Pensiones

Mochila austriaca: ventajas e inconvenientes de un sistema que afecta al despido y la pensión

Pepa Montero

Jueves 13 de mayo de 2021

ACTUALIZADO : Jueves 13 de mayo de 2021 a las 19:01 H

11 minutos

Las empresas temen un alza de costes y los sindicatos, que abarate el despido

Cinco ventajas de la mochila austriaca, el polémico sistema que rechazan los sindicatos
Pepa Montero

Jueves 13 de mayo de 2021

11 minutos

Doménech (BBVA) y Sagardoy proponen una indemnización por despido con la 'mochila austriaca' 

La mochila austriaca: ¿quién la financia y quién la administra?

De la 'mochila austriaca' a la 'mochila azul'

La mochila austriaca complementa la pensión, pero abarata el despido

 

Numerosos economistas, expertos en finanzas públicas y partidos políticos como Ciudadanos o el PP defienden que la implementación del modelo de la mochila austriaca en España podría mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones, aunque con matices y de forma progresiva. Coinciden también en que este sistema plantea numerosos interrogantes, y entre los principales problemas para ponerlo en marcha, los especialistas señalan tres: los costes de financiación, la determinación de las aportaciones y, sobre todo, la falta de voluntad política.

¿Qué es exactamente la mochila austriaca?

Se trata de un modelo que sustituye la indemnización en caso de despido por una cuenta de ahorro individual, una especie de hucha, que se va llenando con las aportaciones mensuales que realiza el empresario. La hucha acompaña a cada trabajador a lo largo de toda su vida laboral, por lo que esas cuotas funcionan como una indemnización diferida para todos los asalariados. El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero se planteó introducir la mochila austriaca en 2010, y Ciudadanos y el Partido Popular (PP) la han llevado en sus programas electorales en las últimas elecciones generales. También, a principios de este año, el Gobierno de Pedro Sánchez apuntó la posibilidad de estudiar la adopción del modelo.

Impacto previsto

Entre las ventajas de este sistema, los expertos citan su portabilidad, el fomento de la movilidad o la posibilidad de acumular sus activos a la pensión de jubilación. El fondo de la cuestión es quién y cómo se financiaría esa mochila: con aportaciones de la empresa en su totalidad, o de los trabajadores, o con una parte de cotizaciones empresariales que ahora van a las arcas de la Seguridad Social, o una mezcla de dichas fuentes.

Tal y como apunta el economista Javier Santacruz (@santacruz_s_a), “la Seguridad Social no está como para prescindir de una parte de sus ingresos por cotizaciones”, aunque, en su opinión, “lo fundamental para que un mecanismo de este tipo tenga éxito es que exista mayor esfuerzo de ahorro por todas las partes concernidas y que todos estén de verdad convencidos de que es necesario implantarlo. En este caso, al igual que ocurre en los debates sobre los planes de ahorro complementario, lo decisivo es convencer a los sindicatos”, sentencia.

Cinco ventajas de la mochila...

Favorece la movilidad laboral

El trabajador puede marcharse de la empresa libremente, llevándose con él la virtual indemnización que haya acumulado a lo largo de los años, pasando de una compañía a otra, sin perder sus derechos acumulados. En Austria, cuando un empleado pierde su trabajo, puede cobrar el dinero que exista en su fondo personal de capitalización. Pero también, si una persona decide marcharse voluntariamente de su empresa, puede trasladar esa especie de mochila a otra compañía, sin perder ningún derecho. Roberto Pereira Costa, presidente de Economistas Asesores Laborales (EAL), está convencido de que “fomentaría la creación de un modelo único de contrato, eliminando la dualidad actual, y generaría confianza en el sistema para la movilidad laboral, además de eliminar los agravios comparativos existentes en nuestro modelo de relaciones laborales, con el cobro de las indemnizaciones por despido”.

Puede complementar la pensión

En la eventualidad de que al trabajador no lo despidan nunca, “las cantidades que permanezcan en la mochila al final se transforman en una pata adicional del sistema de jubilación”, según Raymond Torres (@RaymondTorres_), director de Coyuntura y Economía Internacional de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas @FUNCASES).

El impulso a las pensiones es también un aliciente citado por Álvaro Granado, responsable del Área de Pensiones de KPMG Abogados (@KPMG_ES). “Puede suponer un gran paso en el crecimiento definitivo, y necesario, del segundo pilar de la previsión social complementaria: el ahorro empresarial para la jubilación de los empleados”. Durante su exposición en el IV Encuentro sobre Economía Laboral organizado por el Consejo General de Economistas (@EconomistasOrg), Granado advirtió, eso sí, que además de ser un sistema pensado para el ahorro para la jubilación, es un esquema indemnizatorio por desempleo”.

Reduciría el miedo a contratar

Para Javier Santacruz, la principal ventaja es que "ayudaría a reducir la percepción del empresario de que hacer un contrato sale caro y que el hipotético despido entraña mucha burocracia. En la actualidad, bastantes pequeñas y medianas empresas desisten de contratar por temor a enfrentarse a los procesos en los Juzgados de lo Social por despidos improcedentes”.

Disminuiría la temporalidad

Si la empresa no teme tanto al abultado coste de las indemnizaciones por despido, “podría ser más propicia a realizar contratos estables y se empezaría a disminuir las elevadísimas tasas de temporalidad de la economía española”, en opinión de Raymond Torres.

