
Martes 3 de junio de 2025
2 minutos
Recuerdo a mi padre, Jesús Esteban. Como tantas otras personas, no quería hablar de nuestra Guerra Civil. Tampoco en casa. Eran tiempos de silencios.
Mi hermana, que es mayor que yo, me enseñó unas fotografías de cuando éramos pequeños. “Esta, por ejemplo, es del Metro de Madrid. A tus tías las llevaban allí para resguardarlas de los bombardeos que asolaban la ciudad durante la guerra.” Terribles recuerdos, para todos.
Los más mayores guardan en la memoria muchas otras guerras que desearían olvidar. Guerras, malditas guerras. Que traen dramas, miseria, horrores, hambrunas, muertes, inválidos, destrucción, odios… y recuerdos imborrables para toda la vida.
¿Qué sabemos de la Franja de Gaza? ¿Y del pueblo palestino? ¿Y del Estado de Israel, más allá de Belén, Jerusalén o del millón de judíos asesinados en las cámaras de gas por el nazismo? ¿Qué sabemos realmente de lo que está pasando?
Sabemos que el 7 de octubre de 2023, el grupo terrorista Hamás perpetró un ataque en Israel, con un saldo de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados. Ese parece ser el detonante de la nueva guerra entre palestinos e israelíes.
Desde el 18 de marzo, las tropas israelíes han lanzado un total de 2.900 bombardeos contra Gaza.
Según fuentes palestinas, al menos 54.056 personas han muerto en la Franja desde que comenzó la ofensiva israelí, de acuerdo con el último balance ofrecido por Hamás.
Y ahora, ¿qué podemos hacer los mayores, mientras vemos por televisión la hambruna, la destrucción y el aparente genocidio del pueblo palestino en Gaza?
¿Somos indiferentes los mayores ante lo que ocurre?
¿Nos unimos a las manifestaciones de apoyo a unos o a otros?
¿Firmamos cartas, como las que han suscrito casi 700 escritores británicos, irlandeses y francófonos, denunciando el “genocidio” de Israel en Gaza?
¿Qué podemos hacer los mayores?