino una inversión de alto valor añadido para las empresas.
Las personas mayores de 45 años cuentan con décadas de experiencia profesional, un conocimiento profundo de dinámicas organizativas y una ética de trabajo consolidada. A diferencia de perfiles más jóvenes, tienen una capacidad comprobada para resolver conflictos, trabajar bajo presión y tomar decisiones fundamentadas en la experiencia. Si a ello le sumamos una formación continua en herramientas digitales, liderazgo adaptativo y nuevas tecnologías, obtenemos un perfil profesional resiliente, actualizado y alineado con las necesidades del entorno empresarial actual.
El programa de Talento 45+ tiene todo lo necesario para aportar, crecer y liderar en las empresas y organizaciones actuales. Pero para que esto ocurra, es imprescindible actuar desde dos frentes: políticas públicas inclusivas y empresas comprometidas con la diversidad generacional, por un lado; y por otro, personas que, con entusiasmo y voluntad, abracen el cambio, se capaciten y demuestren que la actitud y la constancia son tan importantes como la experiencia.
El verdadero problema no es la edad, sino la mentalidad que aún persiste en muchas organizaciones. Vivimos en un entorno laboral que demanda soluciones complejas, equipos intergeneracionales y perfiles capaces de navegar la incertidumbre con criterio. En ese contexto, el talento sénior se convierte en una ventaja competitiva que las empresas no deberían dejar pasar.
Sin embargo, para que esta reinserción sea exitosa, también se requiere una actitud activa por parte de los propios profesionales. No basta con tener experiencia: hoy más que nunca, es necesario reaprender, adaptarse y actualizarse.
En un mercado laboral marcado por la transformación digital, la automatización y los cambios sociales, la experiencia acumulada puede ser un gran valor, pero solo si se complementa con una mentalidad abierta al cambio. Quienes han estado fuera del mercado laboral o buscan reorientar su carrera deben asumir el desafío con una estrategia clara.
Para afrontar este proceso con éxito, es fundamental formarse en competencias digitales, hoy imprescindibles en casi todos los sectores. También es necesario comprender el nuevo panorama laboral, con sus dinámicas cambiantes, nuevas formas de empleo y sectores emergentes que exigen una adaptación constante. Redescubrir el propio valor personal y profesional cobra especial importancia: identificar aquellas fortalezas que marcan una diferencia real frente a perfiles más jóvenes puede convertirse en una ventaja competitiva.
Además, conviene construir una estrategia de búsqueda proactiva, que implique ampliar la red de contactos, participar en eventos del sector y fortalecer la presencia en plataformas como LinkedIn. Finalmente, es clave cambiar el enfoque: no se trata de esperar encajar en una vacante, sino de ofrecer valor desde el primer día. Hoy, las empresas buscan personas que sumen con ideas, compromiso y capacidad de adaptación, más allá de cumplir simplemente con un rol.
Por tanto, no se trata únicamente de encontrar un trabajo. Se trata de construir un perfil que el mercado quiera incorporar. La reinserción no es solo una cuestión de oportunidad externa, sino también de disposición interna. La experiencia es importante, pero solo si va acompañada de una actitud activa, actualizada y propositiva.