Margarita, la matriarca del Atleti: las flores más famosas del fútbol español

Si alguna vez ha acudido, en los últimos 26 años, a ver un partido del Atlético de Madrid en casa probablemente se haya fijado en las flores que hay en el córner a la izquierda de la portería del fondo sur. Este rito tiene a su propia 'gurú', la atlética Margarita Luengo, que desde 1996 deposita las flores en todos los partidos del equipo, sin importar la competición.

Una tradición que nace en el ya desaparecido estadio Vicente Calderón, cuando un 27 de junio nuestra protagonista tiró al campo un clavel por cada gol que marcó su equipo al Athletic de Bilbao. Finalmente, el resultado fue de 4-1, y desde entonces se instauró esta costumbre en los partidos en los que el Atlético de Madrid juega como local. La magia de esta historia reside en  que Margarita, antes de ese partido, se encontraba, una vez más, en su peña de siempre. El local, al lado del río Manzanares, tenía un jarrón con flores. La aficionada rojiblanca ni se lo pensó: "Dame cuatro flores, una por cada gol del Atleti". El resto es historia.

Margarita lleva más de 50 años acudiendo a su cita semanal con el equipo de su vida. Al principio empezó a ir con su novio de entonces, ahora su marido, aunque siempre ha reconocido que en un primer momento lo tomaba con cierta reticencia, ahora no se pierde ni un partido por nada del mundo.

Historia viva del club, esta mujer de 76 años ha visto a su equipo en la Intertoto, llegar a finales de Champions y levantar ligas. También ha estado presente en las páginas más negras de la historia del club, como cuando el equipo bajo a Segunda.

Milinko Pantic, su ídolo

Desde que llego al club colchonero, el jugador serbio ha sido el referente de Margarita. De hecho, en aquel mítico partido en el que se inició la tradición, Pantic marcó el segundo de los goles, y cuando terminó el encuentro, tiró los claveles a las gradas.

En el siguiente partido, Margarita escribió en las flores que un mensaje en el que decía que los claveles eran para él. Ese fue el comienzo de una amistad que perdura hasta el día de hoy.

Este ritual atlético no se ha dejado de hacer nunca. Ni en los peores años de la pandemia, cuando el campo estaba vacío y no había ni un alma en el estadio, se perdió la tradición. El primer día tras el Covid-19 que el fútbol volvía al Wanda, Margarita recibió una llamada. Era El capitán, Koke Resurección, quién iba el encargado de llevar las flores a su sitio, hasta que, por fin, los aficionados rojiblancos pudieran regresar a su asiento en el Wanda Metropolitano.

Esta emblemática aficionada le explicó como poner las flores, encargo que el capitán siguió realizando hasta que Margarita pudo volver al campo, hace poco más de un año. Lo hizo en un partido clave para el Atlético de Madrid, que se jugaba La Liga, y parece que la presencia de la colchonera dió buena suerte, pues el equipo sacó adelante el partido contra el Osasuna con el resultado de 2-1.