Milagros tiene 87 años y recientemente ha sido víctima de una estafa por parte de su cuidadora: "Me ha robado 30.000 euros", contaba en el programa de Y ahora Sonsoles, al que ha acudido para contar su historia.
Al parecer, todo comenzó a raíz de un ingreso en el hospital debido a una caída. Tras recibir el alta necesitó ayuda de una cuidadora, que consiguió acceso a sus tarjetas y cuenta corriente, y poco a poco ha ido sacando dinero en efectivo, y gastándoselo en viajes, restaurantes o tiendas de ropa: "Me decía que guardase el dinero, no me lo fueran a quitar. Y me ha dejado trampas", aseguraba la afectada, que se dio cuenta de lo que había pasado porque tenía que reformar su cocina y solo tenía 4 euros en la cuenta.
Inmediatamente, ella y sus hijos denunciaron lo ocurrido, y gracias a los movimientos de las cuentas han logrado detener a la cuidadora en Almería. A pesar de las buenas noticias, Milagros no tiene dinero ni para poder comer. De hecho, ahora tiene que ir todos los días al hogar del jubilado para que le den comida, comentaba al programa.
La situación de Milagros es bastante delicada porque "ahora mi pensión va para pagar la deuda que me ha dejado" y sus hijos no la pueden ayudar. Además, denuncia que el banco nunca se puso en contacto con ella para informarle de estos movimientos, ni ha recibido respuestas por parte de su sucursal cuando le pidió explicaciones.
El testimonio de Milagros no ha dejado indiferente a Sonsoles, quien no dudó en decir públicamente que "igual tiene que haber una supervisión más fina en los mayores", y ha pedido "una Ley del Mayor".
Durante la entrevista, muchos telespectadores llamaron al programa para ofrecer su ayuda a la mujer: "Se nos cae la centralita de los que quieren ayudar", le decía la presentadora. "¿No me digas? ¿Pero tan buena soy yo?", reaccionaba sorprendida Milagros.
"Todos hemos tenido abuelas"
"Todos hemos tenido abuelas, tenemos madre, tenemos padres que serán mayores y serán como usted, a los que queremos bien cuidados, y todos somos un poco Milagros hoy", decía una emocionada Sonsoles Ónega.
Al ver las muestras de cariño del público y de la propia presentadora, Milagros no pudo contener las lágrimas, y Sonsoles le ha asegurado que intentarán buscar una solución para su situación: "Ahora a ver cómo lo arreglamos y que a usted no le falte de nada".
Al finalizar su entrevista, Milagros se despedía diciendo que se iba "con el alma encogida".