Tratamiento láser y ácido hialurónico para la sequedad vaginal en mujeres mayores

La flora y la mucosa son los dos elementos que velan por la salud vaginal de las mujeres. En condiciones normales, las paredes de la vagina generan un lubricante natural, que es la mucosa, que mantiene la zona hidratada; mientras que la flora vaginal son un conjunto de microorganismos que protegen esta zona del cuerpo. No obstante, cuando el equilibrio entre ambas se rompe, se produce la temida sequedad vaginal que, como su propio nombre indica, consiste en la disminución del flujo y la falta de hidratación.

En muchos casos, la sequedad vaginal en las mujeres mayores se debe a una infección vaginal, episodios fuertes de estrés, el seguimiento de un tratamiento hormonal y, en mayor medida, la llegada de la menopausia. Además, existen algunos factores externos que pueden empeorar la situación como, por ejemplo, el tabaco, los geles demasiado agresivos o la ropa interior no transpirable.

Afortunadamente, no se trata de un problema de suma gravedad y se puede solventar fácilmente. Lo más habitual es recurrir a hidratantes vaginales o lubricantes durante las relaciones sexuales. Sin embargo, también hay disponibles todo un abanico de tratamientos, entre los que destacan el ácido hialurónico y el láser.

Métodos revolucionarios

Antes de recurrir a cualquiera de estos tratamientos, resulta fundamental consultarlo con tu médico de cabecera, quien sabrá a ciencia cierta si es la solución que más te conviene.

En este sentido, el tratamiento de láser es una técnica mínimamente invasiva que utiliza el calor para estimular la producción de colágeno en la zona vaginal, que a su vez sustituirá las capas secas que han provocado el problema. Tal y como explican los expertos, normalmente no va acompañado de efectos secundarios, a excepción de un leve enrojecimiento o hinchazón, que apenas suele durar 48 horas. 

En cuanto a los tratamientos basados en el ácido hialurónico, se centran en conseguir que las moléculas que habitan en la zona vaginal capten agua y, por lo tanto, el entorno se hidrate. "Se realiza en la consulta de ginecología y no requiere hospitalización. Se recomienda un anestésico local unos 30 minutos antes del procedimiento, para que este resulte completamente indoloro", explican desde Barnaclínic+. Además, podría mejorar la inflamación de la mucosa vaginal, el pH vaginal y la dispareunia o coito doloroso.