7 causas de estreñimiento muy comunes que debemos vigilar

Se considera estreñimiento a la dificultad para evacuar las heces. Este problema para ir al baño puede ser por una baja frecuencia (ir muy poco al baño) o porque cueste mucho esfuerzo. Lo normal es hacer deposición como mínimo una vez cada tres días y que cueste trabajo menos de una cada cuatro veces. Una de las principales causas son los nuevos hábitos o situaciones:

Estar de viaje

Quizá te hayas dado cuenta de que te has ido de vacaciones y no puedes ir al baño con normalidad. Esto, en muchas ocasiones, va acompañado de cambios en la rutina de tu dieta como menos consumo de agua, menos ejercicio al que estás acostumbrado y finalmente deriva en estreñimiento ocasional.

Estar más estresados de lo normal

Una mala etapa emocional podría derivar en estreñimiento. Pero también puede deberse a cambio hormonales que se desencadenan al estar estrellada como el aumento del cortisol, que da lugar a un peor funcionamiento del aparato digestivo. ¿La solución? Intentar relajarse de vez en cuando.

Beber poca agua

Las heces están compuestas en un 75% de agua. Si falta ese aporte hídrico, las deposiciones se vuelven más compactas y hay una mayor dificultad para la defecación.

Te aguantas demasiado

Cuando las heces llegan al recto, se produce un reflejo de defecación. Si se bloquea la relajación del esfínter externo se puede llevar a provocar el movimiento contrario. De esta manera, las heces acaban disminuyendo y se endurecen lo que hace muy difícil su expulsión.

Tu dieta es pobre en fibra

Si el 75% de las heces es agua, el resto son desechos. De estos productos de desecho, el 30% proviene de la fibra. No olvides consumirla a diario.

Tu salud está en juego

Algunas patologías se manifiestan con dificultad para ir al baño, desde el colon irritable a otras enfermedades como el Parkinson, el hipotiroidismo y, el peor de los casos, el cáncer de colon. Pero también hay muchos fármacos que pueden producir estreñimiento, entre ellos muchos antidepresivos y antiácidos.

No haces deporte

Está científicamente comprobado que hacer deporte favorece las ganas de ir al baño. Esto se produce por los movimientos intestinales a la hora de hacer ejercicio. Prueba a salir a correr o andar con paso rápido.