Retrospectiva de Adolfo Domínguez, el diseñador que apuesta por la costura sostenible

Suya era aquella frase tan conocida de "la arruga es bella". Hablamos del diseñador de moda gallego Adolfo Domínguez (@AD_Oficial), que ha sido elegido para hacerse con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2019 otorgado por el Ministerio de Cultura y Deporte (@culturagob) y que reconoce de esta manera “la importantísima expansión internacional” del diseñador y su significado “en la historia contemporánea de la moda de España”.

Así, a juicio del jurado, esos 30.000 euros del premio reconocen la capacidad y sensibilidad de este creador para difundir el diseño y la moda española a través de la aguja y los patrones. 

Estética sobria con guiños orgánicos

La moda que ha hecho Adolfo Domínguez siempre ha sido muy característica de su buen hacer con los tejidos. Diseños donde primaba la estética más bien sobria, sin mucho artificio o decorado textil y que revolucionó la moda de nuestro país a comienzos de los años 80.

Y todo surgió desde las enseñanzas que el joven Adolfo recibía en la sastrería familiar donde se fue forjando ese gusto por el diseño y la moda pese a que sus derroteros académicos le llevaron en un principio a cursar estudios de Filosofía y Letras en Santiago de Compostela. Sin embargo, fue su estancia en París y Londres donde su formación derivó hacia un plano más estético que empezó a desarrollar a su vuelta a España a principios de la década de los 70.

Es entonces, a su vuelta, cuando se pone manos a la obra con la que hoy es su compañía textil con diseños que destacan por las líneas puras y rectas, tendentes hacia la geometría y donde los colores son sencillos sin demasiadas estridencias. Prendas atemporales para una mujer que huye de convencionalismos y que quiere prendas un poco más originales hacia el minimalismo arquitectónico reflejado en la ropa. Incluso en esas prendas se aprecia el gusto del diseñador con todo lo que tenga que ver con Japón. 

Y precisamente con esa apuesta en la moda, se consagró como uno de los mejores diseñadores, ya no solo de nuestro país ya que en los años 90 la firma se internacionalizó al tiempo que se diversificaba su negocio. Por aquella década además se convirtió en el primer creador que lanzaba con su nombre una completa gama de perfumes. Por si fuera poco, también en esos años se atrevieron a poner un pie en el mundo bursátil. 

Ha sido pionero en muchos otros frentes relacionados con la moda. Así, fue de los primeros en crear prendas para tallas grandes y ha eliminado de sus colecciones textiles todo lo que sea cuero y ante. Precisamente, su apuesta por la sostenibilidad guía mucha de las creaciones actuales que saca cada temporada a la pasarela como es el caso de su segunda colección de estas características, Materia Gris, lanzada hace nada. Está elaborada con fieltro biodegradable lo que ha permitido ahorrar energía durante su proceso de creación, además de ser un elemento que se puede reciclar. En total, esta línea la componen 146 piezas atemporales y sin clasificación de género ya que pueden llevarlas indistintamente tanto hombres como mujeres. 

Una época complicada

Sin embargo, como en todas las empresas de la vida (personales y profesionales) en ocasiones los contratiempos marcan los nuevos rumbos y nos juegan alguna que otra mala pasada. Adolfo Domínguez fue una de las marcas españolas que más padeció las consecuencias de la pasada crisis hasta tal punto que incluso se barajó la posibilidad de que se declarase en quiebra o se vendiera a algún inversor potente. 

Así, tras estos vaivenes económicos, la empresa pasó a ser liderada por una de sus tres hijas. En el año 2015 todo cambió con la entrada de Adriana como nueva responsable de la firma y con la adopción de cambios estructurales y de estrategia comercial. El nuevo plan de eficiencia fue dando resultado y en unos años empezó a reducir sus anteriores pérdidas en un 70%, al tiempo que se iba produciendo un incremento de las ventas pese a que durante ese bajón económico se cerraron tiendas de la marca.