El 21 de febrero de 1965, Malcolm X tomó la palabra en un mitin de la Organización de la Unidad Afroamericana en Nueva York. De repente estalló un alboroto entre la multitud que se había reunido para escucharle. Alguien gritó: "¡Negro!, saca las manos de mi bolsillo". Los guardaespaldas del activista acudieron para ver lo que ocurría y en ese momento otro hombre le disparaba en el pecho con una escopeta recortada y otros dos también abrieron fuego contra el líder negro. Malcom X moría poco después de llegar al Centro Médico de la Universidad de Columbia.
Escenario sobre el que fue asesinado Malcom X
Talmadge Hayer, un musulmán negro también conocido como Thomas Hagan, fue detenido en el acto. Los testigos identificaron a otros dos sospechosos, Norman Butler y Thomas Johnson. Todos ellos eran miembros de la Nación del Islam la organización a la que Malcom se había unido en 1952, tras salir de la cárcel por haber robado un reloj, que abandonó en 1963 por su excesivo radicalismo y por la que se sabía amenazado.
Cadena perpetua
En un principio Hayer negó tener cualquier implicación con el asesinato, pero durante el juicio cambió su versión y confesó haber sido el hombre que disparó al líder negro. No obstante sostuvo que Butler y Johnson no estuvieron presentes y no participaron en el asesinato aunque se negó a dar los nombres de sus cómplices. Finalmente, todos ellos fueron condenados a cadena perpetua.
Malcom X
Talmadge Hayer cambió su nombre por el de Mujahid Abdul Halim. Butler y Johnson también cambiarían sus nombres por los de Muhammad Abdul Aziz y Khalil Islam. Aziz, que hoy tiene 83 años, consiguió la libertad condicional en 1985. En 1987 también la consiguió Khalil Islam que falleció en 2009 un año antes de que Mujahid Abdul Halim, que ahora cuenta con 80 años, fuese puesto en libertad.
Ahora, 56 años después del atentado, la Fiscalía defiende ante la Corte Suprema de Nueva York la nulidad de las condenas por considerarlas "erróneas" al haber sido dictadas sin pruebas suficientes.
Confesión póstuma
Por su parte, el pasado mes de febrero, la familia del activista asesinado hizo pública la confesión póstuma que había recibido de un policía secreto, Raymond Wood, en la que se implicaba al FBI y al Departamento de Policía de Nueva York en el asesinato.
Al recibir esta carta, las tres hijas de Malcolm X, Qubiliah, Ilyasah y Gamilah Shabazz, pidieron la reapertura del caso que las autoridades reabrieran el caso en base a que Wood confesaba tanto la Policía como el FBI infiltraron agentes dentro del movimiento por los derechos civiles que lideraba Malcom X para "socavarlo" y animar a sus miembros a cometer delitos.
Confesión póstuma de Raymond Wood
Raymond Wood, que firmó su confesión en 2011, explicó que su trabajo consistía en "encontrar evidencias de actividad criminal para que el FBI pudiera desacreditar y arrestar a los líderes" del movimiento. Asimismo aseguró que sus superiores le ordenaron alentar a los miembros del movimiento a "cometer actos criminales".
Por último Wood también confesó su participación en el arresto, poco antes del último mitin de Malcom X, de dos miembros del equipo encargado de velar por su seguridad.
Los condenados por el asesinato de Malcom X serán absueltos, pero seguiremos sin conocer el nombre de los asesinos y si hubo o no un complot para acabar con su vida.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.