
Nueva terapia que combate el melanoma resistente a los tratamientos
Una combinación de anticuerpos podría beneficiar a los pacientes. Hablamos con la autora del estudio

La incidencia de melanoma cutáneo en España está al alza. La tasa anual por edad por cada 100.000 personas se ha incrementado tanto en hombres como en mujeres de 2003 a 2024. En concreto, ha pasado de 12,0 a 15,1 casos en mujeres y de 12,0 a 15,4 en hombres, lo que supone una subida anual del 1,1% y del 1,2% respectivamente, según refleja la infografía sobre “Melanoma cutáneo en España” elaborada,por la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
En 2024 se contabilizarán 7.881 casos nuevos de melanoma cutáneo, lo que supone una incidencia de 15 casos por cada 100.000 personas/año. Así, se estima que 4.156 mujeres y 3.725 hombres serán diagnosticados de esta patología, lo que sitúa al melanoma cutáneo como el 8º cáncer más frecuente en el primer caso y el 11º, en el segundo. Por edades, el grupo que se estima tendrá una mayor incidencia es el de 50 a 69 años con un 36,8%, seguido del de 0 a 49 años con un 26,4% y el de 70 a 79 años con un 20,2% y por último, el de 80 años o más con un 16,6%.
Ahora llega una investigación que ha revelado por qué algunos pacientes no responden a la terapia de bloqueo de puntos de control inmunitario (BCI) para tumores cancerosos sólidos e identifica un nuevo tratamiento combinado. En una publicación en 'Nature Immunology', el grupo internacional de expertos liderado por científicos de la Universidad de Newcastle, Reino Unido, ha 'sacado a la luz' los mecanismos biológicos que conducen a una revolución en nuestra comprensión de la resistencia a los ICB. Además, identifican una nueva estrategia combinada para tratar cánceres de piel metastásicos resistentes a la ICB y sugieren que esto también puede ser beneficioso en el tratamiento de inmunoterapia de otros cánceres sólidos.
La oportunidad
En declaraciones a 65YMÁS, la Dra. Shoba Amarnath, profesora adjunta de Regulación Inmunitaria en la Universidad de Newcastle y directora de la investigación. afirma: "El trabajo identifica cómo un tipo de célula inmunitaria llamada célula reguladora T puede proteger el crecimiento tumoral. También demostramos que al actuar sobre las células supresoras CD30+, podemos superar la resistencia al anticuerpo anti-PD1. Este anticuerpo se utiliza como agente único para el tratamiento del cáncer de piel y otros cánceres sólidos y líquidos. Identificar este mecanismo es importante, ya que permite 'localizar' a los pacientes que no responderán al tratamiento con ICB de agente único, como la terapia con anticuerpos anti-PD1, pero que tienen más probabilidades de beneficiarse de la nueva terapia combinada que hemos identificado, anti-CD30. Simplemente agregando anti-CD30 a estos pacientes, podemos mejorar su respuesta al cáncer y evitar retrasos costosos".

Dr. Shoba Amarnath
Insiste: "Aunque nuestro trabajo se limitó al cáncer de piel, creemos que este nuevo tratamiento combinado también beneficiará a pacientes con cáncer de pulmón, intestino, páncreas y otros cánceres sólidos que actualmente no responden al tratamiento con monoterapia con ICB".
La especialista reconoce, además, que "alrededor del 60% de los pacientes con melanoma metastásico desarrollan resistencia, y ya existe un fármaco clínicamente aprobado que se dirige al CD30. Por lo tanto, los pacientes podrían ser tratados con esta combinación de inmunotoxina anti-PD1 y CD30 a corto plazo. A largo plazo, una combinación de anticuerpos anti-CD30 con anti-PD1 podría beneficiar y superar la resistencia".
Terapia de bloqueo de puntos
El uso de la terapia de bloqueo de puntos de control inmunitario (BCI) en cánceres sólidos ha demostrado un éxito inesperado en un número significativo de pacientes. Sin embargo, la resistencia a la misma, como hemos mencionado anteriorrmente, también es un problema. Estos medicamentos son costosos y causan una toxicidad significativa en quienes no responden.
La terapia ICB, es un tipo de inmunoterapia que busca activar el sistema inmunitario natural del cuerpo para que ataque las células cancerosas. Funciona atacando y bloqueando puntos de control específicos del sistema inmunitario que normalmente ayudan a mantenerlo bajo control, permitiendo que los linfocitos T reconozcan y destruyan las células cancerosas con mayor eficacia.
Se entiende la resistencia del ICB
Los científicos descubrieron que la terapia con ICB mejora la expresión de varias proteínas de punto de control alternativas en las células Treg, lo que impulsa un mayor crecimiento del cáncer. En el artículo, describen cómo la acción dirigida a una de estas proteínas inmunosupresoras, llamada CD30, puede rescatar o superar la resistencia a la terapia de punto de control en el cáncer de piel.
Como oportunidad para futuros estudios, ya se encuentra disponible una inmunotoxina (una inmunotoxina anti-CD30, Brentoximab Vidotin; BV) dirigida a esta proteína para el tratamiento de cánceres hematológicos, y el equipo cree que tiene potencial como terapia combinada para otros cánceres sólidos.
También se ha producido un avance significativo en un ensayo de fase II en EE. UU. en pacientes que no responden a la monoterapia con ICB. En este ensayo, la combinación de ICB anti-PD1 y BV muestra una media de supervivencia del 24% en el melanoma cutáneo metastásico refractario, un melanoma que se ha diseminado a otras partes del cuerpo y no responde a los tratamientos estándar. Esto ofrece una alternativa vital para pacientes con cáncer de piel en etapa avanzada que no responden a los regímenes estándar de ICB.
"Los avances en el laboratorio han descubierto nuevas proteínas inmunitarias específicas y proteínas de crecimiento tumoral que presentan una expresión elevada en las células Treg durante la terapia con ICB. También hemos descubierto que estas células Treg presentan propiedades similares a las de las células madre. El trabajo en curso en el laboratorio incluye comprender la función y el valor terapéutico potencial de apuntar estas nuevas proteínas a los Tregs en la piel y otros cánceres sólidos", adelanta la investigadora.
Y añade: "Nos entusiasma mucho descubrir todos estos nuevos aspectos de la biología de la resistencia a la ICB, que no serían posibles sin este nuevo modelo murino. Creemos que la focalización en moléculas inmunitarias y proteínas de crecimiento tumoral mejorará significativamente la eficacia de la ICB en cánceres sólidos".
Recuerda, por tanto, que "la investigación es un estudio de ciencias básicas que utiliza modelos animales experimentales y datos de pacientes mediante tecnologías como la transcriptómica unicelular y espacial. Esto nos permite estudiar en profundidad cada célula que ocupa el tejido tumoral".