Miriam Gómez Sanz
Economía
Comprar una vivienda en España: dónde hay que ahorrar menos y dónde es casi imposible
San Sebastián y Bilbao son las ciudades más inalcanzables
El sueño de la casa propia se ha convertido en un auténtico desafío para muchos españoles. Un reciente estudio de la plataforma de ahorro Raisin analiza cuánto tiempo y esfuerzo se necesita para reunir el dinero suficiente para pagar la entrada y los gastos iniciales de una vivienda en distintas ciudades del país.
Los resultados muestran diferencias enormes: desde ciudades donde se puede ahorrar en menos de una década, hasta otras donde firmar la hipoteca podría llevar más de 30 años.
Ciudades más asequibles: menos de 10 años para ahorrar la entrada
En la parte más asequible del ránking, destacan Mérida, Murcia, Tarragona, Logroño y Toledo. Por ejemplo, en Mérida, la entrada y los gastos iniciales suman 32.940 €, lo que se puede ahorrar en algo más de 8 años y medio, mientras que la cuota mensual de la hipoteca permite disponer de 230 € al mes tras cubrir los gastos básicos.

Murcia y Tarragona no se quedan atrás, con precios de entrada y cuotas mensuales moderadas que facilitan el acceso a la propiedad sin comprometer tanto la estabilidad económica.
Ciudades donde comprar es casi imposible
En el extremo opuesto, las ciudades donde acceder a la vivienda es más complicado incluyen San Sebastián, Bilbao, Vitoria-Gasteiz, Palma de Mallorca y Málaga. San Sebastián encabeza la lista de inaccesibles: reunir los casi 187.000 € necesarios para cubrir la entrada y los gastos iniciales podría llevar más de 34 años, y la cuota mensual de la hipoteca supera con creces el ingreso disponible, dejando un saldo negativo de más de 1.200 € al mes.
En Bilbao y Vitoria-Gasteiz la situación es similar, mientras que en Palma de Mallorca y Málaga, la combinación de altos precios y cuotas elevadas hace que la compra sea prácticamente inviable para la mayoría de los hogares medios.
Claves del estudio
El estudio también pone de relieve que en 12 de las 26 ciudades analizadas, la cuota hipotecaria mensual supera la capacidad de gasto real de una persona media, lo que hace inviable asumir la compra sin comprometer la estabilidad financiera. Incluso en ciudades donde es posible acceder a la vivienda, tras pagar la hipoteca, el ingreso disponible puede ser inferior a 300 €, limitando la capacidad de ahorro o de hacer frente a imprevistos.



