¿Cuánto cuesta que una residencia de mayores se adapte al nuevo modelo de cuidados?

Mayte Sancho critica la "dramática" financiación de la dependencia: "Es hora de hacer un esfuerzo"

 

El sistema de cuidados de larga duración se encuentra actualmente en plena transformación hacia un modelo de provisión de servicios en el entorno comunitario, centrado en las necesidades y preferencias de los mayores. 

Y una de las medidas centrales que se está llevando actualmente a cabo en ese sentido es la implementación de este sistema en las residencias, convirtiéndolas en más hogareñas –unidades de convivencia– y garantizando una atención de mayor calidad –formación– y con más personal –ratios–.

Es lo que tratan de hacer en el Proyecto AICP.COM, de Fundación Pilares y Lares Asociación, que recoge actuaciones innovadoras para avanzar en este sentido tanto en domicilio como en los centros sociosanitarios. 

Ahora bien, este cambio, que tiene múltiples ventajas tanto para usuarios y trabajadores como para los gestores, tiene una serie de costes asociados.

En concreto, Camilo Arias, investigador de este programa, explicó en la jornada 'Sostenibilidad de los Cuidados de Larga Duración', qué desembolso deben hacer los centros para aplicar el modelo de Atención Integral Centrada en la Persona. Un sistema, cuyos beneficios en términos de reducción de la fragilidad, mejora de la calidad de vida y fortalecimiento de los lazos familiares compensan con creces el esfuerzo económico y organizativo.

El acto, organizado por Fundación Pilares (@FPilares) y Fundación Caser (@fundacioncaser), contó con la presencia asimismo de otros expertos del sector, tanto del ámbito nacional como internacional, y con la participación destacada de la directora general del Imserso, Mayte Sancho; del director general de Atención al Mayor y a la Dependencia de la Comunidad de Madrid, Óscar Álvarez; del director de Fundación Caser, Juan Sitges; y de la presidenta de Fundación Pilares, Pilar Rodríguez. 

Coste inicial

Según aseguró Arias, los costes iniciales se concentran típicamente en un periodo de tres a cinco años. Y pueden ser muy variables, comentó, dependiendo del punto de partida de cada residencia, su tamaño, el sector (público o privado) y el grado de implantación previa del modelo.

"El principal coste es el refuerzo de personal", señaló. Y varía según la dotación previa:

• Buena dotación: entre los 0 –reorganizar– y los 50.000 euros.
• Intermedia: de 50.000 a 200.000 euros. 
• Pocos trabajadores: más de 200.000 euros. 

En cuanto a la formación intensiva, clave en este modelo, iría de 5.000 a 15.000 euros. 

Por otra parte, la transformación física de los centros también implica un desembolso. Si sólo hubiese que 'hogarizar' el centro, se calcula una inversión de 20.000 a 50.000 euros. 

Eso sí, la creación de unidades de convivencia tiene un coste superior: 50.000 a 500.000 euros. Y, en los casos en los que hay que realizar más cambios estructurales, el desembolso asciende a más de 500.000 euros. 

Beneficios del cambio de modelo

Durante su ponencia, el experto recordó que la implantación de este sistema tiene muchas ventajas.

En primer lugar, indicó, porque se personaliza la vida en los centros y se mejora la imagen de los mismos. 

Por otro lado, ayuda a disminuir el consumo de fármacos, el riesgo de caídas, así como la fragilidad.

Y, en paralelo, a nivel social, crece la vinculación con la comunidad y se produce un acercamiento de las familias. 

Además, se reduce la incidencia del burn out entre los trabajadores y los cambios en estructurales –arquitectura– benefician finalmente a todos. 

En concreto, resumió, el modelo de Atención Integral Centrada en la Persona es una inversión social con retorno económico.