Ayudaría financieramente a las pymes

Al realizarse las aportaciones de forma continua y eliminarse la indemnización a desembolsar en el momento del despido, "se mejora la situación financiera de las empresas y su capacidad de absorción de perturbaciones", al decir de José Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), subdirector de Fedea (@socialfedea), autor del informe El fondo de capitalización a la austriaca, junto a Florentino Felgueroso y J. Ignacio García-Pérez. "Esto se debe a que, habitualmente, las recesiones suelen coincidir con condiciones crediticias mucho más estrictas (ya que la percepción del riesgo que tienen las entidades financieras aumenta), con lo que la concentración de indemnizaciones en ese momento puede poner en dificultades a las empresas que tienen más problemas para acceder a la financiación", sostiene.

... y cinco inconvenientes

Facilitaría y abarataría el despido

Con el mecanismo de la mochila austriaca, la empresa no realiza ningún pago específico al despedir, lo que lleva a algunos expertos a prever que podría suponer una merma de la indemnización. 

En el informe Mochila austriaca: luces y sombras, Álvaro Granado, responsable de Pensiones de KPMG Abogados, realiza la siguiente estimación, para un empleado que inicia su carrera laboral en el momento que se pone en marcha la mochila:

-Despido objetivo: la mochila será más beneficiosa que la indemnización, si las aportaciones al fondo superan el 5,48%.

-Despido improcedente: la mochila será más beneficiosa si las aportaciones son mayores del 9,04%.   

Hay que recordar que, en el fondo implementado en Austria, la cotización fija es del 1,53% sobre los salarios, es decir, en torno a 5‐6 días de salario por año trabajado.

"Si la mochila se implantara con el porcentaje del sistema austriaco, no sería más beneficiosa que la indemnización por despido", resalta el documento elaborado por Álvaro Granado.  

¿Es mejor la mochila o la indemnización?

Los sindicatos lo tienen claro: se trata de un sistema que acabaría rebajando la indemnización y facilitando el despido. Así, Anatolio Díez Merino, secretario general UJP-UGT (@UJP_UGT) y miembro del Comité Asesor de 65Ymás, argumenta en el artículo De la mochila austriaca a la mochila azulpublicado en este diario, que significaría “una nueva reforma lesiva para los intereses de la clase trabajadora, con implicaciones a futuro negativas en el sistema público de pensiones”. 

Por su parte, Unai Sordo (@UnaiSordo), secretario general de Comisiones Obreras (@CCOO), aseguraba en su entrevista con 65Ymás: “Si la mochila austríaca conlleva una reducción de la indemnización por despido, ya adelanto que nos opondremos. ¿Va a suponer que las empresas hagan una sobrecotización para, en vez de tener que pagar cada vez que despiden a alguien una indemnización, se vaya dotando un fondo para que ese gasto no se haga de golpe? Esto se puede hablar. El quid de la cuestión es quién pagaría la mochila. Porque el dinero no puede salir de más cotizaciones sociales, ni se puede detraer de la Seguridad Social".

Obligaría a todas las empresas, aunque no despidan

Los empresarios afirman que el tránsito del actual modelo de indemnización por despido a la mochila sería gravoso, porque obligaría a todas las empresas, aunque no realicen despidos. Es decir, todas las compañías tendrían que depositar cada mes un porcentaje del sueldo bruto del trabajador en la cuenta individual de dicho empleado. Por eso, algunos economistas creen que el importe a depositar en esa hucha debería ser el equivalente a lo que cada compañía paga al año en el agregado por coste de despido. 

Aumentaría el coste laboral

Fuentes empresariales temen que la mochila austriaca se traduzca en un incremento del coste laboral a través de una nueva cotización. "Se trata de un desembolso inasumible para muchas micropymes y pequeñas compañías, un coste laboral adicional para el cual la empresa española no está preparada", señala la economista Almudena Semur. Según esta experta, la mochila austriaca es un mecanismo que sí contribuiría a abaratar el despido para las empresas, pero que no tendría efectos benéficos sobre el ahorro para las pensiones.

La Seguridad Social no puede financiarla

Debido al gran déficit que arrastra el sistema (unos 17.000 millones de euros previstos para 2019), la Seguridad Social no está en una situación de financiar el cambio de modelo. “Quizá se podría destinar a la mochila una parte del dinero que ahora se recauda por cotizaciones por desempleo o formación”, apunta el economista Javier Santacruz, quien detalla cómo se distribuye en la actualidad la cuota patronal: “un 23,60% por contingencias comunes, un 5,50% por desempleo, un 0,20% para el Fogasa y un 0,60% para Formación Profesional, hasta totalizar el 29,9%”.

La gestión

Otro de los principales inconvenientes, al decir de Santacruz, es quién decide, administra, cambia o mantiene al gestor de los fondos acumulados en la mochila austriaca. “¿Sería una gestión privada, pública, mixta?”, se pregunta este economista, para quien “la marcha de esa gestión depende del tamaño de la empresa, y en España las pequeñas y medianas empresas (pymes) son el 99,8% del tejido empresarial".

En Austria son los fondos de pensiones quienes gestionan esa hucha, allí hay 6-7 gestoras. Cuando se habla de importar el mecanismo a España, se plantea que entren las aseguradoras privadas, y también que la gestión se haga con un mecanismo parecido al del Fondo de Garantía Salarial (FGS).

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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