Cómo cortar una sandía: la forma correcta

Estamos en verano, la estación de la piscina, la playa, el aire acondicionado y la fruta 'fresquita'. Dentro de esta última categoría, no podemos concebir esta época del año sin comer una buena sandía.

Esta alternativa saludable es una de las frutas que más se compran durante estos meses. Además, este verano han sido noticia por la subida sin precedentes de su precio.

A pesar de esto, a muchas personas les supone un reto total tener que cortar esta fruta. Normalmente partimos la sandía en dos, y a partir de ahí se corta de extremo a extremo, dando lugar a trozos triangulares.

Sin embargo, existe un truco mucho más sencillo para que, cuando elijamos tomar esta fruta refrescante, no suponga para nosotros todo un calvario. Es mucho más rápido y nos permitirá cortar la sandía de una forma mucho más fácil.

Para empezar con esta técnica debes contar con una base de apoyo correcta. Es decir, no puedes cortar la sandía sobre una base que resbale o no esté plana. Por supuesto, también debes contar con un cuchillo de considerable tamaño y bien afilado.

Y... ¡sorpresa! La manera más cómoda de cortar la sandía no es en triángulos, sino en cuadraditos, lo que además te permitirá obtener trozos más fáciles de comer. 

Primero debemos partirla por la mitad y después en cortar en secciones: primero de un lado y después del otro lado para hacer cuadraditos, de forma que conseguimos que queda la fruta en cuadraditos o palitos muy prácticos. 

Que sandía elijo

Si la sandía ya está cortada por la mitad, lo ideal es elegir aquellas que tengan las pepitas más oscuras, ya que esto significa que la fruta está madura y que además, estará jugosa y dulce. El sonido también juega un papel importante. Si es seco y profundo, es un signo de que la sandía se encuentra en un estado de maduración ideal.

Cómo la conservamos

Lo recomendable es almacenarla en el frigorífico a unos 15 grados de temperatura. Si se hace de esta forma, la fruta podría aguantar durantes bastantes semanas.