Agus Calvet
Consumo
Las compras en los súper se ‘adaptan’ a la nueva normalidad
Agus Calvet
Jueves 27 de agosto de 2020
ACTUALIZADO : Jueves 27 de agosto de 2020 a las 16:56 H
4 minutos
Tras cuatro meses disparadas, se estabiliza el gasto que realizamos
Los cuatro meses tras el inicio de la pandemia los supermercados e hipermercados han sido el único sector en el que no se ha habido una reducción de ingresos. Muy al contrario, hasta el mes de julio las compras de los clientes se han disparado hasta límites nunca vistos. Pero todo esto parece que ha llegado a su fin.
Según la consultora Nielsen, en el mes de julio las compras han vuelto a la normalidad y, de hecho, pronostican una nueva etapa marcada por las dificultades económicas. Los datos recogidos indican que el gasto en supermercados ha sido superior en un 4,5% en julio respecto al mismo mes del año anterior, en línea con el aumento registrado durante los dos primeros meses del ejercicio, antes de la pandemia.
Esta subida contrasta con los repuntes vividos entre marzo y junio, con incrementos del gasto por semanas que oscilaron entre el 8 y un sorprendente 72%. De acuerdo con la consultora, lo ocurrido se puede dividir en tres etapas: la fase de acopio, en marzo, cuando el desembolso en el supermercado se disparó de media un 29%; el confinamiento, con un aumento del 17%; y la desescalada, que arrancó a finales de mayo con subidas del entorno del 8%.
Con el mes de julio ha llegado la estabilidad y moderación tanto en comida envasada como en frescos, sobre todo en la segunda quincena. La única excepción ha sido la fruta, que creció un 16% y se erigió en la única de las grandes categorías que se mantuvo en el doble dígito. Algo lógico debido a que en verano el consumo de estos productos aumenta con respecto a otros periodos del año.
Los autores del informe han señalado que se vislumbra el inicio de una nueva fase en la que "se frena el efecto directo de la COVID-19" y el principal factor a tener en cuenta serán "las condiciones económicas", que han empeorado como consecuencia de la pandemia.
Ya anticipan, además, un "reajuste múltiple en el comportamiento del consumidor" y distinguen entre dos grandes perfiles de clientes: los "ajustados", afectados de alguna manera por la crisis, y los "acomodados".
Las proyecciones que han mostrado es que, mientras que los primeros ya están modificando sus hábitos de compra por las "estrecheces económicas", los segundos buscarán "darse lujos en casa al no poder dárselos fuera", lo que genera, paradójicamente, "un caldo de cultivo propicio para el premium".
En este sentido, parece que habrá un mayor esfuerzo por parte de las cadenas de supermercados en ofrecer "promociones y descuentos", después de que en algunos momentos del confinamiento se alcanzaran cotas históricamente bajas.
Por supuesto, ha tomado peso en los lineales de los establecimientos el área de parafarmacia, con las mascarillas y geles hidroalcohólicos como productos estrella.