
La preocupación por el cambio climático, una de las causas de enfermedad mental de los jóvenes
Para 2030, más de la mitad de los adolescentes sufrirá de obesidad o alguna enfermedad mental

La salud mental de los adolescentes y jóvenes se ha convertido en un asunto que cada vez genera más inquietud, especialmente desde la pandemia del coronavirus. Un estudio presentado por la revista médica británica 'The Lancet' subrayaba un factor que se suma a aquellos que empeoran la salud mental de la juventud mundial: la preocupación por el cambio climático.
Según se desprende de las conclusiones de este estudio, que se ha realizado a nivel mundial, se estima que para 2030 más de la mitad de los 2.000 millones de adolescentes y jóvenes que habrá en el mundo sufrirán enfermedades como la obesidad o enfermedades mentales, como la depresión o angustia vinculadas al cambio climático.
También la Encuesta sobre Juventud del Eurobarómetro publicada recientemente por el Parlamento Europeo detectó que el medio ambiente está entre las principales preocupaciones de los jóvenes en la Unión Europea.
Queda claro que la sostenibilidad forma parte de las preocupaciones de los jóvenes y uno de los países que más acciones está llevando a cabo en materia de sostenibilidad en el mundo es Suecia. El país nórdico ha demostrado que se puede reducir el impacto negativo en el medio ambiente y crecer económicamente. De hecho, Suecia redujo las emisiones en cerca de un 30% desde 1990 y en este mismo periodo de tiempo aumentó su PIB un 86%. En una reciente revisión bibliográfica elaborada por la Embajada de Suecia en España, se destaca que cerca del 99% de la electricidad que se produjo en Suecia en 2024 provino de energías libres de fósiles, el 70% de ellas renovables. Además, a pesar de que los inviernos largos y fríos del país nórdico, el 97% de la calefacción se genera a partir de fuentes renovables.
Con el fin de apoyar la transición hacia las energías verdes desde el Gobierno sueco, se presentó en 2022 una estrategia nacional de electrificación industrial, a la que se destinó 8 millones de euros y que incluye 67 medidas facilitadoras, para que el sector industrial y el transporte, que producen dos tercios de los gases de efecto invernadero, se sumen al cambio firmemente y contribuyan a alcanzar sus ambiciosos objetivos climáticos.