Sociedad

El denunciante de Los Nogales pide cámaras en todas las habitaciones

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El denunciante de los casos de maltrato en la residencia de Los Nogales, Francisco Palomino, ha pedido que se instalen cámaras en todas las habitaciones del centro para evitar casos como el de su madre de 83 años que asegura que fue agredida.

La madre de Francisco, de 83 años, enferma de alzheimer que ingresó en el año 2015 en la residencia y murió dos meses antes de que su hijo denunciara el caso, fue presentando "poco a poco hematomas, torceduras de tobillo, inflamaciones de rodilla, incluida la rotura de las gafas", ha explicado el denunciante en declaraciones a Europa Press.

Francisco habló con el centro para comentarle lo ocurrido pero le aseguraron que allí no maltrataban a nadie y que cuidaban "muy bien a los ancianos". No obstante, al tener sospechas de que podía no ser así, colocó su teléfono para grabar la habitación de su madre, donde se recogieron escenas en las que la auxiliar "propinaba entre siete y diez azotes diarios" a su madre.

Estos vídeos los llevó a la comisaría y van al juzgado posteriormente, aunque el juez "creyó que no eran constitutivos de delito" y se archivaron. "Me vi en la obligación de colocar de nuevo el teléfono móvil en mayo de 2018 y entonces estos vídeos los llevé a lasa Fiscalía de Madrid, que abre una investigación y una denuncia en el juzgado contra los tres trabajadores que aparecen en el vídeo", ha explicado.

De hecho, considera que es posible que la muerte de su madre, pese a estar enferma de alzhéimer, podría haber visto acelerado su fallecimiento por el trato que recibió en el centro.

En cuanto a si piensa que la directora del centro era conocedora de estos casos y debería ser inhabilitada, Francisco ha indicado que si se trata de una sanción que beneficia a los ancianos estaría de acuerdo, pero le parece que se trata de un procedimiento "más bien administrativo a instancias de la Comunidad". "Ellos sabrán lo que tienen que hacer", ha lanzado.

A su juicio, para cambiar esta situación tendrán que ser los familiares de los residentes los que "controlen la situación" del centro, colocándose cámaras de vigilancia en todas las habitaciones que estén "controladas por las familias" y, además, que se les permita visitar a sus familiares en horario nocturno para poder ver cómo duermen o cómo se les ducha.

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