Los espárragos verdes trigueros, sobre todo cuando son de cercanía y vienen de nuestra rica y variada huerta, son siempre una delicia y nos gustan de cualquier manera. En esta ocasión vamos a optar por una crema calentita, para entrar en calor en los días más fríos del invierno y que, bien decorada y con el toque cremoso y de sabor que le aportará el queso brie, es un excelente primer plato para nuestros menús navideños.
Limpia el puerro retirando sus raíces, el extremo más verde y sus capas exteriores. Cuando ya tengas su parte más blanquita y tierna, pícalo menudo.
Acerca una cazuela al fuego con un hilito de aceite de oliva y pocha a fuego muy suave el puerro durante 5 o 7 minutos.
Mientras, pela la patata y cháscala. Añade los trozos de patata y pon a punto de sal. Y cocina unos minutos más.
Limpia los espárragos lavándolos bajo el chorro de agua fría y retirando la parte dura y leñosa. Corta cada espárrago en varios trozos.
Añade el caldo de verduras a la olla y sube el fuego hasta que comience a hervir. En ese momento baja el fuego y deja cocer despacito durante 25 minutos o un poco más. La patata te tiene que quedar tierna. Cuando compruebes que es así, será el momento de agregar los espárragos verdes. Deja cocinar unos 7 minutos más.
Apaga el fuego y saca unas cuantas puntas de espárrago que reservarás para adornar.
El resto, tritúralo muy bien. Añade la nata y el queso brie partido en dados y vuelve a triturar un poco más, hasta obtener una crema fina y suave. En el último momento, corrige de sal y añade un poco de pimienta negra y una pizca de nuez moscada molida.
Sirve la crema en bonitos platos hondos o cuencos individuales y adorna con una o dos puntas de espárragos y unas pipas de calabaza. También puedes añadir una gota de nata y un poquito de pimentón para decorar, es opcional.
