Entrena tu cerebro con gimnasia mental

Hasta hace poco la comunidad científica pensaba que disponíamos de un número finito de neuronas que iban disminuyendo con el paso de los años. De modo que era inevitable que la actividad cognitiva se fuera deteriorando.

Sin embargo, se ha observado que la capacidad de regeneración de las neuronas en los seres humanos es mayor de la que se creía. Un descubrimiento que llega de la mano de otro: se observó que las personas con poca formación o que se desenvuelven en entornos poco estimulantes tienen un deterioro cognitivo mucho más acelerado y palpable que los que trabajan su mente. En conclusión, hay hábitos y conductas que nos ayudan a retrasar esa pérdida cognitiva.

Un descubrimiento que va en boga del envejecimiento saludable. Mediante unos ejercicios o trabajos mentales, podemos alargar la vida de nuestras neuronas y mejorar así la calidad de vida en un futuro. Y es que de la misma manera que los especialistas en envejecimiento físico recomiendan la actividad para ralentizar el deterioro de los músculos, los expertos neurólogo mantienen la mente activa para evitar que el cerebro se atrofie.

Para ejercitar la mente basta con buscar actividades estimulantes para el intelecto incluso en las actividades cotidianas aparentemente más simples.

• Televisión:  Es mejor elegir programas que impliquen algún reto como contestar preguntas, adivinar conceptos, resolver acertijos… Si optamos por una películas, mejor que sea una con una trama en la que hay que estar pendiente.
• Juegos. Hacer puzles, crucigramas, sudokus, sopas de letras, jugar a las cartas o a otros juegos de mesa, colorear, hacer manualidades, tejer… todo lo que obligue a concentrarse y pensar.
• Leer: No solamente adquirimos conocimiento, sino que obliga al cerebro a mantenerse activo. Y es que al leer le obligamos a pensar, ordenar ideas, seguir tramas, relacional conceptos, memorizar e imaginar.
• Relacionarse: Haz reuniones con la familia, amigos, conversa, salir a dar una vuelta, al teatro, al cine..
• Bailar: Además de ejercicio físico, el baile obliga a seguir el ritmo y marcar los pasos.

Como norma general, y para que sirva como guía, los especialistas sostienen que todo lo que es bueno para tener un corazón sano también lo es para el cerebro. Dejar de fumar cuanto antes, reducir la ingesta de alcohol, apuntarse a la Dieta Mediterránea, huir del sedentarismo y cultivar las relaciones sociales nos mantienen en forma en cuerpo y mente.