Apellidos españoles que tienen su origen en orfanatos

El estudio de los apellidos, conocido como antroponimia, es de gran interés para muchas personas. Muchos desean conocer sus orígenes siguiendo la trayectoria de sus apellidos. Pero ¿te imaginas el origen de algunos tan conocidos como Expósito, Blanco, Iglesias o Sevilla? A continuación, vamos a tratar de explicártelo.

¿Qué pueden decir los apellidos de nosotros?

Aunque para conocer realmente el origen de nuestros apellidos habría que realizar un estudio de estos, hay algunos que son bastantes sencillos de reconocer y cuyo origen es muy conocido por gran parte de nuestra sociedad.

Más allá de los García, Rodríguez, González, los cuales según el Instituto Nacional de Estadística son los más comunes en nuestro país, hay otros que tienen gran historia.

La mayoría de los apellidos españoles tienen su origen en el lugar de procedencia, un mote o la profesión de los antepasados.

Nuestro país está lleno de González, Fernández, Rodríguez o Martínez. Estos apellidos, así como todos aquellos terminados en ‘-ez’ se comenzaron a utilizar para referirnos a los ‘hijos de’. Es decir, González es hijo de Gonzalo, Fernández es hijo de Fernando, Rodríguez de Rodrigo y Martínez de Martín, entre muchos otros.

Hay otros apellidos que se refieren a las profesiones y oficios del padre, tales como Zapatero o Molinero. En esta línea, también hay apellidos relacionados con cargos públicos, eclesiásticos, e incluso apellidos que hacían referencia a algún adjetivo calificativo del padre como Rubio.

Por su parte, hay personas cuyos apellidos se corresponden con el lugar de nacimiento de sus antepasados, tales como Madrid. Pero en este punto, es interesante el apellido Expósito, entre otros.

Origen de los Expósitos e Incógnitos

Para conocer el origen del apellido Expósito tenemos que entender el significado de la palabra expósito como tal, la cual define a los niños que han sido abandonados por sus padres de recién nacido.

Estos niños, eran llevados generalmente a un orfanato y, dado que se desconocía su procedencia o lugar de nacimiento, se les apellidaba con un adjetivo de procedencia social como Expósito.

Los apellidos Tirado o Diosdado también se utilizaron para designar a los niños de procedencia desconocida. En algunos casos se les ponía el apellido de Incógnito o Blanco.

Algunos de estos niños eran abandonados frente a iglesias o lugares eclesiásticos, de ahí que les pusiese apellidos relacionados con el lugar donde se encontraron tales como De la Iglesia, San Juan, De Dios Cruz, Iglesias, o De María, entre otros.

En ocasiones, con el objetivo de ocultar que estos niños habían sido abandonados al nacer, en lugar de apellidarles como Expósito se hacía con el nombre de la ciudad, como Salamanca, Bilbao o Sevilla, e incluso el país: España. En este sentido, también se les acuñaba apellidos comunes de la zona para que pasasen desapercibidos.

En Cataluña, a menudo se les daba a estos niños el apellido Deulofeu ("Dios lo hizo"), mientras que en Aragón los niños abandonados recibirían el apellido Gracia o de Gracia, porque se pensaba que sobrevivían por la gracia de Dios.

Desde 1921 la ley española permite a aquellas personas con apellido Expósito que lo deseen cambiar legalmente su apellido.