Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorUna mancha en zonas donde menos lo esperamos viene acompañada de preocupación. Y el ojo, aunque no lo creamos, también tiene probabilidades de ver cómo surge una marcaen él. Y es que como ocurre en la piel, pueden desarrollarse pecas o lunares. Unas pecas que los médicos denominan Nevus Oculares.
Estos nevus son lunares de carácter benigno, pero no están exentos de la revisión médica. Un especialista deberá comprobar que se trata de una pequeña mancha sin más trascendencia; y si es así, es recomendable que se vaya revisando cada año o año y medio, y comprobar que no se ha producido ningún cambio.
La mayoría de las veces, aparecen en la zona pigmentada del ojo. Una mancha gris y plana que muy pocas veces adquiere algo de volumen, no superando los 2 milímetros.
Estas manchas suelen tener un origen congénito, es decir, ya están formadas en el momento de nacer, pero no es hasta llegar a la pubertad cuando se hacen más visibles. Solamente en 1% de los casos diagnosticados aparecen cuando la persona ya es adulta; un dato que se conoce gracias a la consulta de los especialistas cuando esto ocurre.
Aunque la mayoría se concentran en la zona pigmentada del ojo, o iris, también puede darse en la zona blanca. Las diferencias son:
En la zona blanca: En la mayoría de los casos no se trata de un nevus, sino de otras formaciones de color. Incluso en ocasiones son partes internas del ojo que quedan a la vista por tener una capa que cubre el ojo demasiado fina y los elementos bajo ella quedan transparentados.
Cuando sí son nevus (tras dictaminarlo un oftalmólogo), son planos, sólidos y móviles, es decir, no están adheridos a las capas internas del ojo y por tanto se pueden extraer quirúrgicamente.
En el iris: se trata de un simple lunar y rara vez se transforma en melanoma, apareciendo a temprana edad y en muy pocas personas.
Que vaya aumentando la edad, así como hacer exposiciones prolongadas al sol o a los baños UVA en cabinas de bronceado pueden incrementar el riesgo de padecer un melanoma dentro del ojo.
Lo mejor sería evitar esas exposiciones, o al menos realizarlas de forma muy prudente, pero sobre todo tomar todas las precauciones, como por ejemplos usar una gafas de sol homologadas.