Los coches de este color son los favoritos de las palomas para sus defecaciones

Un estudio de la Fundación Británica de Ornitología ha identificado cuáles son los tonos que más predisposición tienen para ser escogidos por las palomas para depositar sobre su superficie sus excrementos, que siendo especialmente corrosivos, son bastante complicados de limpiar.

 

 

Al aparcar en la calle, te arriesgas a que tu vehículo pueda sufrir daños y desperfectos, ya bien sea por las inclemencias del tiempo o por la presencia de animales como las palomas. 

Las heces de estas aves pueden dañar la pintura de la carrocería y, principalmente cuando se aparca debajo de los árboles o farolas, las posibilidades de que las palomas defequen encima incrementan considerablemente. 

Esta situación puede agravarse aún más si el coche no se mueve durante un periodo muy prolongado de tiempo, ocasionando que se acumulen todos los restos en la superficie y que se quede con un aspecto de suciedad realmente desagradable.

Los colores más afectados por las palomas 

La Fundación Británica de Ornitología observó durante dos días más de 1.000 automóviles en cinco ciudades diferentes de Reino Unido. 

Valorando los resultados obtenidos se descubrió que el color rojo es la víctima favorita de las palomas estando en el 18% de los coches afectados por las defecaciones. El azul y el negro siguieron esta tendencia siendo, respectivamente, los tonos del 14% y del 11% de los vehículos. 

El truco infalible para limpiar tu coche 

Primeramente, se recomienda que con una botella de agua que tengamos en el coche añadamos un poco de bicarbonato de sodio. 

Después, se debe coger un trapo o una esponja y empaparla de la mezcla para pasarla por encima del excremento y retirarlo. Debes limpiar con cuidado y suavidad ya que si aplicas demasiado o ejerces demasiada fuerza podrías llevarte junto con la hez, la pintura de la carrocería. 

Tras esperar entre 3 y 5 minutos, la disolución debería hacer efecto y se podrá ver que las manchas se van disolviendo poco a poco hasta desaparecer completamente. 

 

 

Otros trucos efectivos podrían ser el uso de la manguera a presión, que puedes encontrar en cualquier gasolinera, pero es un método cuya eficiencia varía mucho del tiempo que lleven las defecaciones en la superficie. 

Por eso, es muy recomendable encerar la carrocería del coche periódicamente entre una o dos veces al año. Así, se puede asegurar la resistencia de los acabados ante ataques más duros y las heces corrosivas.