Alejandro Otero
Opinión

Nosotros, la generación que estamos viviendo entre el siglo XX y XXI

Alejandro Otero Davila

Jueves 12 de junio de 2025

5 minutos

Nosotros, la generación que estamos viviendo entre el siglo XX y XXI

Jueves 12 de junio de 2025

5 minutos

Nos ha correspondido vivir entre los mediados del siglo XX y ya hemos conseguido superar el primer cuarto del XXI, en un proceso de esta generación, que desde que se han jubilado están en plena actividad.

Mientras que nosotros, las personas del siglo XX, nacidas en los años 50, han experimentaron un mundo en rápida transformación hacia la modernidad industrial y la globalización, hemos vivido el paso al siglo XXI, siendo testigos de una aceleración exponencial de los procesos tecnológicos en el siglo XX.

De la válvula de vacío en los receptores de radio, el medio de comunicación más importante en los años 50 del siglo pasado, a los primeros aparatos de radio transistorizados, un pequeñito cartucho con tres patillas que revolucionó la tecnología en los receptores de radio, con esta nueva tecnología les llamábamos transistores.

Estos pequeños transistores ponen en marcha la revolución digital, lo que ha generado una sociedad más interconectada, informada y consciente de los desafíos globales, aunque también más dependiente de la tecnología y a veces más individualista en su conectividad.

Hemos vivido el mayor logro tecnológico de nuestra historia con la llegada del hombre a la Luna el 19 julio de 1969, y la construcción del primer ordenador transistorizado, con un peso de unos 25 kilos, el ordenador del Apolo 11, con que Neil Armstrong y Buzz Aldrin realizaron el primer alunizaje del ser humano en nuestro satélite.

Las investigaciones realizadas durante el proceso de los viajes espaciales nos han permitido tener cámaras en los móviles, lentes resistentes a los arañazos, escáner TAC, led, zapatillas deportivas, mantas de aluminio, sistemas de purificación de aguas, aislamientos para viviendas, herramientas hidráulicas, auriculares inalámbricos, espuma viscoelástica, alimentos liofilizados, detectores de humo, leche de formula para bebés, extremidades articuladas, el ratón de los ordenadores, y el ordenador portátil. Todo esto lo hemos vivido en directo los mayores de hoy en el siglo XX, el mayor salto tecnológico de la historia.

Las personas que hemos nacido en el siglo XX, somos testigo en el XXI, del desarrollo tecnológico y comparten la experiencia de vivir en un mundo en constante evolución, presentan diferencias significativas, moldeadas por los avances tecnológicos, los cambios socioculturales y los eventos históricos de cada era.

El siglo XX fue un periodo de cambios radicales y acelerados, marcados por guerras mundiales, revoluciones sociales, avances científicos asombrosos y el surgimiento de la globalización.

Las dos Guerras Mundiales, la Guerra Fría y numerosos conflictos regionales tuvieron un profundo impacto en la mentalidad de las personas. Generaron resiliencia, patriotismo (en diversas formas) y, en muchos casos, un fuerte deseo de paz y estabilidad. La producción en masa y la mejora de las condiciones de vida en muchas partes del mundo llevaron a un aumento del consumo. Electrodomésticos, automóviles y la radio se volvieron comunes, redefiniendo la vida cotidiana y el ocio. La radio, la televisión y el cine transformaron la forma en que las personas recibían información, se entretenían y se conectaban con el mundo, fomentando una cultura popular más homogénea.

Hubo una lucha constante por los derechos civiles, la igualdad de género y los derechos de las minorías. Esto llevó a cambios significativos en las actitudes hacia la raza, el sexo y la sexualidad, especialmente en la segunda mitad del siglo.

Aunque la globalización comenzó a gestarse en el siglo XX, la interconexión a nivel individual es mucho menor que en el siglo XXI. La comunicación era más lenta y los viajes internacionales, menos frecuentes y accesibles para la mayoría. A menudo, la vida se centraba más en la comunidad local y las relaciones personales directas.

El siglo XXI se define por la era digital, la hiperconectividad y una globalización sin precedentes.

Una de las diferencias más marcadas es que nuestros hijos han crecido con la tecnología digital (internet, smartphones, redes sociales) como parte integral de su vida. Esto ha moldeado su forma de comunicarse, aprender, trabajar y socializar. Y nosotros, los mayores, debemos estar en estos medios y para ser testigos y usuarios de estas tecnologías.

La facilidad de comunicación a través de internet ha creado una mayor conciencia de los problemas globales y una mayor interconexión cultural. La información viaja de forma instantánea, lo que puede llevar tanto a una mayor comprensión como a la propagación de desinformación. El ritmo acelerado del cambio tecnológico y social exige una mayor adaptabilidad y capacidad de aprendizaje continuo. En esto estamos los alumnos de los Programas de Mayores de nuestras Universidades.

Ante la sobreabundancia de información, la capacidad de discernir, analizar críticamente y generar nuevas ideas se ha vuelto crucial.

La facilidad para acceder a la información y conectarse con otros ha fomentado el autoaprendizaje y la colaboración en línea en diversos campos. Aunque la tecnología ha facilitado la conexión a distancia, también ha modificado la naturaleza de las interacciones cara a cara, a veces generando una mayor dependencia de las plataformas digitales. Con la omnipresencia de la tecnología, ha crecido la preocupación por la privacidad personal y la seguridad en línea de nuestros datos personales.

Mientras nosotros, los mayores nacidos en el siglo XX, experimentaron un mundo en rápida transformación hacia la modernidad industrial, y la globalización incipiente, las del siglo XXI han vivido una aceleración exponencial de estos procesos, impulsada por la revolución digital, lo que ha generado una sociedad más interconectada, informada y consciente de los desafíos globales, aunque también más dependiente de la tecnología y a veces más individualista en su conectividad.

Y nuestro objetivo desde FEGAUS (Federación Gallega de Asociaciones Universitarios Seniors) es poner en valor a las personas mayores de Galicia y participar en la formación e información que nos solicitan, pero sobre todo trabajando para informar y formar sobre la soledad, el edadismo, y la formación continua a lo largo de toda nuestra vida, utilizando las nuevas tecnologías con responsabilidad y seguridad.

"El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños" (Eleonor Roosevell)

Sobre el autor:

Alejandro Otero

Alejandro Otero Davila

Alejandro Otero Davila es presidente de FEGAUS.

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